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Primavera en diciembre

Primavera en diciembre en la dehesa de la Vera de Añora
Primavera en diciembre en la dehesa de la Vera de Añora.

Está claro que en Los Pedroches la primavera es el otoño. Entre los meses de octubre y noviembre se produce en nuestra comarca una transformación radical del paisaje, pasando del secarral pardo del largo verano que comenzó en mayo a una explosión cromática en la que resulta imposible encontrar todos los adjetivos que serían necesarios para nombrar los infinitos matices del color verde. Viendo esa imagen de arriba, tomada esta misma mañana en la dehesa de Añora, con un inmenso campo poblado de flores amarillas y lilas, ¿quién diría que estamos en diciembre y no en abril?. Siendo ahora, pues, el momento ideal para visitar los campos de nuestra tierra, permitan un consejo para quienes no sepan exactamente cómo enfrentarse a tal revolución de sensaciones. Hay que convenir que uno de los más hermosos lugares para disfrutar ahora mismo del paisaje de Los Pedroches en todo su esplendor es el parque municipal de San Martín, en Los Jarales de Añora. Desde el mirador que se ha construido al lado de la ermita, también de reciente factura, se divisa una de las perspectivas más impresionantes que imaginarse puedan. Si hay suerte y el día está claro se contemplan la mitad de los pueblos de Los Pedroches protegidos a lo lejos por los picachos de las sierras circundantes. Pero incluso tan sólo el paisaje más cercano es deslumbrante: el encinar con su verde ardiente surgiendo gallardo del tapiz herbáceo que celebra un otoño bendecido por las lluvias más exactas que hubieran podido rogarse. En este otoño que no es otoño, sino primavera.


Ermita y mirador del parque San Martín, en Los Jarales de Añora.


Vista desde el mirador: en primer término el encinar y, al fondo, Pozoblanco entre la bruma.

2 comentarios :

Anónimo | domingo, diciembre 03, 2006 9:03:00 p. m.

¿A qué hora estuvo por allí? Esta misma mañana hemos estado toda la familia. No se equivoca: las vistas son espléndidas y el campo está precioso.

Y las variedades micológicas pueden contarse por decenas.
Saludos

Anónimo | lunes, diciembre 04, 2006 7:14:00 p. m.

Ciertamente Antonio en vuestro pueblo habeis sabido aprovechar un enclave privilegiado para contemplar la naturaleza os felicito. tambien he pasado alguna que otra mañana alli, tomando un pincho de tortilla y un buen vino, el sitio es precioso e invita a eso.

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