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El patronato Soto Alvarado de Belalcázar

Durante los próximos meses se van a presentar en Belalcázar y Villanueva de Córdoba sendos libros sobre determinados aspectos de su historia local, cuyos autores son Joaquín Chamero y Juan Palomo respectivamente. Nos ocupamos hoy del primero, dejando la Historia de la cooperativa San Miguel de Villanueva de Córdoba (1959-2011) para una próxima entrada.

Joaquín Chamero, Patronato Soto Alvarado, 227 páginas, edición artesanal del autor, Madrid, 2015.


El 17 de noviembre de 1689 muere en Ciudad de los Reyes (que sería conocida luego como Lima, capital de Perú) Juan de Soto Alvarado, un marino mercante natural de Belalcázar que amasó una gran fortuna con el comercio en las Indias. En su testamento dona a la villa de Belalcázar 24.000 pesos de plata para la fundación de varias obras pías: la fundación y dotación de una escuela de niños "donde se enseñe a escribir, leer y contar y la doctrina Christiana a todos los niños que a ella fueren, así de la esta villa como de los lugares de su contorno"; el nombramiento de un preceptor de gramática "para enseñar a niños de la dicha villa y los pueblos de la comarca que allí ocurrieren, sin que por razón de enseñanza ni con otro pretexto alguno les lleve estipendio"; el otorgamiento de tres dotes "para que se casen o den para el dote de religiosas todos los años tres donzellas naturales de dicho pueblo"; la fundación de una capellanía con la obligación de "dezir una misa rezada todos los jueves del año al Santísimo Sacramento y asimismo los días de San Miguel Arcángel, las nueve de la Virgen santísima, San Juan Bautista y San Pedro"; y la institución de una limosna para que "se reparta todos los años el día de San Miguel Arcángel a pobres necesitados de esta villa de Belalcázar y que sean preferidas las viudas pobres". Según el uso habitual, el capital donado se imponía a "censo" (préstamo) y con los réditos se financiaban las mandas testamentarias.

El traslado del dinero desde Perú a España supuso numerosas etapas de un viaje (de Lima a Portobelo en Panamá, de ahí a Sevilla, de Sevilla a Madrid y de Madrid a Belalcázar) que se saldó con una reducción del caudal por gastos de más de tres mil pesos. El capital donado sufriría sucesivas mermas en las décadas siguientes debido a un robo de 3.150 pesos que se produjo en 1767 del arca en donde se guardaban los caudales, que estaba depositada en la parroquia de Belalcázar, así como a desfalcos y otras pérdidas no determinadas. Todo ello, unido a que el principal censualista era el duque de Béjar, que fue rebajando progresivamente el interés acordado (desde el 5% ordenado por Soto Alvarado se llegó al 2,5% ya a mediados del siglo XVIII), fue poco a poco aminorando los ingresos y por tanto los recursos que mantenían las diferentes obras pías establecidas, lo que provocó a su vez la morosidad en el pago a los maestros, el preceptor de gramática y las doncellas.

Joaquín Chamero repasa en su interesantísimo libro, a través de la reproducción literal de numerosos documentos del Archivo Municipal de Belalcázar, todas estas peripecias del legado, así como los numerosos incumplimientos de las disposiciones impuestas por el donante, certificando el desorden administrativo y la mala utilización de los fondos que se aprecia a lo largo de la historia de la fundación. La confusión y el desorden contable fueron degradando sus buenos fines hasta que los nuevos tiempos restaron a las obras pías el sentido para el que fueron fundadas, al asumir el Ayuntamiento algunas de estas funciones (como la educación y la beneficencia).

El último documento que Joaquín Chamero ha encontrado referido al Patronato data de 1882, sin que se haya podido llegar a establecer de momento cómo se liquidó la fundación y si, como parece, se disolvió en las cuentas del propio Ayuntamiento. En la actualidad, el recuerdo del benefactor Juan de Soto Alvarado solo permanece en Belalcázar en el nombre de una calle y en la denominación de un instituto de enseñanza secundaria.

La peripecia del Patronato Soto Alvarado, tal como nos la cuenta Joaquín Chamero, constituye un recorrido por la historia de España y por la mentalidad de los españoles y nos pone frente al espejo de nuestra propia realidad: la corrupción no es cosa de ahora, sino que desde el origen de los tiempos, cuando ha habido dinero de por medio, no ha faltado quien se haya aprovechado para su propio beneficio de recursos que estaban destinados para paliar deficiencias sociales y beneficiar a los más necesitados.

El libro está editado por el propio autor, pero el concepto de autoedición alcanza aquí un significado muy especial. Joaquín Chamero posee conocimientos de encuadernación, por lo que ha decidido elaborar artesanalmente él mismo cada ejemplar de su obra, de modo que la impresión de las hojas es la única tarea mecánica que conoce el libro. El autor ha encolado las hojas, las ha encuadernado con tapas duras y las ha grabado manualmente en dorado, de modo que cada ejemplar de la obra es único y distinto, constituyendo el resultado una preciosa obra de artesanía que se ve valiosamente reforzada por un contenido que desvela un importante aspecto de la historia local de Belalcázar no suficientemente conocido hasta el momento.

2 comentarios :

Anónimo | domingo, mayo 31, 2015 2:06:00 p. m.

¿Dónde se vende o compra este libro?

Anónimo | domingo, mayo 31, 2015 9:01:00 p. m.

Saludos, mi estimado paisano, colega Cronista, amigo Joaquín :

Estamos deseando hincarle el diente a esta nueva publicación tuya, este libro de investigación que enriquecerá más si cabe la historia, a través de sus mas destacados personajes, de nuestra villa natal. Además, la encuadernación también es obra tuya, lo cual es para quitarse el sombrero o la gorra, lo que uno lleve en ese momento sobre la cabeza. Enhorabuena por la publicación, sobre su contenido haremos un análisis mas concienzudo tras devorar sus páginas, una vez a salvo en nuestra manos. La llamada de teléfono para comentar el contenido y otros aspectos del libro, me temo será inevitable. Un fuerte abrazo, y no olvides sacar a la luz ( cuando lo creas conveniente ) alguna que otra investigación de un siglo mucho más cercano al actual, que obra en tu poder.

Feliciano Casillas Sánchez. Historiador, escritor y poeta.
Cronista de Belalcázar.

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