Los porros de Villanueva de Córdoba
Crujiendo los porros en Villanueva de Córdoba [Imagen: Villanueva de Córdoba TV].
El 30 de mayo de 2014 nació Villanueva de Córdoba TV, una cadena de televisión local por internet centrada en la actualidad jarota, que realiza emisiones en directo y que también dispone de un canal de You Tube donde pueden encontrarse sus vídeos más destacados. Al finalizar el año 2014 han realizado un anuario en el que recogen las mejores imágenes grabadas durante el año, gracias al cual he conocido una tradición popular de Villanueva de Córdoba de la que hasta ahora no había oído hablar.
Se trata de la costumbre de "crujir los porros", una tradición que se realiza durante la procesión del Corpus y que alcanzó en su momento tal importancia que la jornada terminó siendo llamada también "el día de los porros". Los porros son unas largas sogas o látigos confeccionados con juncias frescas trenzadas, con las cuales antiguamente los niños y jóvenes acompañaban toda la procesión, haciéndolos restallar en el aire y contra el suelo y produciendo unos sonidos muy penetrantes. Como ocurre con tantas otras costumbres populares, también los porros están desapareciendo del Corpus de Villanueva de Córdoba, aunque aún se conserva en algún lugar de modo testimonial. Para que pueda verse más cómodamente, he extraído del vídeo que realizó Villanueva de Córdoba TV sobre la pasada procesión del Corpus en la localidad el fragmento donde se muestra esta tradición.
VÍDEO: Los porros de Villanueva de Córdoba.
Investigando posteriormente, he sabido que la práctica popular se conserva también en otras localidades, como en Alozaina (Málaga), donde a los "porros" se les denomina "zurriagos" (una muestra puede verse en este vídeo), o en Campanario (Badajoz), donde se denominan "perigallos", "castibañas" en Higuera de la Serena (Badajoz) o "cachiporras" en Zahara de la Sierra (Cádiz). La costumbre es un ejemplo más de los componentes paganos que conforman muchas fiestas religiosas y de la vinculación con la naturaleza que manifiestan la mayoría de ellas. En Alozaina creen que la finalidad del zurriago consiste en ir espantando al demonio antes del paso de la Eucaristía, aunque siguiendo otras teorías de la antropología cultural, como la de los rituales de magia imitativa de J. Frazer, podríamos ver en tal práctica alguna intención de carácter agrario, como espantar las tormentas para que no dañasen las cosechas (simulando el látigo el sonido de los truenos). Recordemos que la procesión de Corpus suele constituir en nuestros pueblos un festival de exaltación de la vegetación en todo su esplendor, cuando se cubren las calles con hierbas olorosas y se levantan al paso del desfile numerosos altares con todo tipo de macetas, plantas y ramas de árboles.
Actualización 14/1/2015
Gracias a la información transmitida por algunos lectores de Solienses hemos conocido que la tradición de las trenzas de juncia el día del Corpus se mantiene (o se mantuvo hasta hace poco) también en otros pueblos de Los Pedroches. En Torrecampo y Pedroche se llaman "perigallos" y en Alcaracejos "verdajos" o "lagartos". Pero parece ser que donde más viva se conserva la tradición es en Belalcázar, donde los mozos hacen sonar las "crujieras" (como se llaman allí) y revolotean la bandera en el transcurso de la procesión. En este vídeo de Facebook puede verse a un joven belalcazareño con la crujiera en el Corpus de 2013. El recorte de periódico corresponde a un artículo sobre el tema publicado en El día de Córdoba en 2001 (pinchar en la imagen para verlo más grande).
6 comentarios :
Sin salir de Los Pedroches tenemos otros ejemplos, en Belalcázar, se llaman ¨crujieras¨, también las recuerdo en las procesiones del Corpus y últimamente las he visto en las fotografías que publica el Blog del Ayuntamiento, si no recuerdo mal.
Gracias Solienses por rescatar tradiciones como esta, de la que yo personalmente no había oído hablar nunca. Es una pena que desaparezcan, aunque la verdad es que ya no debe ni siquiera quedar juncia en los campos.
En Pedroche se llaman perigallos
De niño hacía yo, como tantos jóvenes y chiquillos, estos porros en Villanueva. Se necesitaban dos personas si querías hacerlo prieto y duro, que era lo ideal. Pero el secreto de su perfecta explosión estaba en la punta: como mi abuelo era zapatero yo le birlaba unos cuantos cabos de coser los zapatos untados con mucho cerote. Y me llevaba en el bolsillo un trozo de esta cera para seguir untando el cabo cuando empezaba a deshilacharse por el roce con el suelo o el propio verdugazo en el aire. Esto le daba mucha vida. A poco más de medio metro, según la longitud del porro, empezaba a mezclar la juncia verde y húmeda con los cabos de mi abuelo. ¡Y a pegar zurriagazos! Había en Villanueva un dicho que se le decía al que se veía desmejorado y con mala cara: "Pues tú, hijo mío, como no te cuides no vas a llegar al día los porros".
Y hasta aquí puedo leer.
en ElViso se hacen las trenzas de juncias o latigos el dia del corpus y se guardaban debajo de la cama bendecidas hasta el año siguiente.... pero claro las tradicciones se van perdiendo
En Belalcázar nos esmerábamos en incorporarles a las “crujieras” unos buenos “crujieros”, enlazados con las juncias en el extremo a bases de pitas o cabos de los zapateros (con pitas restallidos más broncos y con cabos más sonoros). Contaba la leyenda que esta tradición se estableció para que las “crujieras”, en vanguardia de la procesión del Corpus, con sus restallidos fueran azotando y ahuyentando a los demonios para dejar el paso libre al Señor.
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