Diputados
Durante el primer año de vida de las Cortes de 1846 se celebraron en Córdoba hasta siete elecciones parciales como consecuencia de las vacantes que, por circunstancias diversas, se produjeron en algunos de sus distritos. En una de esas elecciones parciales, realizadas el 24 de diciembre de 1846, se eligió como tercer representante del distrito de Pozoblanco (que incluía las poblaciones de Pozoblanco, Alcaracejos, Añora, Conquista, El Guijo, Pedroche, Torrecampo, Dos Torres, Villanueva de Córdoba, Villanueva del Duque, Adamuz y Villafranca) al gaditano Javier Cavestany, ex-jefe político de la provincia (1844-1846) y vinculado al sector puritano del Partido Moderado, quien pronto hizo prevalecer en su actividad parlamentaria su condición de funcionario, mostrándose sumiso a la política ministerial y aceptando cuantos ascensos le fueron ofrecidos. (Véase Enrique Aguilar Gavilán, Vida política y procesos electorales en la Córdoba isabelina (1834-1868), págs. 211-214).Esta pequeña introducción viene a cuento de un opúsculo satírico anónimo de la época que hemos encontrado en el que se retrata irónicamente y sin misericordia a los diputados de la época: Semblanzas de los 340 diputados a Cortes que han figurado en la legislatura de 1849 a 1850 (Madrid, 1850). De Francisco Javier Cavestany, diputado por el distrito de Pozoblanco, se dice:
Ninguno ha causado a los pueblos tantas molestias, ninguno ha dado tanto quehacer a sus comitentes. Todos los años les pide encarecidamente su confianza, y tan pronto co o la depositan en él la cambian por la del gobierno, sujetándose a reelección. En cada legislatura presenta distintos poderes, y siempre que presenta sus poderes es agraciado con un nuevo destino.
Ha tenido mando en todas las provincias, y nada ha bastado a satisfacer su ambición. Sólo desempeñando los cargos incompatibles de jefe político y corregidor a la vez, o habiéndole nombrado gobernador de primera clase ha podido mitigarse algún tanto su constante empleopesía.
Siempre que viene a Madrid presta juramento como diputado, puesto de hinojos ante el presidente del Congreso, y cuando es trasladado a otro destino hace lo mismo delante de S. M.; de modo que todo el tiempo que S. S. está en la corte, lo pasa puesto de rodillas.
¡Y luego se dirá que los representantes del pueblo no procuran economías ni promueven mejoras, cuando al elegirles ya se sabe que han de hacer todo lo contrario! Razón tenía el célebre Scribe, cuando dijo, que si los carneros tuviesen derecho electoral darían su voto al carnicero"
Por su parte, de Antonio Gutiérrez de los Ríos, diputado por el distrito de Hinojosa (que incluía el resto de pueblos de Los Pedroches, más otros del valle del Guadiato y la Sierra), se dice:
Es jefe de negociado en el Ministerio de Gracia y Justicia, sin haber sido nunca ni promotor fiscal.
En el Congreso fue redactor del Diario de las Sesiones, y ni entonces, ni antes, ni ahora ha disfrazado su opinión de retrógrado.
Habla cuando lo cree necesario, y lo hace con fluidez y corrección.
Alto, delgado, moreno y con un modito tan suave que cualquiera dirá que no es capaz de romper un plato.
Así eran antes nuestros diputados. Afortunadamente, las cosas han cambiado mucho deste entonces y hoy nuestros representantes políticos son totalmente diferentes.
1 comentarios :
sí, sí, hay que ver cómo han cambiado.
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