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"Me ató con una cadena a su pierna para que no me fugase"

No me gustó el tratamiento que algunos medios de comunicación dieron al secuestro de una mujer de Pedroche por parte de su marido, al que había denunciado por malos tratos. Especialmente me disgustó este artículo de I. Marzo en el diario Córdoba, en el que se retrataba sin pudor al periodista en busca de carnaza, frustrada esta vez por la sensatez de los vecinos. Hoy, en cambio, me ha parecido ejemplar la crónica de Davinia Deldado en ABC. Estas cosas hay que conocerlas en toda su crudeza, quizás así reaccionemos y no vuelvan a suceder.


"Me llevó a su cortijo y me ató con una cadena a su pierna para que no me fugase»

DAVINIA DELGADO. PEDROCHE Publicado Jueves , 28-01-10 a las 09 : 14

Hundida en el sofá, su mirada se vuelve vacía por momentos. Entonces, se queda en blanco, pierde el hilo y necesita unos segundos para recordar. Rememorar más de una década de golpes, amenazas y miedo no es fácil. Sobre todo, cuando el agresor es la persona por la que un día decidió dejarlo todo.

Con un cigarro en la mano que le ayuda a calmar su ansiedad, Magdalena C., la joven pedrocheña que el pasado fin de semana fue presuntamente secuestrada por su ex, Francisco P. S., tiene todavía mucho temor que desechar. Ahora, el supuesto agresor está encarcelado. A ella, la cárcel que le impide cruzar el umbral de su puerta es la del desasosiego.

Su pesadilla comenzó hace 16 años, cuando conoció en una feria al que se convertiría en su verdugo. «Me enamoré y me fui con él a Villanueva», relató ayer la chica. En contra de la voluntad de su familia, Magdalena comenzó una nueva vida junto a Francisco, que residía por aquel entonces en un cortijo con sus padres y hermanos cerca de Pozoblanco.

El carácter violento del joven no tardó en aparecer. «Casi desde el principio comenzó a tratarme mal», confesó.

Una mezcla de temor y vergüenza hizo a la víctima ocultar el calvario que la oprimía. «Recuerdo —explicó su madre— que me puse en contacto con un abogado para intentar que Magdalena volviese. Pero ella se negaba».

Durante más de tres años perdió casi por completo el contacto con los suyos. «De hecho, me enteré de que estaba embarazada del niño porque llamé al hospital», se lamentaba ayer su progenitora.

El tiempo fue pasando y las agresiones se hicieron cada vez más continuas. «Ya no sólo me pegaba a mí, sino que también a mis hijos. A la niña, siendo chiquita, le daba con una goma. Yo me metía en medio para impedírselo y acababa con el cuerpo lleno de moratones», recordaba, mientras trataba de evitar que las lágrimas brotasen. Cuando los puños no causaban el suficiente daño, todo valía. «Me azotaba con una vara. Una vez, incluso, cogió un leño y me golpeó».

Pero la retahíla de malos tratos no conseguía romper la burbuja en la que vivía la joven. «Además, tenía miedo por mi familia. No me atrevía a dejarlo porque sabía que mi hijo se quedaría con él».

Sin embargo, a principios del pasado mes de diciembre, Magdalena tuvo una fuerte discusión con su pareja. «Me dijo que me tenía que matar y que me fuera de su casa. Tras hablar con mi niño, que decidió quedarse con su padre, me llevé a la niña con mi madre a Pedroche».

Durante más de dos semanas, Francisco se dedicó a hacerle la vida imposible a Magdalena. «Llegaba a cualquier hora gritando que le abriera la puerta. Estaba a todas horas llamándome por teléfono. Me rogaba que volviera».

Durante ese tiempo, ella no quiso denunciarlo. Sin embargo, un día, mientras estaba trabajando, un conocido, policía municipal, «me preguntó, porque me vio mala cara, y ya no pude aguantarme más. Entonces, me dijo que o lo demandaba yo o lo hacía él. Así, fui al cuartel y le presenté la denuncia, tras la cual se le impuso a él una orden de alejamiento de 100 metros».

El acoso paró por poco más de una semana, hasta el pasado viernes, cuando se presentó ante el portón el hijo de la joven, de 14 años. «Mi madre se había ido a llevar a la niña al colegio y yo estaba sola. Entonces, llamaron a la puerta. Era mi niño. Me dijo que había venido de Villanueva para verme, que su padre no estaba cerca y que abriera», relató la pedrocheña.

Magdalena tiró del portón y ante ella estaba parado el pequeño. «Le volví a preguntar por Francisco y me insistió en que no estaba. Pero, entonces, escuché que llegaba un coche en punto muerto y que del mismo se bajaba mi ex».

Según la joven, el hombre, con la ayuda del niño, la cogió y obligó a montarse en el vehículo. «Empecé a gritar, pidiendo socorro, pero me tapaban la boca. Intenté agarrarme al llamador de mi puerta, pero eran más fuertes». Su madre, que escuchó las voces desde el final de la calle, llamó a la Guardia Civil.

Durante el trayecto, Magdalena pensó en saltar en marcha, pero tenía a su hijo encima. «Al principio, me envalentoné, porque creía que los agentes no tardarían en pararnos. Pero al ver que nos metimos por el camino que llevaba a su cortijo, temí lo peor».

El supuesto secuestrador empezó a violentarse ante las negativas de Magdalena, «por lo que cambié de actitud y le dije que regresaría con él, que quitaría la denuncia, pero que me dejara hablar con mi madre».

Terror nocturno

Estuvieron todo el día deambulando hasta que se hizo de noche y se fueron al cortijo de Francisco. «Allí, me ató a una de sus piernas con una cadena para que no me fugara. No se fiaba de mí», dijo la joven.

Al día siguiente, cogieron el coche y volvieron a Villanueva, donde los interceptó la Benemérita.

La víctima relató a los agentes primero y después al juez todo lo sucedido. «Pero Francisco dijo que era mentira, que me había subido al coche por mi propia voluntad». Tras las comparecencias, se decretó el ingreso en prisión de Francisco P.S.

Ahora, Magdalena tendrá que esperar a que termine la instrucción que, según fuentes judiciales, podría acabar en un par de meses, y se fije la fecha para la vista oral.

Entretanto, tendrá que sobreponerse a sus continuos ataques de ansiedad, su miedo endémico y recuperar las ganas de vivir, porque «mi vida está destrozada».

14 comentarios :

Anónimo | jueves, enero 28, 2010 9:07:00 p. m.

Decirle a I.M., que sí, que en los pueblos de Córdoba que estamos por encima del Círculo Polar Ártico se pone el sol 6 horas antes que en Baena, en "Lussena" o en Palenciana y eso hace que nos comportemos como el personaje de Jack Nicholson en “El Resplandor”. A esto se le une el carácter hosco de esos hombres y mujeres que vinieron del frío, las hordas bárbaras comandadas por jefes sanguinarios que bebían la sangre caliente de sus víctimas. Gracias al cielo que este tipo de periodista ya no se lleva ni en los tebeos, pero es que estamos hablando de "Er Córdoba", tampoco da "pa" más, oiga. Quizás sea el tipo de periodista que admiten en los pueblos del sur, muchos más ricos, jacarandosos y más berlanguianos. Donde se ponga uno de Palma del Río diciendo: -¡Sí, sí! ¡Ole, ole, ole, ole, ole, ole, la secuestró, la secuestró! ¡¡¡Arsssssa!!!

¡"Amos" coño! ¡No me jodas! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! Sé que el foro no admite insultos, pero llamarle tonto a alguien así, no es un insulto, créanme. Ante esto sólo nos queda reírnos, pero se me hiela la risa en la boca cuando veo que así nos va en la provincia de Córdoba…

Anónimo | jueves, enero 28, 2010 10:02:00 p. m.

Por desgracia para muchas mujeres todavia hay hombres asi,se creen los reyes y señores de su casa sin importarle nada que la que eligieron por compañera no sea tambien la reina de su casa.Solo la quieren,para criada,para calmar sus apetencias cuando les viene en gana,para dejarla sola cuando esta enferma y triste,por que para el es mucho mas importante irse de copas con los amigos o a echar una canita al aire por que segun el esta en su derecho.Ella mientras tanto tiene que llevar su trabajo,su casa,criar a sus hijos,y que no se les ocurra mirar a un vecino,por que su señor se puede enfadar y darle unos buenos sopapos.Y que la comida este en su punto,y la ropa bien planchada y de noche.....aunque ella este con el corazon hecho jirones hay que cumplir y si algo no es del agrado del señor mas sopapos.Pero que se han creido algunos tios.No aguantarle ni una.y para mas recochineo cuando se la presentan a un amigo dicen:aqui mi SEÑORA.Y habia que decirle pero señora de que,mas bien esclava de un tirano.

Anónimo | viernes, enero 29, 2010 12:09:00 a. m.

estoy en total desacuerdo con la opinión vertida por el sr. Merino sobre el tratamiento del CÓRDOBA a la información. Donde hay carnaza es precisamente en ABC (más próximo parece ultimamente al sr, merino) ¡dónde es donde se habla de los pormenores, en boca de una mujer en dudoso estado sicológico.

Anónimo | viernes, enero 29, 2010 12:38:00 a. m.

Supongo algunas imprecisiones
El “cortijo” no es representativo de la vivienda rural andaluza, y en mi opinión no merece llamarse así.
La finca es de escasa superficie y mala calidad por lo que el presunto maltratador no es precisamente un “terrateniente”.
El lugar pertenece al término de Pozoblanco pero se tarda más de tres cuartos de hora en ir desde el pueblo.
El hombre por el que “lo dejo todo” era joven y Magdalena , aún más y esto es lo verdaderamente triste, que eligiera esa vida contra el consejo y la más firme oposición de su familia ( la madre intento incluso obligarla a volver) esto contradice la versión del anónimo de las 10 : 02 PM que idealiza al hombre como un “señor”que la eligió.
Menuda bicoca para un campesino que una niña guapa se vaya al campo a hacerle la vida feliz, para mí, es normal que se desespere cuando todo se termina y se encuentra solo en la miseria.
No se si están casados o no, pero no me imagino a Francisco presentándola como su SEÑORA en el sentido del comentario antes aludido.
En esta historia creo que hay más marginalidad que violencia de genero aunque ambas cosas se mezclan a menudo y el periodista del diario Córdoba que haga más turismo y visite también Villanueva de Córdoba y la Sierra de Pozoblanco disfrutara de un magnifico paisaje y así quizás averigüe algo más.

Anónimo | viernes, enero 29, 2010 8:37:00 a. m.

"es normal que se desespere cuando todo se termina y se encuentra solo en la miseria". Supongo que me equivoco, pero me ha dado la impresión de que estás intentando justificar a quien ha ido a raptar a una persona para dejarla encerrada contra su voluntad. Sea por la causa que sea (y si es, como parece, una cuestión de abuso machista, todavía peor), esto no tiene ninguna justificación. Ya sea marginado, como si es dependiente, esquizoide, o maniaco depresivo, si los hechos son ciertos estamos ante un peligro para la sociedad, y especialmente para una familia que tiene derecho a vivir en paz. De acuerdo con que respetemos la presunción de inocencia, pero si se demuestra la culpabilidad, las penas deben ser duras, y la orden de alejamiento, de al menos 100 kms., cumplida a rajatabla cuando el sujeto, si es culpable, salga de la cárcel dentro de muchos, muchos, muchos, años. Todos cometemos errores, pero todos los pagamos. Y esto, si es así, no es un error, es un delito de verdadero terrorismo.

UNA MUJER | viernes, enero 29, 2010 9:16:00 a. m.

Las mujeres para algunos hombres son “cosas”, con las cosas cada uno hace lo que le viene en gana. Lo cruel de este problema social, que soportan demasiadas mujeres, es que todavía hay personas que buscan recovecos para justificar estos comportamientos machistas.

Anónimo | viernes, enero 29, 2010 11:20:00 a. m.

En Pedroche estamos todos muy contentos de que haya aparecido sana y salva, ya que todos nos temiamos lo peor.
Sobre el articulo del Cordoba me parece vergonzoso, ya que la familia no queria hablar, ¿quienes somos los vecinos para hacerlo? solo respetabamos su voluntad, y se nos trata casi de catetos.

UNA MUJER | viernes, enero 29, 2010 12:53:00 p. m.

“Los habitantes de Pedroche, la pequeña localidad del norte, guardaron un hermético mutismo acerca de la desaparición de una de sus vecinas Ni siquiera quisieron compartir los rumores con los periodistas.”

Me parece un comportamiento muy acertado el de los vecinos de Pedroche, de los que tenían que copiar otros municipios, ante situaciones parecidas, y no dar carnaza a periodistas ineptos e insensibles.

Anónimo | viernes, enero 29, 2010 1:27:00 p. m.

Eso pasa en el periodismo desde que se persigue el morbo de las situaciones y no la noticia en sí, por tanto entiendo que la gente no quiera decir nada pero tambien digo una cosa, que es una percepcion mia, la gente cercana a la familia le tienen miedo al "tostones" que es el individuo en cuestion. Y yo digo que es para tenerle miedo porque yo lo tengo bien cerca en el campo y el personaje es de mucho cuidado

Anónimo | viernes, enero 29, 2010 9:24:00 p. m.

“si es, como parece, una cuestión de abuso machista, todavía peor”
Yo no trato de justificar el abuso machista y aún menos al macho en cuestión, tampoco tengo que condenarle, porque para eso ya están los jueces.
“si los hechos son ciertos estamos ante un peligro para la sociedad”
Te puedo decir que, aunque no sean ciertos, si estamos ante un peligro para la sociedad y algún comentario ya lo ha apuntado.
“especialmente para una familia que tiene derecho a vivir en paz”
Todos tenemos derecho a vivir en paz, pero la Paz es el fruto de la Justicia y no de una condena. Supongo que te refieres a una familia aludiendo a los ascendentes y parientes de ella únicamente, porque si el hijo también ha participado activamente en los hechos la paz familiar se convierte en utopía.
“si se demuestra la culpabilidad, las penas deben ser duras, y la orden de alejamiento, de al menos 100 kms., cumplida a rajatabla cuando el sujeto, si es culpable, salga de la cárcel dentro de muchos, muchos, muchos, años. Todos cometemos errores, pero todos los pagamos. Y esto, si es así, no es un error, es un delito de verdadero terrorismo”
Hay muchos condicionales en este párrafo referidos a la culpabilidad, que entre tú y los jueces tendréis que resolver
La pena no se debe ser dura o blanda y para que no se interprete que trato de justificar nada, te recuerdo el dicho de” al que no le obra una purga, ni la botica entera” lo que en este caso traduzco por “da igual los años que le echen y los km. que lo alejen que ni tú ni el juez vais a hacer que se arrepienta”.

Anónimo | sábado, enero 30, 2010 8:51:00 p. m.

¿ Como no tener miedo a personejes de ésta calaña? No tiene nada que perder. La dignidad y la verguenza la perdió hace años si es que alguna vez la ha tenido.
A los que le han dado conversación en Pedroche, a éste individuo que se la den en la otra punta del planeta.
Animo Magdalena.

Partido Socialista de la Realidad Nacional | sábado, enero 30, 2010 9:37:00 p. m.

Al PSOE se le cae la "O"

No contempla nada que no sea el balance de Caja

Hay ocurrencias que parecen razonables desde un punto de vista económico, pero que dejan de parecerlo, incluso desde ese punto de vista, cuando, examinándolas, se advierte en ellas la reducción del ser humano a número, a ente exclusivamente productivo o a mercancía.

Es el caso de la que ha tenido el gobierno, y con la pretensión de elevarla a rango de ley, en relación a la edad de jubilarse: quiere que los trabajadores dejen hasta el último aliento y echen hasta el último bofe en la oficina, en el taller, en el andamio o en la cadena de montaje para que la Caja de la Seguridad Social se ahorre parte de la miseria que hasta hoy devolvía a los jubilados en concepto de pensión vitalicia.

Es un sarcasmo que quien anuncia que tiene intención de alargar en dos años la edad de jubilación hasta los 67 años sea el mismo que tuvo la ocurrencia de jubilar a los 52 años y con el 92% del sueldo a miles de trabajadores de RTVE y contempló con pánfila indiferencia las prejubilaciones en edades similares de cientos de empleados de los grandes bancos o de Telefónica.

Anónimo | domingo, enero 31, 2010 8:23:00 p. m.

Ante comportamientos como el de nuestro paisano, una mujer sólo puede huir, poner distancia, y éso es muy difícil y muy triste. No valen los alejamientos porque el "macho" encabronado sólo quiere resarcirse y atacar cobardemente a una persona que sabe inferior en fuerza. Son COBARDES, simplemente, los tipos como este. Son una escoria y se dan en todas las clases sociales y en todos los círculos. Y se tapan esos comportamientos porque a las mujeres nos da verguenza y porque tememos la reacción y el miedo nos atenaza. Creo que la justicia puede prevenir poco frente a estos desalmados cafres y cobardes. Debería existir un medio que nos defendiera y aplicase el ojo por ojo. Quizá el único lenguaje que entienden este tipo de seres sea el de la fuerza. Y al que la haga, que la pague con su misma medicina.

Anónimo | lunes, febrero 01, 2010 9:16:00 a. m.

Qué triste y doloroso debe ser, que tu hijo sea cómplice de tu maltratador.

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