02 mayo 2017

That's me in the corner

Estas últimas semanas ha habido bastante agitación literaria, y cultural en general, y también de otros ámbitos, y casi toda me la perdí porque la preparación de la entrega del Premio Solienses exige bastante tiempo y ocupa todo el que queda libre cuando uno cumple sus propias obligaciones, y en fin, mis disculpas. Lástima que a veces todo parezca coincidir a la vez y no se pueda atender a tanto. El viernes 21 en Villanueva de Córdoba y el sábado 22 en Pozoblanco se presentó el poemario El cuadro del dolor de Ana Castro, al que ya le he dado mi primera lectura y pronto escribiré mi opinión sobre él, por si a alguien le interesara, que seguramente no. El mismo viernes vio la luz en un bar, como corresponde, el libro 13 años de rock'and'roll y papel fotocopiado. Una historia de la muestra Pop-zoblanco, que editan libérrimamente los del fancine Serie B, recogiendo recuerdos de cuando entonces éramos jóvenes y felices. Ese sábado, antes de que Malikian abrumara con sus saltos en El Silo (y algún día habría que reflexionar sobre este fenómeno, porque, vamos, ni que ahora todos nos hubiéramos convertido de repente en salvajes Wittgensteins), en la Casa de la Cultura de Añora Los Mejía lidiaron a Avispao, con orejas y vuelta al ruedo. Luego, el domingo, llegó lo del Premio Solienses en El Viso, esa mezcla de emociones, agradecimientos y esfuerzos que aún resulta complejo asimilar, y no digo ya explicar. María me regaló su nuevo libro de poemas y Juana una antología de Julia Uceda. Y, mientras tanto, la Feria Agroganadera en el recinto ferial de Pozoblanco concitaba encuentros y permitía derramarse en fotos de animales. El XVII Certamen de Narrativa Corta “Villa de Torrecampo” (no olvidemos: 3.000 euracos) lo ganó este año con su relato ‘La angustia del plano inclinado’ el castellonense Juanma Velasco Centelles, que se dedica profesionalmente, según su curriculum, a la "escritura para terceros" a través de una web llamada Te escribo lo que quieras. Al otro sábado, el 29, Pérez Zarco presentó finalmente en Pozoblanco su Les Espagnols, una historia de resistencia, lo que no pudo o quiso hacer en Torrecampo, y del acto ha dado buena cuenta 17 pueblos. Yo me limité a apuntar algo y a cambio he recibido todos los coscorrones, incluso, ay, los que no me correspondían. Oh, no, I've said too much.


Las dos Castro en Villanueva de Córdoba. [Foto: @AnaCastroV]


Arde Malikian en Pozoblanco. [Foto: Cultura Pozoblanco]


Los Mejía, con el público de Añora al fondo. [Foto: Los Mejía].


El Solienses se va a El Viso. [Foto: Juan Díaz]


Una tarde en la Feria.

3 comentarios:

  1. You never say too much. Y quien se moleste, que analice su propia producción...

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  2. Me encanta lo moderno que es todo. Y el toro colorao lo mas, con su piercing en la nariz. Que superguay y multi fashión. Yo le daba el primer premio.

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