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Yo no me olvido

Cerro del Cuerno/37

Señor Presidente del Congreso de los Diputados: Enterado de que el 27 de enero pasado se celebró en el Congreso de los Diputados la primera Conmemoración oficial de ámbito estatal en memoria del Holocausto, cuando se recuerda el 60 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, al tiempo que me sumo al recuerdo del sufrimiento del pueblo judío deseo comunicarle que:

Yo no me olvido de Rafael Gil Navarrete, nacido en Alcaracejos y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en octubre de 1941. Yo no me olvido de Ignacio Piquer Palacios, nacido en Añora y muerto en el campo de deportación nazi de Mauthausen en enero de 1941. Yo no me olvido de Antonio Calvo Torrico, nacido en Belalcázar y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en noviembre de 1941. Yo no me olvido de Emilio Alcalde Giménez, nacido en Dos Torres y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en febrero de 1941. Yo no me olvido de Antonio Pérez Gómez, nacido en Hinojosa del Duque y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en noviembre de 1942. Yo no me olvido de Isidoro Arévalo Rubio, nacido en Pozoblanco y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en enero de 1942. Yo no me olvido de Juan Romero Arroyo, nacido en Torrecampo y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en diciembre de 1941. Yo no me olvido de Damián Castro Molinero, nacido en Villanueva de Córdoba y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en enero de 1942. Yo no me olvido de Manuel Blanco Cañadas, nacido en Villanueva del Duque y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en marzo de 1941. Yo no me olvido de Miguel Orellano Madueño, nacido en Villaralto y muerto en el campo de deportación nazi de Gusen en diciembre de 1941. Y no me olvido de tantos otros exiliados republicanos nacidos en pueblos de Los Pedroches y muertos en campos de deportación nazis, que tuvieron la mala fortuna de vivir en tan desgraciado momento de nuestra historia y que sumaron al dolor del destierro de su patria el trato más degradante que un ser humano puede recibir. Yo no me olvido de ellos ni de sus verdugos y me uno a quienes solicitan respetuosamente a sus señorías el esfuerzo de memoría histórica que corresponde a la dignidad de estas víctimas y sus familiares.

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