COVAP en la encrucijada
Tras escuchar la grabación de la junta preparatoria de la asamblea general celebrada el pasado jueves en Pozoblanco, saco la conclusión de que el consejo rector de COVAP pecó de exceso de confianza. Acostumbrado quizás a que sus posturas salgan adelante sin la más mínima oposición, decidió que no hacía falta gastar energías en un tramite que se estimaba rutinario, y no hizo el más mínimo esfuerzo por presentar, defender y justificar con coherencia su propuesta, como parece de rigor en ocasiones de tanta trascendencia. Ya sorprende que la reunión comenzara directamente con las intervenciones y preguntas de los socios, sin que previamente nadie hubiera expuesto fundamentadamente el motivo de la reunión, presentado la postura oficial del consejo rector ni aducido las razones por las que se ha llegado hasta aquí. No es de extrañar por ello que casi toda la primera hora de la junta se desperdiciara en consideraciones vagas sobre la venta o traspaso de acciones de la futura sociedad, cuando ni siquiera se había discutido todavía sobre su estructura, sus ventajas o inconvenientes futuros y su repercusión real en la condición de los socios. Se produjo así cierta situación de desconcierto no exento de desolación (y aun de berlanguismo), cuando los propios asociados, poco acostumbrados a hablar en público, debieron lanzarse a plantear cuestiones que quizás hubieran debido ser resueltas globalmente en una intervención inicial, en la que se plantearan los riesgos de la operación y los retos ambiciosos a los que, no obstante, la propuesta de la junta rectora quiere dar respuesta. Además, la mayoría de las preguntas de los socios eran respondidas por el representante de la firma encargada de elaborar el estudio de reestructuración encargado por Covap, con la involuntaria sensación de frialdad y lejanía que produce alguien que no vive el problema en primera persona, sino en tercera. Tan sólo al final de la reunión, quizás presintiendo el peligro, el señor Aránguez hizo una tibia defensa de su propuesta, sin energía ni argumentos convincentes, y con una actitud muy lejana a la que se espera de una persona que lidera un proyecto tan importante. Lo dieron todo por ganado antes de tiempo y, teniéndolo todo a su favor, perdieron en la batalla más fácil.La conclusión final que parece extraerse de la reunión no es, por tanto, que exista un rechazo frontal a la propuesta, sino que el consejo rector ha actuado con la soberbia de un consejo de administración y no con la cordialidad debida a una cooperativa en la que, por serlo, todos los socios demandan el mismo trato. Se manifestó en la reunión una alarmante escasez de información, incluso en aquellos candidatos a delegados que propugnaban el sí a la reestructuración (la mayoría de los cuales, por cierto, sólo apuntaron como argumento a favor de su postura su fe ciega en la valía y buen gobierno del consejo rector actual). Más que un no a la propuesta ha sido un no al modo en como ella se ha gestionado, con una prepotencia que ha chocado con el desconcierto y la natural resistencia de los socios a cambios tan radicales (lo que no condiciona futuras adhesiones: es posible que, con más información, la respuesta también hubiera sido negativa).
La situación ahora no está totalmente definida. A pesar de que los delegados elegidos son mayoritariamente partidarios del no, los estatutos y la ley de Cooperativas Andaluza establecen que “los delegados no tendrán mandato imperativo, pero estarán obligados a actuar con la buena fe y diligencia de un mandatario”. El problema, según sugiere a Solienses una persona que conoce bien los entresijos de la cooperativa, "no está en que no tengan mandato imperativo, ya que éste sería muy difícil de hacer cumplir en votaciones secretas. El verdadero problema es que ni siquisiera hay un mandato de la Junta, porque ésta no ha tomado ninguna decisión, lo único que se les manda a los Delegados es que voten". La asamblea general del 12 de noviembre no ha sido despojada todavía, por tanto, de su emoción y de su carácter trascendente para el futuro de Los Pedroches.
A continuación insertamos algunos archivos sonoros (mp3) de la junta preparatoria de Pozoblanco, representativos de las diferentes posturas que allí se expusieron por parte de los candidatos a delegados. La calidad del sonido es mediana pero el documento será de interés sin duda para quienes deseen conocer las razones de unos y otros. Las inserto en el mismo orden en que fueron pronunciadas en la junta.
Miguel Sánchez García, en nombre del grupo Todos con Covap (partidarios del No): "El cambio propuesto por el consejo rector suprime la razón de ser de nuestra cooperativa" [Escuchar intervención completa (15.199 Kb)].
Aurelio Moreno García (partidario del Sí): "Pido el sí, aunque la mayoría no lo vemos claro" [Escuchar intervención completa (2.106 Kb)].
Ezequiel Olmo Arroyo (partidario del Sí): "Va a dar un paso de gigante la cooperativa hacia el futuro". [Escuchar intervención completa (730 Kb)].
Agustín Olmo Escribano(partidario del No):"En este pueblo no nos juntamos más que para los entierros, y es una pena que vengan ustedes a enterrar la cooperativa" [Escuchar intervención completa (2.145 Kb)].
Pedro Rubio Moreno (partidario del Sí): "Ha llegado el momento en que la cooperativa no cabe ya en la talla de una cooperativa" [Escuchar intervención completa (2.715 Kb)].
Intervención de Tomas Aránguez, presidente de COVAP, sobre la propuesta del consejo rector: "Este modelo en ningún caso supone que la cooperativa desaparece" [Escuchar intervención completa (10.704 Kb].
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