Balda y codal: cómo se hacen las paredes de piedra en Los Pedroches
Elementos de una pared [Captura de vídeo].
A propósito de las paredes de piedra seca o de barro, de las que hablamos el otro día, traigo aquí estos tres vídeos que explican el modo tradicional de realizar estas paredes en Los Pedroches, las cuales, en su mayor parte, combinan en la misma construcción la técnica de la piedra seca con otras que utilizan algún tipo de argamasa. El primero recoge un divertido reportaje emitido en el programa de TVE Aquí la tierra en el que los paereros jarotes Antonio Jurado y David Torrealba explican cómo reconstruyen una pared: hasta unos 40 cm. del suelo con piedra seca y a partir de ahí con barro.
Por su parte, el Bullero de Añora explica en este vídeo muy didáctico el vocabulario básico de la profesión: barda (o balda), acazumbrar, ripios, enrripiar, coal (codal), albarrada... mezclado con dichos y decires de los paereros antiguos.
En este último (de los muchos que sobre el tema pueden encontrarse en YouTube), Juan, que es hijo del mejor paerero de Pozoblanco y de Andalucía, según él mismo declara, nos explica in situ su trabajo como reconstructor de paredes.
Un Viaje al Corazón de la Piedra en Los Pedroches Las paredes de piedra de Los Pedroches son mucho más que simples divisiones; son el alma visible de un paisaje ancestral. Construidas pacientemente, piedra sobre piedra, por manos de generaciones, estas paredes de granito narran una historia de esfuerzo y simbiosis con la tierra.
Son el testimonio de un pasado rural, cuando los límites de las fincas se marcaban con lo que la propia dehesa ofrecía: la piedra dura y omnipresente. El granito, cortado y encajado con maestría, crea un dibujo único que serpentea por laderas y valles, abrazando encinas y caminos.
Estas construcciones, que a primera vista parecen rudas, revelan una belleza sutil. La luz del atardecer tiñe sus superficies de tonos ocres y dorados, mientras que los líquenes y musgos les dan una pátina de verde y gris. Son un refugio para la fauna y un hogar para la flora, que crecen en sus rendijas y huecos.
Las paredes de piedra de Los Pedroches son un legado que nos recuerda la importancia de vivir en armonía con el entorno, de trabajar con lo que la naturaleza nos brinda. Son un monumento a la resiliencia y la sencillez, un recordatorio silencioso de la sabiduría de aquellos que habitaron estas tierras antes que nosotros.
ResponderEliminarUn Viaje al Corazón de la Piedra en Los Pedroches
Las paredes de piedra de Los Pedroches son mucho más que simples divisiones; son el alma visible de un paisaje ancestral. Construidas pacientemente, piedra sobre piedra, por manos de generaciones, estas paredes de granito narran una historia de esfuerzo y simbiosis con la tierra.
Son el testimonio de un pasado rural, cuando los límites de las fincas se marcaban con lo que la propia dehesa ofrecía: la piedra dura y omnipresente. El granito, cortado y encajado con maestría, crea un dibujo único que serpentea por laderas y valles, abrazando encinas y caminos.
Estas construcciones, que a primera vista parecen rudas, revelan una belleza sutil. La luz del atardecer tiñe sus superficies de tonos ocres y dorados, mientras que los líquenes y musgos les dan una pátina de verde y gris. Son un refugio para la fauna y un hogar para la flora, que crecen en sus rendijas y huecos.
Las paredes de piedra de Los Pedroches son un legado que nos recuerda la importancia de vivir en armonía con el entorno, de trabajar con lo que la naturaleza nos brinda. Son un monumento a la resiliencia y la sencillez, un recordatorio silencioso de la sabiduría de aquellos que habitaron estas tierras antes que nosotros.