Cuando hablamos de teatro clásico
¿En qué pensamos cuando hablamos de "teatro clásico?". Sí, ya sé que son nimiedades veraniegas, pero tan deliciosas que no me resisto a paladearlas. Ayer se presentó en Diputación la VIII Muestra de Teatro Clásico de Los Pedroches y su seguimiento periodístico es todo un ejemplo de cómo funciona el cortaypega estival. El más clamoroso resulta el caso de El Mundo (pues parece difícil cometer más errores en tan pocas líneas, aunque lo del "actor Gil Larrondo" es ya de antología), pero vayamos primero con la respuesta del delegado de Cultura de la Diputación, José Mariscal: "cuando hablamos de teatro clásico tendemos a pensar en los autores griegos, pero en este caso la muestra se centra en el siglo XVII y XVIII en España". Sin embargo, de las siete obras que se van a representar en la Muestra, tan sólo tres son españolas y de los siglos "XVII y XVIII" (bueno, vale, seamos benévolos y supongamos que quiso decir "siglos XVI y XVII", o incluso que ha sido un error del periodista, que con esto de los romanos ya no se aclaran muy bien los del gremio; pero, aun así, siguen siendo tres). Pues ni Shakespeare ni Molière son españoles, Mihura es del siglo XX (pero, ¿alguien piensa en Miguel Mihura cuando se habla de "teatro clásico", aun siendo Tres sombreros de copa ya un clásico de la literatura española?) y la obra Basta que me escuchen las estrellas no es propiamente de Lope de Vega, sino una creación de Laila Ripoll y Mariano Llorente en torno a la vida del autor. Un Lope, un Calderón y un Rojas Zorrilla constituyen todo un lujo, pero no sé si sustentan suficientemente esta afirmación de Mariscal: "esta octava muestra se centra en nuestros clásicos del Siglo de Oro en contraposición con otras poblaciones en donde el teatro se centra en los clásicos griegos". Ay, ¿será Mérida una de esas otras poblaciones? Y entonces, ¿estamos ya poniendo al mismo nivel nuestra Muestra y el Festival de Teatro Clásico de Mérida? ¿Estamos comparando? Porque con el lenguaje críptico necesitado de exégesis que, al parecer, ahora se utiliza, ya no sé qué pensar.El presidente de la Mancomunidad, Luciano Cabrera, por su parte, tropieza en el siempre farragoso mundo de los números: "más de 3.000 personas pasarán en esos días por la mancomunidad". ¿Pasarán por la mancomunidad? ¿qué clase de lenguaje es éste? ¿quiere decir que vendrá de fuera tal cantidad de personas? ¿o esa es la estimación global de público asistente a las representaciones? Tres mil personas entre nueve sesiones salen a trescientas y pico personas por jornada. No está mal, pero tampoco es para tirar cohetes, máxime teniendo en cuenta que muchas serán siempre las mismas. Porque eso de que, según Mariscal, "la muestra de Los Pedroches ha trascendido la comarca y llega a Badajoz y Ciudad Real" resulta, de momento, una dulce ilusión.
3 comentarios :
Pues efectivamente la muestra de teatro clásico lleva años sin tocar lo clásico, e incluso ha tenido ediciones donde ha saltado al teatro más moderno y transgresor.
Entonces o cambian las obras o cambian el título de la muestra.
Sobre la presentación oficial de esta Muestra, se podía leer ayer en el Diario Córdoba cómo uno de los allí congregados decía algo así como "que se pretendía acercar el teatro clásico a los niños". ¿De qué manera?, pero si precisamente lo que han hecho es eliminar las obras para niños que el año pasado añadieron a la Muestra. Además, el año pasado en Cardeña en la representación de la obra de “El enfermo imaginario” que era una de las que podían entretener a los niños (como así fue), a mi hijo de 7 años le cobraron los 5 euros reglamentarios que pagamos los que no tenemos "amiguetes".
Lo de "cargarse" el teatro infantil no lo ha entendido nadie, será porque los niños no votan.
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