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La soledad de los versos


Ana Istarú y Nicole Brossard, esta tarde en la Biblioteca Municipal de Dos Torres.

Esta tarde ha tenido lugar en Los Pedroches uno de los acontecimientos culturales más relevantes de los últimos años. Lástima que la gente de Los Pedroches no estuviera allí para disfrutarlo. Cuatro poetas venidos de otras tantas partes del mundo han leído sus versos al aire de Dos Torres y Pozoblanco y desde hoy el cielo de Los Pedroches es más puro y sincero. Lástima que no hubiera suficientes manos para aplaudirles ni tantos corazones necesarios para agradecerles su bien.


Istarú, Brossard y López Andrada.

Ocho personas nos hemos reunido en la Biblioteca de Dos Torres para escuchar los versos de la canadiense Nicole Brossard y la costarricense Ana Istarú, presentadas ambas por Alejandro López Andrada. El acto formaba parte del festival Cosmopoética, que organiza el Ayuntamiento de Córdoba y que este año ha tenido la generosa iniciativa de desplazar actividades a otros pueblos de la provincia. Brossard ha leído en francés una selección de sus poemas, luego vertidos al castellano en la voz dulce de Ana Istarú. Después Istarú, todo exhuberancia y sensualidad, como su poesía, nos ha interpretado sus propios poemas, pues la palabra lectura no define el regalo que esta mujer de teatro nos ha ofrecido bajo los hermosos arcos del antiguo pósito.


Ana Istarú: "Dolor de parto"


Fátima Naoot da instrucciones al traductor sobre la lectura de sus poemas, esta tarde en el Mirador del Teatro El Silo de Pozoblanco.

En Pozoblanco, el Mirador del Teatro el Silo ha acogido a los quince sedientos que no temieron la lluvia ni sucumbieron a la feria. Sólo para ellos el cántabro Lorenzo Oliván nos ha descubierto el universo de su poesía, ignota hasta ahora para mí, como su nombre. Escuchar tan envolvente voz, capaz de crear una atmósfera acorde a la hondura de sus versos, justificó por sí solo haber vivido este sábado. Luego, la poeta egipcia Fátima Naoot leyó en árabe su reivindicación lírica de la mujer y del amor con emociones amasadas en las tradiciones orientales. Desde la torre casi vacía del Mirador se divisaba toda la soledad de la comarca y el sol se ponía entre las nubes cuando Oliván pronunció en castellano la última palabra de Naoot.


Lorenzo Oliván: "Rosa de los vientos".


Fátima Naoot leyendo uno de sus poemas.


Lorenzo Oliván lee sus versos, y Pozoblanco al fondo, ausente.


De izquierda a derecha, Alejandro López Andrada, Fátima Naoot, su traductor y Lorenzo Oliván.

[Nota:
Mañana, con mejor tecnología, incorporaré
algunos archivos de audio con los poetas
leyendo sus versos.]

9 comentarios :

Jovellanos | domingo, abril 18, 2010 8:49:00 a. m.

Hay que preguntarse ¿Por qué ocurren estas ausencias? Las gentes hay que motivarlas y hay que hacer llegar la noticia de la existencia de esos actos. Hay suficientes medios para conseguirlo: radio, televisión, cartelería...Hay que huir de que la noticia llega por sí sola a la gente, necesita un tiempo para recibirla y más aún para asumirla...No puede ser una determinación desde lejos...sin contar ni conocer a las gentes de una comunidad...Es pasmoso ese panorama de soledad...
Otro factor que hay que analizar es que la poesís no es manjar de todos los vientres...quizá necesite más exquisitez...más hondura...
Las personas que intervinieron... aveces la repetición de los mismos rostros y el mismo lenguaje puede cansar o al menos no despertar interés...
Recuerdo cuando hace años se reunían en la Biblioteca Municipal de Pozoblanco un grupo de poesís con el nombre de Juan de los Pedroches...¿HAN DESAPARECIDO AQUELLAS PERSONAS? Posiblemente estén en Pozoblanco pero no les llegara la noticia con tiempo suficiente...

Anónimo | domingo, abril 18, 2010 9:29:00 a. m.

Quisiera hacer una puntualización, sin intención de minusvalorar a nadie:

Alimentar a los cerdos con caviar es una locura únicamente desde el punto de vista del estado de cotización del caviar.

A mí, por ejemplo, las bellotas dulces de las encinas de nuestra tierra en su estado óptimo de maduración, crudas o asadas, me parecen un manjar tan exquisito que no tendrían nada que envidiar a otros manjares exquisitos que hay por el ancho mundo.

Anónimo | domingo, abril 18, 2010 12:40:00 p. m.

No es bueno decir ahora: "Ya lo dije" sino decir: "¿Qué hacemos para remediar esto?"
Como siempre (se dice siempre, a todas horas, sobre la violencia de género, sobre las agresiones sexuales infantiles etc) tenemos que acabar deduciendo: Falta educación. ¡Ah si los dineros de los pueblos para la cultura se hubiesen empleado en educar, educar, acostumbrar el oído de los niños y niñas a los versos! No tendríamos más trabajo pero cuando llegue un poeta como estos a nuestra comarca no estaría solo.

Anónimo | domingo, abril 18, 2010 1:02:00 p. m.

Pues es verdad lo que se ha dicho hasta ahora sobre el tema. Porque hemos de saber que cuando un poeta de la categoría de estos se desplaza desde su país de origen y viene, primero a Córdoba y luego a Los Pedroches, no lo hace sólo por dinero, ni tan sólamente por decir o interpretar sus versos. Lo hace también porque el poeta se enriquece con la compañía de los demás, con la relación cercana de los demás. Y si esto falla, nuestro visitante habrá probado el rico jamón pero nada más.
Y al del caviar le digo que las bellotas dulces están muy bien pero nuestra aspiración debe ser llegar a degustar también el caviar. El pata negra es caviar para muchos exigentes, como si fuera caviar, dicen. Pues ese caviar proclamado sí que lo sabemos saborear bien.
Y termino con una reflexión sobre otro comentario: ¿No habría que revisar la política cultural de Diputaciones, Mancomunidadades, Bibliotecas, Escuelas e Institutos, gestores etc., en lo relativo a nuestros pueblos? Seguimos haciéndolo todo para salir del paso. ¿Qué pensaría Alejandro cuando vio la escasa asistencia del público a estos actos?

Anónimo | domingo, abril 18, 2010 1:08:00 p. m.

Corrijo lo relativo al caviar: el comentarista (hay que leer bien las cosas) no dice que carezcamos de las glándulas necesarias para saborearlo sino que, por su alto precio, habría que pensar en otro tipo de manjar. Había leído muy deprisa. Enmendada queda mi apreciación.

Groovieland | domingo, abril 18, 2010 2:06:00 p. m.

¿De qué se extrañan ustedes, de que sólo asistan 8 personas a un acto poético? A mí lo que me hubiera sorprendido es que hubieran asistido ochocientas.

O sea, que no es noticia aunque duela.

Anónimo | domingo, abril 18, 2010 2:59:00 p. m.

ES obvio que algo falla para que estos eventos no tengan la repercusión que debieran. Y esto es algo lamentable. La organización tiene que tener en cuenta el tiempo (en que se proponen) y los espacios; al público al que se supone que van dirigidos y el impulso informativo que se les da. La proliferación de actos culturales (de distinta naturaleza) propicia que ya confundamos a menuda las churras con las merinas, y por eso pasan estas cosas. Se les da notoriedad a charlas de cronistas (por poner un ejemplo) y se ignora la poesía de estas sensibilidades mundiales de la poesía. Estamos un poco desorientados.

Anónimo | lunes, abril 19, 2010 1:34:00 p. m.

No era el día, ni el sitio para organizar este acto y de ahí la poca afluencia de público... A ver si va a usted a criticar la falta de sentido común en algunos hechos y no en otros.

Anónimo | lunes, abril 19, 2010 9:09:00 p. m.

A los organizadores de estas jornadas tan interesantes me gustaría hacerle una sugerencia: El lugar del evento cultural es exquisito, pero hay demasiados recovecos para llegar a él, parece como si el sitio elegido fuera para acoger a los oyentes intelectuales más selectos, no para la gente llana del pueblo que también nos gusta saborear esa clase de caviar. Cuando los escritores iban a la biblioteca, me encantaba, era un sitio más accesible para la mayoría, estábamos como entre amigos con los escritores y el público, aún recuerdo a Dulce Chacón, Julio Llamazares etc.

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