Reflexiones desde el mirador de San Sebastián
Mirador comarcal en Dos Torres, junto a la ermita de San Sebastián.
Tal como los indicios permitían ya presagiar, el "mirador comarcal" levantado junto a la ermita de San Sebastián de Dos Torres constituye una grave agresión visual en un paraje histórico que, en general, había conservado bastante bien hasta ahora su naturaleza monumental y paisajística. Una armazón de hierro sobre base de hormigón roba todo el protagonismo a la propia ermita y al pozo de la nieve a cambio del discutible logro de una perspectiva panorámica sobre un espacio muy limitado de la comarca. Es cierto que hablamos de un atentado contra el patrimonio más simbólico que real, al tratarse de una actuación perfectamente reversible. Sin embargo, la intervención nos habla una vez más de la ligereza con la que la propia administración actúa a veces en cuestiones tan delicadas.
En esta obra observo, además, un comportamiento que empieza a generalizarse últimamente en la mayoría de nuestros pueblos, necesitados como estamos de estímulos que impulsen la economía en momentos tan críticos. A base de alentar a toda costa el turismo rural como agente de desarrollo comarcal, a veces da la impresión de que los recursos patrimoniales de que disponemos se subordinan absolutamente al interés comercial, produciéndose una grosera inversión de las dependencias: el patrimonio al servicio del turismo en lugar del turismo supeditado al patrimonio. Ya en otras ocasiones me he referido a esta circunstancia al tratar de las fiestas populares, en no pocas ocasiones orientadas ya preferentemente a la búsqueda del viajero que se deje en el pueblo unos cuantos euros, aunque ello suponga renunciar a unos rituales mantenidos casi inalterados durante generaciones. Pero también ahora ciertas actuaciones arquitectónicas o urbanísticas priman el hipotético beneficio turístico sobre la genuina conservación de espacios y monumentos históricos (y pienso ahora, por ejemplo, en los proyectos en torno al paraje de Majadalaiglesia en El Guijo), como si ambos intereses estuvieran reñidos y no fueran, como son, complementarios. Sería conveniente, pues, un mayor celo por parte de las autoridades en la preservación de nuestro patrimonio como garantía precisamente de un mayor atractivo hacia el forastero, que, al viajar, no busca por lo general decorados artificiosos sino la autenticidad de lo distinto, de lo diferencial, de lo exclusivo. Porque miradores hay miles en toda España, pero el perfil dorado de Dos Torres al atardecer sólo se puede disfrutar desde la muralla centenaria de la ermita de San Sebastián.
Mirador y pozo de la nieve.
La ermita de San Sebastián vista desde el mirador.
2 comentarios :
Me parece feo y el mirador, y ademas impactas demasiado en el entorno, podian haber integrado un mirador dentro de algun edificio, caso como el del Teatro El Silo de Pozoblanco.
Lo que es verdaderamente triste que una obra como esa, haya costado 83000€ para no ver nada. Cuando desde la ermita se ve prácticamente lo mismo que subido en el nido de pájaros como le llaman en Dos Torres al mirador.
Cualquiera conoce que Dos Torres está situado en un "hondo", que desde el Castillo de Santa Eufemia que es uno de los puntos más altos de la comarca, el pueblo de Dos Torres, por su situación geográfica no se ve, así que un mirador de estas características en Dos Torres no tiene razón de ser.
Allá el Partido Popular con sus ideas, pero en este caso se ha "tirado" mucho dinero a la basura, bueno a la basura no, a la empresa que ha hecho el mirador, que en ese pueblo la conocen muy bien.
¡Un Saludo!
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