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Las encinas de la vereda de Adamuz


Vereda de Pozoblanco a Adamuz, afectada por cortes y talas de encinas.

En Solienses hemos denunciado en varias ocasiones lo que entendíamos graves atentados contra nuestro patrimonio natural más identificativo, el encinar. Recordamos ahora los casos simbólicos de la encina del Guadamatilla (uno y dos) o la feroz corta de encinas con motivo del ensanchamiento de la carretera que llevará -quizás- alguna vez a la estación del AVE de Villanueva de Córdoba (aquí, aquí y aquí). Por eso, cuando hace unos días me enteré a través del blog de la asociación Guadamatilla del "desaguisado" que se había cometido en la vía pecuaria denominada “Vereda de Pozoblanco a Adamuz” pensé que nos encontrábamos ante el más grave atentado contra el patrimonio natural de Los Pedroches cometido en las últimas décadas. Las cifras resultaban, sin duda, alarmantes: más de 200 encinas cortadas, innumerables ejemplares en estado arbustivo cortados o arrancados, unas 250 encinas podadas "de forma arbitraria y sin criterio racional", unos 25 piruétanos y majuelos cortados. La prensa se fijó en el caso y el PA de Pozoblanco se apresuró a exigir responsabilidades.


Troncos cortados junto a otros mantenidos.

Me sentí obligado, en consecuencia, a hacerme eco de semejante estropicio y, antes que nada, decidí verlo con mis propios ojos. Acepto la autoridad superior de la asociación Guadamatilla en estos asuntos y apoyo la exigencia de estudiar escrupulosamente en cada caso la necesidad de eliminar cualquier ejemplar de encina, pero cuando esta mañana he recorrido algunos kilómetros de la zona afectada sólo he sido capaz de percibir el resultado de una operación de limpieza y restauración de un camino, que quizás debió haberse hecho hace mucho tiempo, sin haber permitido que algunas "encinas" (¿o más bien chaparros o simples matas?) de las ahora cortadas adquirieran su actual porte. Es cierto que se han cortado muchos pies (a muy pocos de los cuales, si es que a alguno, podríamos llamar con propiedad "encinas", termino que solemos reservar para individuos de mayor planta y edad), pero todos ellos nacidos en el propio camino y muchos milagrosamente entre las piedras de las propias paredes linderas, siendo manifestaciones de un largo periodo de dejadez en la necesaria limpieza del matorral y en el mantenimiento y conservación de los caminos públicos. Ignoro si en esta operación se ha actuado "sin un criterio definido", tal como denuncia Guadamatilla, pero he observado que, a pesar de la eliminación de individuos aislados y pies múltiples, se han respetado algunos ejemplares cercanos a las paredes en zonas de mayor anchura del camino que en su desarrollo posterior puedan no dificultar el tránsito por la vía. El objetivo de la operación, me ha parecido percibir, resulta ser, por tanto, despejar el camino de elementos arbóreos que pudieran dificultar el tránsito mediante el corte de los ejemplares nacidos en los márgenes del camino durante muchos años de abandono y la poda de las ramas de las encinas -estas sí- de las fincan colindantes que invadían el espacio público.


A lo largo del camino se han conservado varios chaparros junto a la pared.

El alcalde de Villanueva de Córdoba y presidente de la mancomunidad de caminos de la zona tachó de "sensacionalistas" las informaciones publicadas por Guadamatilla y la asociación conservacionista replicó con aspereza esta calificación en un post que se eliminó tras una conversación telefónica entre las partes. Yo no considero sensacionalista la denuncia de Guadamatilla, pues sé que no hay tras ella ningún ánimo de levantar polémicas infundadas, sino la mera denuncia de comportamientos que se estiman incompatibles con la conservación y defensa del medio natural. Sin embargo, quizás sería conveniente distinguir con mayor exactitud el alcance de la agresión y reservar la dureza de los términos para casos de auténticos atentados injustificados contra el patrimonio natural, porque ocasiones para la firmeza no han de faltar.


Uno de los ejemplares jóvenes que se han mantenido.


La fronda resultante de los cortes y podas ha quedado de momento al borde del camino o se ha depositado en las fincas colindantes.


Algunos de los árboles cortados habían nacido en sitios sorprendentes.


Uno de los ejemplares de mayor diámetro que hemos visto cortado.


Las ramas de fincas colindantes que volcaban sobre el camino han sido taladas.


Varios troncos de las "encinas" cortadas.

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