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Llega el gerente de la Agencia de Obra Pública y suelta: "Las obras de la estación del AVE en Villanueva de Córdoba van a buen ritmo". Y, por si no ha quedado claro, remacha: "Al ritmo previsto, por lo que los plazos programados se están cumpliendo". El político cumple su propósito: dar largas al asunto. Pero el periodista no cumple su obligación de informar, simplemente se convierte en transmisor acrítico de informaciones falsas. Si la obra de construcción de la estación del AVE en Los Pedroches se adjudicó en mayo de 2010 con un periodo de ejecución de nueve meses, ¿cómo puede decirse hoy, casi trece meses después, que los plazos se están cumpliendo, cuando las obras están varadas con el edificio en el puro esqueleto? ¿Para cuántos meses más de retraso proporciona oxígeno esta declaración vergonzante? ¿Es que aquí ya no queda nadie que se levante y plante cara a esta burla?

Y luego llega Alejandro, cuyas afirmaciones últimamente no dejan de sorprendernos. Ahora va y dice que eso de las dos Españas en la posguerra franquista es un cuento chino, que entonces se vivía muy bien, con mucha solidaridad y sin envidias, que cuando hay dos Españas es ahora, dos Españas irreconciliables, dice, y llenas de odio. Pero... ¿es que nos hemos vuelto todos locos?

--En su poemario Las voces derrotadas habla, de un modo indirecto, de las dos Españas de Machado, ¿cuál de las dos le ha helado el corazón?

--A mí aquella España, la de mi infancia, aunque fuese dura y pobre, me gustaba, por lo que he dicho antes: por la solidaridad entre los vecinos. Hoy vivimos en un país quizá más rico, pero también más desencantado y, sobre todo, dividido en dos mitades irreconciliables. Paradójicamente, la España actual, la de estos días, sí que me ha helado el corazón. El odio que ahora flota en el aire no lo percibí nunca en la España de mi niñez.

[Entrevista a Alejandro López Andrada en Córdoba, 18-6-2011]

17 comentarios :

Anónimo | sábado, junio 18, 2011 4:23:00 p. m.

Lo que le gusta a algunos meterse en líos y polémicas, aunque sea manipulando frases y sacándolas de contexto.

López Andrada dice que "Era un país pobre y oscuro, muy doloroso y difícil para los perdedores"

Pero también dice "aunque también es verdad, por otro lado, que observé siempre a mi alrededor, entre los vecinos de mi barrio, una inocente y sutil felicidad que tenía mucho que ver con el carácter sencillo y solidario de la gente. Lo poco que había se compartía y nadie envidiaba a nadie. Las puertas de las casas estaban siempre abiertas. Los niños de la calle éramos como hermanos y pasábamos el tiempo corriendo de un lado para otro, al aire libre. Esa era para mí la verdadera libertad."

Y esa fue la realidad de la gran mayoría de los pueblos, ahora nos quieren vender un odio que no existía entre la mayor parte la gente normal, y lo más triste es que lo hacen aireando un guerracivilismo inventado que solo pretenden que sirva para sacar un puñado de votos, que están desde ya llenos de inmundicia.

Anónimo | sábado, junio 18, 2011 6:49:00 p. m.

Antonio, con los tiros que tienes pegados, como te puedes hacer caso de politicos y "POETAS", ambas profesiones viven de imaginar una realidad que no existe nada más que en sus calenturientas cabezas, siempre idealizando las cosas, y tergiversandolas. Sobre todo el Sr. Alejandro de un dulzor y una inocencia que empalaga. PUAGGG.....

Anónimo | sábado, junio 18, 2011 7:49:00 p. m.

Antonio ¿ otra vez te respondes a ti mismo para darte la razón ?

Anónimo | sábado, junio 18, 2011 8:38:00 p. m.

Totalmente de acuerdo con el comentario primero. Esa también fue mi infancia y esa es la realidad que hoy existe, una realidad que el gobierno de turno y no los de Felipe González ha creado para volver a las dos Españas.

Anónimo | sábado, junio 18, 2011 10:59:00 p. m.

Naci en el año 1957 como Alejandro y los bellos recuerdos que me vienen a la mente de mi infancia me humedecen los ojos.
Recuerdo como a partir de los 13 años me iba con mi familia a recoger algodon a esos inmensos campos de la campiña cordobesa y lo bien que lo pasabamos luego en el cortijo cantando, bebiendo y riendo en espera de otro nuevo amanecer.
Recuerdo con todo cariño como a partir de los 14 años iba a vendimiar a esos campos infinitos de la mancha con todo el verdor de las cepas, recuerdo con amor el frio que pasaba por la mañana y el calor por el dia y lo que nos reiamos contandonos chismes en esos largos líneos que nos marcaba con todo su saber infinito el capataz. Que felicidad me trae el sabor del puchero socarrao que una mujer cocia con las cepas viejas con todo su cariño para todos en el tajo mientras los niños pequeños dormian placidamente entre los sarmientos de una cepa
Y que decir de esa Sierra Morena nuestra, con sus hermosos valles y riachuelos risueños que nos hacian ensoñar mientras recogiamos aceitunas entre canticos de los vareadores y suspiros de las hermosas mozas. Que fresquito se estaba en las umbrias y lo morenos que nos poniamos al sol.
Y como nos ayudabamos los unos a los otros cuando nos quedabamos atras en la recogida. ¡que compalerismos!
Recuerdo con toda felicidad como esperaba la noche de reyes la naranja y las galletas rellenas de chocolate que me traian todos los años. ¡y recuerdo que una vez me trajeron un balon de goma que solo duro un dia!
¿de las dos Españas? nosotros solo sabiamos que habia "Una, Grande y Libre". Sabiamos que los comunistas tenian rabo y cuernos como el diablo.
Conociamos de alguna mujer que su marido estaba en el extrangero por lo de la guerra, pero claro sin rencor y sin odio.
Sabiamos que Franco era el Caudillo por la Gracia de Dios y nos decian que un tal Negrin era o habia sido la encarnacion del mal y les habia entragado nuestro oro a los rusos
Por todo esto te digo amigo Alejandro Lopez Andrada que lo unico que lamento es no haber tenido la oportunidad de haber accedido a unos estudios que me hubieran permitido expresarme de una forma mas bella para que se note mejor la ironia con lo que expongo lo dicho ya que solo me pude sacar el graduado escolar ya siendo adulto.
Me da muchisima lastima que esta España de ahora te hiele el corazon. Yo viendo mi infancia y la de mis hijos te puedo decir sin ningun genero de duda que no deseo nada de aquellas España de mi infancia para ningun hijo mio ni de ningun familiar.
El odio que dices que hoy percibes lo notará tú, yo lo que noto es que la gente puede expresar su opinion sin que les metan en la carcel. Cuando tu eras niño eso no se podia hacer.
Ahora lo que pasa es que a los que nos queremos enfrentar a ese pasado de mierda que ha vivido España durante tu infancia y la mia y muchas mas nos dicen que queremos dividir y buscar el enfrentamiento levantando odios. Mentira: queremos que se sepa la verdad.
Posiblemente lo que tu veias como una "inocente y sutil felicidad" con tus ojos de niño solo fuese resignación y lo que tu veias como caracter sencillo solo era pobreza e incultura. Lo que tu crees que se compartia, posiblemente era limosna y hambre. Piensa que en tu pueblo como en el mio y durante tu infancia habia personas que pasaban hambre y que tenian que pedir limosna. Lo que señalas como falta de envidia no es otra cosa que la falta de ambicion y de horizontes que tiene que tener cada persona para mejorar en su vida. Las casas que tu dices que estaban abiertas eran las de los pobres ya que nada habia que robar, en cambio la de los ricos estaban bien cerradas.
Yo a ti Alejandro no te conozco y he mirado en interner tu trayectoria profesional y estoy asombrado de la cantidad de premios que te han concedido por lo que supongo que seras un buen escritor pero lo que dices en la entrevista que das en el periodico te deja en muy mal lugar ya que tu como comunicador deberias aportar algo mas que no sean topicos de aquella España feroz y terrible con sus ciudadanos

Anónimo | domingo, junio 19, 2011 11:06:00 a. m.

Buen retrato de aquella españa de posguerra la que hace este comentarista de las 10,59 h. Era una neblina la que nos invadía. Una modorra. Un miedo. La neblina y la modorra en los niños que, por serlo, parecía que éramos felices. Y el miedo de los mayores, nuestros padres, abuelos... La modorra de las canciones escolares al entrar en el colegio. La neblina de los incensarios y las sacristías. El olor a madera tratada de los confesionarios. Dos Españas. La España de los ricos y los terratenientes. En mi pueblo había muchos. Y la España de los otros donde estaban los perdedores y los que sólo querían ya la paz. Fue con el paso del tiempo cuando aquellos niños y niñas adormilados se despertaron y algunos, ya mozalbetes, decidieron irse fuera del pueblo para no tener que seguir sobando el trasero de los poderosos como no habían tenido más remedio que hacer sus padres. Ahora más que dos Españas hay dos mundos que todos sabemos cuáles son. A uno de ellos no le podemos poner ni cara. En nuestra niñez las dos Españas tenían cara, nombre y apellidos. Esa es la diferencia.

Anónimo | domingo, junio 19, 2011 12:14:00 p. m.

Me gustaria conocer al anónimo de sabado,18 alas 10,59 para agradecerle su comentario y decirle que con el graduado escolar , es mejor escritor, más honesto y mas realista que Alejandro López Andrada. De acuerdo con tu comentario desde la A a la Z.

Anónimo | domingo, junio 19, 2011 1:46:00 p. m.

Y a mi también me gustaría conocerlo, porque ha dado una lección de la realidad de esos años. Con mayor sinceridad y demostrando como era la realidad en esos años, la cruda realidad para muchos. ¡Ha dado una lección! ¡Enhorabuena y sobretodo gracias por ese comentario!

Anónimo | domingo, junio 19, 2011 2:49:00 p. m.

No es un retrato de la españa de posguerra. Es una historia real de la decada de los 70. Franco vivia aun pero la guerra habia terminado ya hacia mas de 30 años. Ese fue nuestro calvario

Anónimo | domingo, junio 19, 2011 8:37:00 p. m.

Puede que en muchos pueblos de Los Pedroches (a lo mejor también en el pueblo natal del escritor quien sabe) esas dos "Españas" siguen más vigentes que nunca y hay gente que soba el trasero, terratenientes, caciques, cuartelillo y sacristía, cosas que aunque a mucha gente no le gusten habrá que respetar cada cual tiene lo que se merece y el tiempo pone las cosas en su sitio. Felicidades al autor de las 10:59 por su texto y sobretodo al autor del blog por permitirnos su lectura. Gracias!!

Anónimo | domingo, junio 19, 2011 10:45:00 p. m.

Señoras y señores: yo soy también del año 56, pero eso es lo de menos. A lo que voy: nos ponen un trapo por delante y entramos como los más bravos. ¿Qué es más importante, lo que diga o deje de decir Andrada o los embustes de Rafael Blanco y todos los políticos actuales relacionados con esas obras del AVE?. Sinceramente, para mí tiene mucha más transcendencia una obra pública como es el tema del AVE que dará más dinamismo y repercutirá positivamente en la economía de la zona que la opinión del señor Andrada; sin embargo, los comentarios vertidos hasta ahora se vuelcan con Andrada, será porque no queremos ver la realidad actual y preferimos mirar para otro lado, en este caso mirar para Andrada, que es el trapo que nos han puesto por delante para que embistamos y, de paso, colaboremos en avivar esa enemistad manifiesta entre dos contendientes que persiste desde hace mucho tiempo. ¡Como si no hubiera más declaraciones de otros/as que las de Andrada para ponerlas aquí!, pero la intencionalidad se divisa desde ciento cincuenta leguas a la redonda.

Anónimo | lunes, junio 20, 2011 12:49:00 a. m.

Totalmente de acuerdo con el anónimo del sábado a las 10:59. Gracias por hacer una descripción tan completa y exacta de los que nacimos en los años 50, en familias sin más capital que unos brazos con ganas de trabajar. Yo también recuerdo con mucho cariño aquellos surcos largos, blancos y punzantes, tirando de un saco enganchado a la cintura bajo un sol derretía el sombrero. Y de las espuertas de goma en La Mancha. Y del mandil de “jerga” en la Sierra. Y luego la Costa Dorada u otra costa cualquiera..., y sin decir ni pío.
Somos muchos los que, aquello que vivimos en nuestra infancia y nuestra adolescencia, no lo queremos para nuestros hijos, ni para nadie.
Qué bien se escribe de lo que se ha vivido, qué bueno tu relato, compañero o compañera de “Facultad”. Un abrazo.

Anónimo | lunes, junio 20, 2011 10:25:00 a. m.

¡Qué suerte aquellos que podían ir a La Mancha a vendimiar o a los hoteles! Ahora los jóvenes estamos con un brazo atrás y otro alante. ¿Quién dice que prefiere estos tiempos a aquellos? Con total seguridad que sois gente que hoy no os falta el trabajo, pero ¿lo tienen vuestros hijos o viven todavia en vuestra casa?
El problema de la gente joven de hoy no es donde quieres trabajar, sino que tenemos todas las puertas cerradas. Tenemos una formación muy superior a la de nuestros padres, pero tenemos muchas peores perspectivas laborales. Espero que en un futuro próximo todo cambie y podamos aunque sea, emigrar a vendimiar...

Anónimo | lunes, junio 20, 2011 7:05:00 p. m.

¿que suerte por poder ir a vendimiar? Vd. no se ha enterado de nada. Estamos hablando de niños trabajadores que nos les quedaba otro remedio para poder ayudar a las familias. Niños con 12,13,14,15,... años que trabajaban de sol a sol como adultos.Y eso era legal. Mire Vd. a su alrededor. ¿se imagina a los niños de ahora de esa edad trabajando de esa manera? ¿verdad que es inconcebible? ¿esos son los tiempos que Vd. prefiere a estos?
Vd. no es un niño, Vd. es un joven y supongo mayor de edad. ¿que está con los brazos cruzados? pues luche, que ahora no te meten en la carcel como antes.¿que les cierran las puertas? Pues empujadlas hasta derribarlas pero por dios, nos os cruceis de brazos. Espero que la mayoria de los jovenes no piensen como Vd por que si no menudo futuro nos espera.

Anónimo | martes, junio 21, 2011 12:04:00 a. m.

Soy joven sí, pero tengo a mis espaldas una Ingeniería Superior. Llevo toda mi vida estudiando y ahora, lo mejor que he conseguido han sido un par de años como becario ganando una miseria. Ahora me ofrecen hacer prácticas en alguna empresa a la que casi tengo que pagar yo para que me acepten. Tengo amigos que ya se han marchado, y no precisamente a Valdepeñas, el último de ellos, también con estudios superiores y un buen curriculum, se fué hace un mes a Madagascar. Y yo tendré que salir pronto de aquí también porque esto no solo no mejora, sino que va para largo.

Por cierto, he recogido aceitunas junto con mis padres y hermanos desde que tengo memoria. Sé perfectamente lo que es ir a segar y a hacer "alpacas" de paja junto con mi padre y tíos, lo que es talar y recoger leña y lo que es bregar con animales. La mayoría de los nacidos y criados en Los Pedroches sabemos mucho de esto.

Es posible que dentro de 30 años, recuerde con nostalgia mis vacaciones ayudando en casa a la familia, o mis mal pagados primeros trabajos. Pero permítame que hoy le diga que los jóvenes tenemos un verdadero problema para encontrar en España un trabajo digno y estable, porque en Andalucía ya ni hablamos.

Anónimo | martes, junio 21, 2011 7:59:00 a. m.

Pues mira jóven, otra alternativa, ya que sabes hacer tantas cosas y tienes estudios superiores, es montar tu propia empresa no crees? yo no se hacer tantas cosas como tu y no tengo estudios pero cuando tenia 25 años monte mi propia empresa y hasta hoy. La cosa esta mal para todo el mundo pero es facil tirar balones fuera.

pedro torres | viernes, junio 24, 2011 12:02:00 p. m.

Pero, a ver. Que te tendrías que ir de Los Pedroches ya lo sabías antes de ponerte con la Ingeniería. ¿O no?

Lo del destino, créeme, cruzando el Calatraveño, La Chimorra o Puerto Mochuelo, es igual de descorazonador para todos.

El tiempo que pierdes llorando es mayor que el tiempo que tardas en levantarte y seguir caminando...

Un profesor de sociología me respondió durante uno de esos debates que a veces surgen improvisados en las clases ya nocturnas de las tardes de invierno, que toda sociedad es reflexiva y tiende a buscar soluciones a cualquiera que sea su problema. Algo así como lo que hace cualquier organismo vivo ante una patología.

Si te digo la verdad, en el momento no me convenció. Pero, escuchando a José Luís Sampedro reflexionar sobre el 15-M en un vídeo que circula por youtube, la teoría de marras vuelve a tomar cuerpo. Otra cosa vendrá. El qué, no se sabe, pero otra sociedad no sólo es posible, sino segura.

Mi hermano y yo nos juntamos todas las tardes que libramos para echarnos nuestra partidita de dominó. A veces, hasta le noto en la cara al "mu cabrón" cuándo lleva una buena mano. De vez en cuando, nos jode la sobrina que, con sus tres años, se empeña en enseñarme los cromos repes de Dora Dora o cualquier invento propio de la edad para reclamar la atención, momento de confusión que aprovecho para suicidarme poniendo la ficha menos prudente en un intento a la desesperada por desconcertar al contrincante...

Confieso que me encanta recrearme en el efecto de los rayos del sol poniente filtrándose entre las persianas de la casa de mi hermano. A él sé que le ocurre igual al contemplar el mar a lo lejos cuando me salgo al balcón con el portátil, o el rojo atardecer de las dunas del Sáhara cuando echo la partida desde Merzouga.

Otras veces, la "cuñá" me tira de la lengua cuando estoy en el cuarto de estudio y lo que ve de fondo es el montón de ropa sin planchar sobre el sofá-cama:

-- Más vale que estuvieras planchando un rato en vez de tanto monear con el vicio del juego.

-- Pos tú ya podrías coger a tu hija y llevarla al quiosco a comprarle otro paquete de cromos, que da pena la criaturita siempre con los mismos en la mano.

Es lo que tiene el Skype y el extra de juegos on line...

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