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La ilusión de construir poéticamente la intrahistoria de Los Pedroches



Teodora López y María Jesús Sánchez (miembros del jurado), Juana Castro (con el arado), Francisco del Castillo (alcalde de Torrecampo) y Antonio Merino (editor de Solienses), ayer durante la entrega del Premio Solienses. [Fotos: Agustín Merino].

Cada año uno se plantea si será el último que organiza esta aventura del Premio Solienses. Son muchos días de dedicación, robados con frecuencia a otras ocupaciones que en ese momento se desearían más. Hay una entrega que a veces se antoja excesiva: hay que pedir favores, venciendo muchos reparos personales; hay que comprometer a los demás ("poner en un compromiso", se decía, en bella expresión), exigiéndoles que ofrezcan también su tiempo (y, a veces, su dinero); hay que imaginar novedades que siempre parecen imposibles; todo para componer esta ceremonia de la cultura comarcal que no sería la misma si no fuera alcanzada de este modo. Pero todas estas dudas se disipan cuando, como ayer, llega la mañana del día de la entrega y uno se asombra de que tan incierto mecanismo se haya ajustado de tal modo que se obre el milagro de la plena conjunción y todo sea como se había imaginado que fuera. Allí está la ermita, hermosísima y con todos los detalles requeridos al Ayuntamiento; allí están ya Isabel y Pedro con sus libros colocados; allí está Juan Bautista con sus amonites y sus cartas de Juan Ramón; por allí llega Cristina con su violonchelo a la espalda; y tras ella Patricio, cargando con el arado de Ofiarpe, que pesa lo suyo; María Jesús, que ha venido expresamente desde Málaga para representar al jurado; y los escritores de Los Pedroches, los que han podido hacer un hueco en estas fechas siempre complicadas; los medios de comunicación, con sus cámaras y micrófonos; y los amigos, los de mi pueblo y los de otros pueblos, hasta formar una imagen visual real de lo que entendemos por comarca. Entonces cualquier oscuridad se disipa y uno entiende que así debe ser y que este encuentro es necesario y constituye un bellísimo ejercicio de construcción comarcal desde la cultura.

A la hora convenida, ya los bancos repletos de público en amena conversación, Juana, María Jesús y yo mismo ocupamos nuestro sitio en la mesa que ha sido colocada al pie del altar mayor de la ermita de la Virgen de Gracia, con las misteriosas pinturas murales que lo decoran a nuestra espalda. Enseguida cedo la palabra a Francisco Carlos del Castillo, alcalde de Torrecampo, quien da la bienvenida a los asistentes y la enhorabuena a Juana por su premio. Luego, muestra su satisfacción por que la entrega se realice en este lugar, en esta "joya de las muchas que tenemos en la comarca" y anima a los asistentes a que, tras el acto, paseen por Torrecampo y lo conozcan y hablen de él.

"En los versos de Antes que el tiempo fuera Los Pedroches alcanzan la inmortalidad literaria"

Seguidamente, intervine yo mismo, recordando en primer lugar los doce años de vida del Premio Solienses. "Son doce años -dije- de emociones comunes, porque el Premio Solienses constituye ya un gran monumento de generosidad compartida, de tantas personas que participan y lo empujan sin pedir nada a cambio. Nos sorprendemos de que una iniciativa así sea aún posible en estos tiempos cibernéticos de aislamiento frente a la pantalla de un ordenador o de un teléfono móvil". Reconocí el "mimo y cariño" manifestado por Juana Castro hacia el Premio desde su creación y le confesé que en buena parte estos doce años de historia se deben a su apoyo.

Sobre Antes que el tiempo fuera declaré que "constituye, sobre todo, una búsqueda, una búsqueda en algún lugar de la memoria. Una búsqueda del mar, del fuego, de la música tribal de los ancestros, de la propia historia" y concluí: "En los versos de Antes que el tiempo fuera Los Pedroches alcanzan la inmortalidad literaria como el Valle del Bierzo en los de Juan Carlos Mestre o la isla de La Palma en los de Elsa López. Y no hablo de Los Pedroches físicos, de sus encinas y dehesas, de sus caminos que van y vienen, del granito y la pizarra, sino más bien del espíritu de Los Pedroches, de lo que hemos vivido y sentido y nos ha hecho ser  como somos y había que transmitir a futuras generaciones con el lenguaje eterno de la lírica para que no se borre de la memoria".

Tras agradecer su colaboración a todos los que han participado en esta edición, insistí en el tema de la memoria:  "La memoria nos dota de personalidad como individuos y nos diferencia del árbol y de la piedra dura, porque nada somos sin recuerdos, pero también las sociedades necesitan mantener viva su memoria, sus gestas, sus héroes. Amamos Los Pedroches porque hoy son el resultado de una historia que los avala y que nos hace sentirnos orgullosos de ellos, a pesar de sus miserias. Hoy distinguimos a Juana por su palabra, porque es un deber de la sociedad manifestar públicamente su reconocimiento a cuantos ciudadanos dan, en un momento u otro, testimonio de mérito, de nobleza o de valentía. A ellos les debemos nuestro presente. El reconocimiento de honores a quienes lo merecieron constituye un gesto de solidaridad comunitaria que contribuye a forjar nuestra memoria sobre cimientos sólidos y no sobre la incertidumbre del miedo y la amenaza".



Participantes en el acto, con las pinturas del altar mayor detrás.

A continuación, María Jesús Sánchez Raya intervino en nombre del jurado que ha otorgado el premio. En primer lugar, aludió a los otros dos libros candidatos para resaltar la "diversidad de intereses" literarios de los escritores de la comarca. Hizo un breve recorrido por la obra de Juana Castro y aludió a los muchos galardones recibidos. En cuanto a Antes que el tiempo fuera, el poemario premiado, señaló que "está muy marcado por su vivencia del mundo rural" y otros temas habituales como la mujer y el tiempo "alcanzan una fuerza mucho mayor dentro de este marco significativo". Como consecuencia de ello, aludió a la oposición campo/ciudad y concluyó que "la ruptura de la naturaleza que se produce en la ciudad nos deja a todos huérfanos de nuestra propia identidad". Destacó como uno de los temas principales del libro el de la mujer y la madre, "una madre que se vive con complicidad y una madre que se vive también como enemiga, es un duelo casi con una misma que se vive generación tras generación". Advirtió asimismo la presencia en los poemas del peso de la historia, la guerra y el tiempo, "desde la atemporalidad del fósil hasta el tiempo personal del ciclo vital que se acaba".


El público aplaude tras una de las intervenciones.

"Este invierno he visto a la vejez pasearse por mi casa"

En este momento le hice entrega a la poeta de su premio, el arado romano que lo simboliza. Juana Castro, en su intervención, se mostró contenta por estar en Torrecampo y rememoró cómo cuando tenía 14 años visitó este pueblo con el colegio y fruto de esa experiencia escribió un relato que ganó un concurso en la radio ("relato que no conservo"). Se mostró agradecida y contenta por el premio, puesto que "a pesar de que a una le den otros reconocimientos en distintos sitios, la tierra es la tierra, tira mucho y lo valoramos mucho, así que me hace muchísima ilusión".

Aludiendo a que es la segunda vez que recibe el Premio Solienses (la primera fue en 2006 con Los cuerpos oscuros), Juana hizo una confesión de alcance: "Me hace más ilusión este premio que el de 2006, porque entonces no pensaba yo en la finitud, mientras que este invierno he visto a la vejez pasearse por mi casa y no sé si podré escribir más poesía. A estas alturas no sabe una si es la poesía la que me abandona o soy yo quien abandona la poesía".

Sobre Antes que el tiempo fuera, Juana reveló que "significa retroceder en el tiempo, ir hasta antes de la humanidad, cuando el universo, cuando el agua, cuando la creación, ir hacia un tiempo que todavía no lo era (...) y desde ahí avanzar por la prehistoria, por las estrellas, por la madre, por el mar, por Los Pedroches". Y añadió: "La historia de Los Pedroches entre la historia familiar más o menos personal. La ilusión y el proyecto de construir poéticamente la intrahistoria de nuestra comarca, una suerte de epopeya o épica lírica, en comunión a veces con mi compañero y marido Pedro Tébar" (autor de Canción de la madre del agua, Premio Solienses 2009, un conjunto de relatos inspirados en leyendas y hechos históricos de Los Pedroches).

En cuanto al lenguaje de Antes que el tiempo fuera, Juana reconoció que "se ha despojado hasta el extremo. Han sido ocho años de sedimentación y poda, aunque haciendo uso de algunos términos intencionadamente arcaicos". Seguidamente, la autora leyó varios de los poemas de su libro.


Juana Castro firmando libros a los lectores.

Las cartas de Juan Ramón Jiménez y el violonchelo de Cristina Amor

El Museo PRASA Torrecampo colaboró en este acto mediante una pequeña exposición. En una vitrina se recogieron algunas muestras reales de fósiles amonites, el cefalópodo Amaltheus que constituye un leitmotiv del poemario premiado en esta edición del Solienses. En otras, la colección de cartas autógrafas originales de Juan Ramón Jiménez de la que ya hemos hablado.

Como conclusión del acto, vivimos un momento realmente inolvidable. Allí, al pie del altar mayor, en el arranque de los arcos ojivales que señalan las naves de la ermita, Cristina Amor Rey interpretó varias piezas al violonchelo que pusieron el colofón ideal a una mañana de tanta poesía.


La violonchelista Cristina Amor.


Una de las cartas de Juan Ramón Jiménez que se expusieron ayer.

Los asistentes

La entrega del Premio Solienses, tras doce años de convocatoria, constituye ya un punto de encuentro de amor y entrega por la cultura de Los Pedroches. Entre los escritores de la comarca estuvieron, además de Juana y María Jesús, Pedro Tébar, Francisco Antonio Carrasco, Félix Ángel Moreno Ruiz, María Pizarro y Juan Bosco Castilla, ganadores todos ellos del Premio Solienses en anteriores ediciones. También acompañaron Pilar Muñoz Álamo (candidata este año), Yolanda López, Pérez Zarco y Juan Ferrero. Entre los políticos estuvieron, además del alcalde de Torrecampo, el alcalde de El Viso y presidente de la Mancomunidad, Juan Díaz, y la alcaldesa de Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez, ambos asiduos a esta cita anual. También saludamos a Francisca Alamillo, próxima alcaldesa electa de Torrecampo, y a varios concejales de otros pueblos. Muchos amigos habituales que forman parte del mundo cultural de la comarca, como Juan Bautista Carpio, director del Museo Prasa; Francisco Godoy, director del Museo del Pastor de Villaralto; el periodista y cronista oficial de Villaralto Manuel Fernández; José María Fernández y otros miembros de Aliara; Juan Emilio García, presidente de la Casa del Valle de Los Pedroches en Córdoba; los periodistas de Pozoblanco Antonio Manuel Caballero, Julia López y Maria Luna Castro; el fotógrafo Rafa Sánchez; el pintor viseño Nemesio Rubio; el presidente de la asociación Piedra y Cal Antonio Morillo; el cronista oficial de Belalcázar Feliciano Casillas; el secretario de Ofiarpe Patricio Moreno; la presidenta del CIT Daría Romero y muchos otros que sería prolijo citar. Para qué ocultar que la mayoría de los nombrados han colaborado ya de algún modo u otro en alguna ocasión con Solienses (y los que aún no, lo harán pronto).


Juan Díaz, Dolores Sánchez, Juana Castro, Francisco del Castillo y Antonio Merino.

Y por supuesto, el calor de todos los lectores y amigos de Juana Castro y de Solienses, que dieron color y sentido a todo este esfuerzo. Todos ellos, una vez terminada la firma de libros, compartimos copa y aperitivo bajo los árboles que rodean la ermita, en amena sombra y agradable tertulia generadora de otros encuentros, de otras citas y de otros compromisos que están por venir.


Tras el acto, tomamos un aperitivo en el exterior de la ermita.


Juana y Antonio junto a Patricio Moreno, secretario de Ofiarpe.


Vista de la ermita al finalizar el acto.



MAÑANA: 
EL PREMIO SOLIENSES 2019 EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

5 comentarios :

Anónimo | lunes, junio 03, 2019 11:18:00 p. m.

Enhorabuena a la galardonada, a Solienses, a la concertista, al Ayuntamiento de Torrecampo, al Museo Prasa Torrecampo, a 17 Pueblos y a tod@s los asistentes. Fue un acto precioso y emotivo en un recinto monumental. Un acto que refuerza y relanza la identidad comarcal pedrocheña. FELICIDADES. Ojalá algún día tengamos la suerte de contar con el Premio Solienses en Conquista (que muy orgullosos estamos de nuestra galardonada María Pizarro). Saludos desde Conquista y Montilla.

Daría | miércoles, junio 05, 2019 11:48:00 a. m.

La verdad es que actos como el de la entrega del Premio Solienses el pasado domingo en Torrecampo, hacen que se vislumbre un poco de esperanza en el futuro de nuestra tierra. Allí se juntaron personas de todo signo y procedencia, personas que están convencidas de que, sin sentimiento firme de COMARCA, no tenemos futuro. Y, sobre todo, por el trabajo constante de Antonio Merino; por su dedicación a nuestra tierra, por hacer de Solienses una ventana abierta a la cultura, a la sociedad de Los Pedroches, a sus problemas y a sus alegrías. Gracias Antonio!

Anónimo | miércoles, junio 05, 2019 12:59:00 p. m.

No se si un lugar de culto a Dios como es la ermita de la Virgen de Gracias sea el lugar mas adecuado para celebrar un acto pagano. O por lo menos felicitar también a la Iglesia por ceder uno de sus edificios.

Anónimo | jueves, junio 06, 2019 10:29:00 a. m.

Y agradecer a la Virgen por obrar el milagro!

Anónimo | viernes, junio 07, 2019 12:35:00 p. m.

Al pan pan,y al vino vino.

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