Tres candidatos que no debieran serlo
Elías Romero, Dolores Sánchez y Manuel Gómez.
No juzgo la gestión de los tres candidatos que no debieran serlo, a mi parecer, sino la relevancia de ciertos aspectos formales que, de algún modo, cuestionan su presencia en las listas de candidatos a las elecciones municipales en sus respectivos pueblos. Veamos por qué.
En primer lugar, Elías Romero Cejudo (PSOE), alcalde de Santa Eufemia ininterrumpidamente desde 1983, hace ya 28 años. De salir elegido de nuevo y completar la próxima legislatura, ocuparía la alcaldía calabresa durante 32 años, ocho legislaturas. Por muy generoso que fuera el límite impuesto a la ostentación de cargos públicos, no cabe duda de que Elías Romero lo ha superado con creces y que su presencia impenitente al frente del consistorio de Santa Eufemia casa difícilmente con el convencimiento democrático de que las mismas personas no pueden perpetuarse en los mismos cargos. Sencillamente, por higiene política. Es propio del ser humano, con el paso de los años, considerarse dueño de los puestos que ocupa temporalmente, juzgarse imprescindible, y tal creencia arrastra inevitablemente una corte dolosa de clientelismos y servidumbres. Tengan en cuenta, para comprender el alcance de esta situación, que las personas menores de treinta años de Santa Eufemia no han conocido otro alcalde en su pueblo que Elías Romero. Insisto en que no juzgo su gestión. Pero la democracia no son sólo contenidos, sino también formas, y la permanencia eterna de Elías Romero al frente del Ayuntamiento de Santa Eufemia nos parece más propia de otros regímenes políticos que quisiéramos superados también en los significantes.
En este ranking de la permanencia le siguen a Elías Romero los alcaldes de El Guijo (Eloy Aperador, PSOE) y Villaralto (Manuel Gómez, IU), que ocupan sus cargos desde 1991, veinte años ya; y, tras ellos, los de Alcaracejos (Luciano Cabrera, PSOE) y Añora (Bartolomé Madrid, PP), que accedieron al sillón en 1995, hace dieciséis años. Todos ellos vuelven a optar a la reelección, considerando quizás ser aún los mejores alcaldes posibles para sus pueblos.
Los otros dos candidatos que, en mi opinión, debieran haber cedido el puesto a otros compañeros de partido son Dolores Sánchez Moreno (PP), alcaldesa de Villanueva de Córdoba, y Manuel Gómez Gómez (IU), alcalde de Villaralto, y ambos por la misma simple razón: porque así lo prometieron hace cuatro años. Ambos se enfrentan a esta contienda electoral y a una hipotética legislatura faltando a su palabra. Y qué nos queda, si no podemos fiarnos siquiera de lo que ellos mismos dicen. Y qué les queda, si les falta su propia coherencia política y hasta personal.
Manuel Gómez, alcalde de Villaralto, entrevistado por Punto Radio Pozoblanco tras su reelección en 2007: "Son mis cuatro últimos años"
Dolores Sánchez, alcaldesa de Villanueva de Córdoba, durante la presentación de candidatos del PP (17/10/2010): "Hace cuatro años dije que no iba a repetir"
8 comentarios :
Eso lo dice quién cerró su Blog para siempre y volvió a los pocos días
¿Ese por qué, no es junto? No lo pregunto con malicia,, es simplemente una duda.
No es la primera vez que se debate la continuidad de los mismos alcaldes tanto tiempo.
Estoy convencida de que tantos años de permanencia al cargo de un ayuntamiento,no es bueno para nadie.
La frescura,creo yo con la que se llega a la política,con la ilusión y las ganas de trabajar por un pueblo,se altera con los años,las circunstancias,el clientelísmo,y el convivir del día a día,creo que hay que ser muy íntegro,para no dejarse llevar por miles circunstancias que afectan a la siempre noble labor de trabajar por un pueblo,porque la política no debiera entenderse de otra forma que no fuera la del servicio,y el trabajo a los nuestros.
Quizás no sea bueno hacer de la política la única forma de vida,sino un trayecto en el camino,que tenga una linea de principio y fin.
Los cargos públicos de nuestros ayuntamientos,alcaldes y concejales,los otorga el pueblo y a ellos se deben.
Todo ésto está muy bien. Pero seguro que no se ha parado a pensar en lo difícil que es, en pueblos pequeños como los nuestros, hacer las listas electorales. Listas en las que algunos que quieren entrar, no deberían. Y listas en las que no hay relevo político. Habrá que juzgar casa caso.
De todas formas, estoy de acuerdo en que los cargos deberían tener caducidad.
se os ha olvidado juan diaz en el viso
Mas de dos lesgislaturas seguidas no deberia estar nadie, ni en ayuntamientos ni en el gobierno, ni en ningun otro sitio, cambios de personas y de partidos, pero en todos sitios. Los que llevan mucho tiempo se apoltronan y se creen ya para siempre los dueños del cortijo y repito da igual ayuntamientos o diputados o presidentes y da igual el partido. Cambio y aire fresco.
Justo Romero en Torrecampo , fue alcalde desde 1991 hasta 2003. Mención aparte fue que se presento en 1999 estando inhabilitado por sentencia judicial. Afortunadamente ya no se presenta más que como relleno de las listas.
Desde mi humilde punto de vista, quiero recordarles a todos ustedes que es el pueblo quien decide si un alcalde sigue o no sigue. Los alcaldes se presentan, pero es el pueblo soberano quien tiene la decisión final.
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