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Alarifes de Pozoblanco, alarifes de Los Pedroches

Por una nota necrológica escrita por Miguel Cardador en el semanario La comarca he conocido la muerte reciente de Bonifacio de Torres Fernández. Miguel dice que a Bonifacio le gustaba definirse como "alarife de profesión" y eso me ha llevado a identificarlo -espero que acertadamente- con el autor del libro Alarifes en Pozoblanco (2007), una de las obras más singulares y extraordinarias sobre Pozoblanco y Los Pedroches publicada en las últimas décadas. Un explícito subtítulo resume acertadamente su contenido: de cómo se construyó un pueblo a través del hilo conductor de una familia de Alarifes, que durante 300 años participaron en ello.

Bonifacio de Torres, nacido en 1929, trabajó como constructor durante toda su vida, pero al mismo tiempo fue desarrollando unas inquietudes culturales a las que, tras jubilarse, dio finalmente forma por medio de este libro capital para la historia del arte y el urbanismo en Los Pedroches. Se trata de una obra heterogénea y dispersa, propia de un aprendizaje autodidacta en las tareas de investigación y divulgación, pero que sabe, sin embargo, abordar aspectos destacados de la materia que trata y, sobre todo, aporta una riquísima información de tipo técnico y cronológico que de otro modo hubiera sido más complejo conseguir.

Alarifes de Pozoblanco comienza siendo, sencillamente, una obra de genealogía familiar. Bonifacio emprende la aventura de investigar sus raíces familiares a través de varias generaciones de antepasados que, llegados a la localidad hacia 1700, tuvieron un papel protagonista en la construcción de muchos de los edificios principales de Pozoblanco y de otras localidades de la comarca. Pero pronto el trabajo supera sus propósitos iniciales y se convierte en un catálogo minucioso de obras y actuaciones urbanísticas bien documentadas que van constituyendo, por sí solas, un estudio de alcance histórico comarcal quizás inicialmente no imaginado.

El libro se divide en cuatro partes. En la primera, muy breve, se realiza un estudio documental sobre el origen y expansión del apellido "de Torres", que se vincula en su más lejana estirpe con linajes emparentados con la realeza navarra y portuguesa. La segunda parte, la más extensa y variada, aborda un recorrido detallado por nueve generaciones de su familia, deteniéndose principalmente en aquellos miembros dedicados profesionalmente a la construcción. Ello conduce al autor a realizar un repaso por la historia de algunas de las edificaciones más emblemáticas de Pozoblanco a través de su historia, comenzando con la ermita de Jesús de la Columna, levantada en 1704 y en cuya construcción pudo participar -aunque no es seguro- Cayetano de Torres, el primero de la estirpe que se asentó en Pozoblanco. A partir de ahí, el ensanche de la Plazuela de la Iglesia de Pozoblanco (1752), la reparación de la iglesia y torre de Villanueva de Córdoba (1764), la cárcel pública de Hinojosa del Duque -que luego sería Casa Consistorial, hoy desaparecida- (1783), la ermita de San Bartolomé de Torremilano (1804), la reconstrucción del Molino de la Gargantilla (1803), la capilla bautismal de la iglesia de San Mateo de Villanueva del Duque y el cementerio de El Guijo (1820), la capilla del Colegio Salesiano de Pozoblanco, el matadero de Industrias Pecuarias de Los Pedroches ("La Salchi", 1925), el puente sobre el río Cuzna en la carretera de La Canaleja (1963), el Parque de Bomberos de Pozoblanco (1989) o la nueva fábrica de piensos de COVAP, ya en el siglo XXI, son solamente algunas de las obras en las que han participado los sucesivos miembros de esta estirpe de constructores y a las que se hace referencia a lo largo del libro. La tercera parte, con entidad propia, está dedicada a la iglesia parroquial de Santa Catalina de Pozoblanco, de la que se relata su historia desde los orígenes. Finalmente, en la cuarta se vuelve al propósito inicial de reconstruir la genealogía de los "de Torres" mediante una breve reseña biográfica de todos sus representantes.


Obras del puente sobre el Cuzna en la carretera de La Canaleja (1963), realizado por Bonifacio de Torres en sociedad con otros maestros alarifes de Pozoblanco.

Se trata, en fin, de una obra ambiciosa que oscila entre lo familiar y lo colectivo, entre lo particular y el interés general. En Alarifes de Pozoblanco está la biografía de una familia contada por uno de sus miembros, pero está, sobre todo, la historia de un pueblo (y, en muchos casos, de toda la comarca) a través de uno de los elementos culturales que más ha perdurado: el patrimonio arquitectónico y monumental y el desarrollo urbanístico de nuestros pueblos. Una obra de referencia (puede comprarse aquí) por la que debemos estar muy agradecidos a su autor, Bonifacio de Torres, que participó él mismo en esta grandiosa tarea de construcción literal de nuestros pueblos y luego, además, quiso contarla a futuras generaciones para que tantos nombres y tantos trabajos no quedaran para siempre en el olvido.
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Llueve en Pozoblanco

La política en Pozoblanco. La foto renovada del PSOE no oculta su inacción en la tarea municipal. De oposición, como primer partido que es, y oposición implica oponerse, con medidas alternativas si se quiere, pero a la contra, y si no para qué. El CDeI parece haberlo entendido mejor. Ahí anda en su humilde blog sacando a la luz algunas miserias. Que si el amor entre PP y P+ ya no es lo que era. Que si del órdago de la mancomunidad, nada de nada. Que si la transparencia pasó a mejor vida. Que si (¡cuidado!) "la empresa que cobró 13.800€ para poner en marcha la transparencia en nuestro Ayuntamiento es la misma que patrocinó el congreso celebrado en La Nucia en el que participaron nuestros dos Alcaldes". En fin, cositas, lo que viene siendo oposición.

A la vez, me ha llamado la atención que denuncias muy graves que se han publicado recientemente en la prensa digital no hayan tenido mayor repercusión. El arquitecto técnico y en su día concejal del Partido Andalucista en el Ayuntamiento de Pozoblanco Ángel Salamanca dio hace poco más de un mes una rueda de prensa y posteriormente envió una carta al director de Hoy al día denunciando nada menos que las "múltiples irregularidades que se cometen en el Ayuntamiento de Pozoblanco en los procesos seguidos en las contrataciones de diversos departamentos", en concreto refiriéndose a la adjudicación de dos contratos de servicios muy significativos, como son el Concurso de Ideas para Remodelar el Mercado de Abastos y la tercera fase de las Obras del Bulevar de la Avda. Villanueva de Córdoba. Ángel Salamanca, que algo sabrá del tema, habla de "incumplimientos reiterados", "adjudicaciones arbitrarias", "pantomima", "compadreo", "discriminación" y, en fin, para rematar con una acusación muy grave de desprecio personal hacia él mismo como profesional. Tan serias palabras apenas merecieron entonces una débil réplica de Emiliano Pozuelo justificándose en el informe favorable a ambos procedimientos emitido por el secretario de la corporación.

El cañonazo parecía ya disipado, pero hete aquí que hace pocos días Ángel Salamanca redoblaba de nuevo la artillería en el mismo medio llegando a hablar de "irregularidades, posiblemente constitutivas de delito" en la actuación del Ayuntamiento de Pozoblanco. Desconozco quién lleva la razón, pero las acusaciones me parecen del suficiente calibre como para que tanto el equipo de gobierno como la oposición salieran a la palestra pública a aclarar sus posiciones. Eso es la política y esa es la exigencia que merecen los ciudadanos. Principalmente, porque ya llueve sobre fango mojado.
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Éxito y amén

Los medios han decidido, con el pequeño empujoncito de una nota de prensa emitida por la organización (la misma que paga la publicidad), que las Jornadas de Otoño de la Covap han sido un éxito. La sala estaba llena todos los días, qué mayor prueba cabe. El tan admirable por otras cosas Santiago Muñoz Machado ha consagrado las jornadas como "un importante foco cultural para todo el entorno económico y social de Covap y de la comarca" y tras esta ofrenda del vino y el pan solo cabe acatar amén, para qué va a ser necesario cualquier juez externo teniendo uno dentro. Mientras allá en el recinto ferial se hablaba de la coherencia y contradicciones de Lutero, los socios se afanaban por limpiar las pezoneras en sus vaquerías y quizás alguno, mientras retiraba cagarretas, sonriera malévolo cuando se enterara de que Ramón Tamames, sin pizca de pudor, andaba por allí pontificando sobre la Revolución Rusa.


Ana Casals charla con Santiago Muñoz durante las Jornadas de Otoño en Pozoblanco.

De todo el programa, la única intervención que planteaba una cierta conexión con el territorio era la de la meteoróloga y portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Ana Casals, que vino a concluir, sencillamente, que la sequía actual no es consecuencia del cambio climático, qué va a serlo, siendo como es el clima tan variable, que hoy llueve y mañana no. También dijo la muy portavoz que "se prevén lluvias para la próxima semana pero que no serán suficientes para variar la situación". Cómo van a serlo si, según la meteoróloga, este verano hemos sobrevivido en Córdoba nada menos que a cinco olas de calor. Y así todo, en este plan tan poco exigente, que hasta el power point traía sin terminar, dicen, en una charla banal y poco preparada que hubiera resultado quizás de mayor interés si la hubiera impartido un experto de la tierra en cabañuelas.
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La estación de Belalcázar se recuperará para actividades turísticas


Estación de Belalcázar. Todas las imágenes fueron tomadas en 2010.

Según una respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado socialista por Córdoba Antonio Hurtado, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) tiene la intención de ceder el uso de la antigua estación de Belalcázar al Ayuntamiento de El Viso, en cuyo término municipal está situada, para su recuperación y puesta en valor. Así lo ha demandado en varias ocasiones el consistorio viseño, que había denunciado el deterioro que venían sufriendo estas instalaciones ferroviarias, ya sin uso desde hace varias décadas.

La estación de Belalcázar pertenece a la línea Ciudad Real-Badajoz, que empezó a funcionar en 1866. Está situada a unos 20 kilómetros de Belalcázar, entre la sierra de Santa Eufemia y el embalse de la Serena sobre el río Zújar, el tercero más grande de Europa, cuyas aguas llegan casi a rodearla en épocas de abundancia.  La zona constituye un paraíso natural y paisajístico, por su riqueza en fauna y flora. En la confluencia de las provincias de Badajoz, Córdoba y Ciudad Real, la dificultad para acceder al lugar (actualmente solo se puede llegar desde Belalcázar, pues la carretera de Santa Eufemia está realmente impracticable) lo dota de un encanto melancólico especial, que se une a los muchos atractivos que presenta el paraje.


Edificio principal y depósito de agua.

La estación consta de un edificio principal de sencilla factura, construido en piedra y ladrillo rojo, y otras infraestructuras secundarias entre las que destaca el gran depósito de aguas. El edificio de la estación se encuentra en la actualidad muy deteriorado debido a actuaciones vandálicas realizadas en los últimos años, por lo que urge su restauración para frenar el lamentable estado que presenta. Juan Díaz, alcalde de El Viso, ha declarado en redes sociales que "se está trabajando desde hace meses en la posibilidad de realizar con el ayuntamiento de Belalcázar un proyecto conjunto de utilización y gestión de actividades turísticas y medio ambientales". Ojalá que sea pronto.


Taquilla de venta de billetes.


Cola del embalse de la Serena, en la parte posterior de la estación.


Un tren de mercancías se acerca a la estación de Belalcázar.
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Novedades editoriales y un premio



Durante los últimos días se han producido varias noticias que tienen a los libros y a los autores de Los Pedroches como protagonistas. El pasado 6 de noviembre se presentó en Hinojosa del Duque la primera novela de la autora local Sara Ramírez Sánchez. Se trata de Huellas del pasado, publicada en la editorial Tandaia, una novela de corte policiaco que tiene como protagonista a Lulú Jackson, una joven agente del FBI que investiga un caso de tráfico de drogas en el que está involucrada una famosa actriz.

Por su parte, el poeta villaduqueño Alejandro López Andrada presentó el pasado 16 de noviembre en la Biblioteca Viva de Al-Andalus su nuevo poemario Los cielos del Báltico. Se trata de una pequeña colección de doce poemas "que son como fotografías de viajes", según declara el propio autor, resultado de un recorrido por los países bálticos que realizó en el 2014. La obra está publicada por la editorial Detorres Editores dentro de la colección 17 poetas, 17 poemarios.

Finalmente, el pasado viernes conocíamos que la autora sevillana María R. Álvarez Rosario, residente en Sanlúcar la Mayor, ha resultado ganadora de la cuarta edición del Premio de Poesía Juana Castro con el poemario Mapa de la memoria. En el acta de resolución, el jurado ha destacado "el lenguaje a flor de tierra, sensual e inocente" del poemario, "emotivo" a pesar de la ausencia de adjetivación. Asimismo, el acta ha resaltado la maestría de la autora que ha dado lugar a "una suerte de creación limpia, casi arcaica". El jurado, formado en esta ocasión por Pedro Sevilla Gómez, Matilde Cabello Rubio, Juana Castro Muñoz, Gabriel Duque Moreno y Juan José Téllez, ha descrito la obra como "una estupenda fábula de la situación actual que sufren inmigrantes y desplazados donde al sentimiento de pérdida y nostalgia le pone voz una muchacha judía al salir de Sefarad". Mapa de la memoria será publicado próximamente por la editorial Renacimiento.

POEMAS

ANCIANA SOLITARIA
(del libro Los cielos del Báltico, de Alejandro López Andrada)

Tras una esquina hurga
en los pulmones del viento cenizoso
con su voz
hecha de escombros rojos y amanitas.
Devana el frío
con su acordeón llena de olvido
y orfandades. Sueña
quizá con los soldados de un ejército
que enrojeció las nubes de su carne.
El cielo cabe en su desesperanza.
En el temblor de su mirada
hay calles
que no ha pisado nadie hace ya siglos.
Ebria de anís,
abandonada y rota en su naufragio
de muchacha azul que sepultó la historia,
canta y llora
en medio de la noche
y la ciudad es un susurro malva
entre sus dedos.
La anciana solitaria se abandona
detrás de los pulmones
del silencio,
en esta noche umbría, melancólica,
donde la luz de Riga
huele a algas, a lúpulo y hiel de acordeón.

****
Poema de María R. Álvarez Rosario (publicado en la revista Nueva Grecia, nº6, 2014)

Recogeré esta tarde,
al bajar la marea,
los despojos que el mar
deja sobre la arena.

Con conchas haré mapas
(sobre su blanco pecho)
donde guardar secretos,
y con pequeñas plumas
dibujaré su cuerpo.

Con trozos de maderas
(para que no se borre)
fabricaré cuadernos
donde tallar su nombre.
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Memoria histórica en Los Pedroches

El semanario La Comarca publica esta semana un artículo mío titulado "Memoria histórica en Los Pedroches". Se trata de ideas y acontecimientos ya comentados en Solienses en diversas ocasiones, pero me pareció oportuno realizar ahora esta recopilación de actuaciones recientes para que quede constancia de su significativa concurrencia en poco tiempo. También, quizás, para que su conocimiento llegue a un público potencialmente diferente al que lee los medios digitales. Hay a quien le molesta que se hable de estos temas, pero no puede exigirse silencio cuando queda aún tanto abandono por rescatar del olvido.


Pinchar en la imagen para verla más grande o aquí para leer en pdf.
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Las estadísticas amenazan nuestra estación del AVE

Ayer Pablo García en El Independiente y hoy Manuel J. Albert en Cordópolis han escrito a propósito de los datos numéricos de viajeros en las estaciones del AVE en España, de los que resulta que la de Villanueva de Córdoba-Los Pedroches es la cuarta menos utilizada de todas las que componen la red de alta velocidad en nuestro país. Según datos de Renfe referidos a 2016, tan solo 50 viajeros acuden diariamente a la estación de la Jara. Esto da pie a los periodistas a especular sobre la viabilidad de las estaciones atendiendo estrictamente a criterios de "racionalidad económica".

Pero resulta que, atendiendo solo a esta consideración, habría que cerrar todas las estaciones AVE de España, incluyendo Atocha y la de Córdoba. Según un estudio sobre infraestructuras en España, realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que analiza los costes y beneficios sociales y financieros de las líneas de alta velocidad actualmente operativas en España, "todas las líneas de alta velocidad existentes en España presentan una rentabilidad social o financiera negativa y, por lo tanto, no deberían haberse construido". Así de radical. A pesar de ello, el estudio concluye que, puesto que las líneas ya existen y la mayor parte de ellas cubren sus costes variables, resulta razonable que sigan operando.


Estaciones de AVE con menos viajeros. [Imagen: El Independiente]

Además, y como suele ocurrir, la frialdad de los datos puramente estadísticos encierra trampas. Se considera el número de viajeros en términos absolutos, pero no en su relación con los trenes que paran en cada estación. Es decir, no se pueden comparar los 20.000 viajeros que suben al año en la estación de Villanueva de Córdoba con los que lo hacen en cualquier otra estación si no se atiende también a los trenes que paran en cada una de ellas. Recordemos que en la jarota solo se detienen al día tres trenes en cada dirección y con un número de billetes limitado y tasado para cada recorrido. Muchos viajeros tienen habitualmente que desplazarse a Córdoba o Puertollano por otros medios porque no han podido adquirir billetes para el tren. En cuanto a costes, según datos publicados hace unos meses por El País, los gastos de mantenimiento de la estación de Villanueva de Córdoba ascienden a... 17.000 euros anuales. No parece que por su culpa vayan a descompensarse los presupuestos nacionales.

Y todo ello sin atender a la rentabilidad social e incluso, diría yo, emocional. Daría Romero, presidenta del CIET, no se cansa de decir -y con razón- que en Los Pedroches pagamos los mismos impuestos que en cualquier otro lugar de España y que por tanto tenemos derecho a los mismos servicios y prestaciones, y, si fuera necesario, exigiendo para ello la solidaridad de territorios más desarrollados económicamente. La vía del AVE atraviesa nuestra dehesa, con el importante daño medioambiental que produjo en su momento y que se mantiene todavía hoy, y resulta un ejercicio de justicia social que los habitantes de nuestra comarca, sin complejos, nos aprovechemos de esta infraestructura del mismo modo que lo hacen otros. No tenemos que estar justificándonos cada día por haber accedido a unas migajas de infraestructuras de comunicación del siglo XXI, mientras en otros ámbitos seguimos todavía en el XIX. Si nosotros mismos no luchamos por ello, nadie lo va a hacer. No se va a arruinar el país porque seis trenes al día paren en la estación de la Jara. Es un logro que ha costado mucho esfuerzo conseguir y no podemos permitir que se vaya creando un clima favorable -escudado en engaños y medias verdades- para su cierre cualquier día de estos. Debemos estar vigilantes ante estas alertas, porque si la amenaza se consuma, entonces será ya demasiado tarde.
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Los Pedroches muestran sus recursos en la Feria de los Municipios

Durante todo el fin de semana se está celebrando en Córdoba la Feria de los Municipios que organiza la Diputación. Trece pueblos de Los Pedroches han instalado allí su stand y han mostrado sus recursos turísticos, culturales y gastronómicos para llamar la atención del visitante. Con motivo de la Feria se han entregado también los I Galardones del Día de la Provincia de Córdoba, que pretenden reconocer el trabajo que se desarrolla en la provincia en materia de participación ciudadana. Entre los premiados de este año se encuentra el Centro de Iniciativas Empresariales y Turísticas de Los Pedroches (CIET), en la modalidad que reconoce el compromiso por la dinamización y puesta en valor de los recursos turísticos y empresariales. Daría Romero, su presidenta, recogió el galardón el pasado viernes.


Stand de El Guijo, con su alcalde, Jesús Fernández Aperador.


Stand de El Viso, con su alcalde, Juan Díaz.


Daría Romero (centro), recoge el premio entregado al CIET.


Stand de Hinojosa del Duque, con reclamos en torno a la representación de "La vaquera de la Finojosa".


Cuchillería jarota en el stand de Villanueva de Córdoba. [Fotos: Facebook de los Ayuntamientos].


Vídeo: Galardones del Día de la Provincia: CIET Los Pedroches.
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Lutero en la dehesa

El 31 de octubre de 1517 Martín Lutero clavó en la puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg sus famosas 95 tesis en las que desacreditaba la doctrina papal sobre las indulgencias. Escritas con la intención de fomentar un debate teológico, la propuesta de Lutero desembocó finalmente en la Reforma, un movimiento religioso que provocó un cisma en la Iglesia católica para dar origen a las iglesias protestantes. Y, como consecuencia, la Contrarreforma, la reacción de la Iglesia Católica que supuso, entre otras cosas, la reanudación del Santo Oficio o Inquisición.

Para conmemorar el 500 aniversario del luteranismo, la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno dedicará a la Reforma protestante sus tradicionales Jornadas de Otoño, que se celebrarán del 22 al 24 de noviembre. Prestigiosos catedráticos de diferentes universidades españolas pronunciarán conferencias sobre temas como "Influencia de la Reforma protestante en los cambios de las instituciones europeas", "La ruptura de la unidad cristiana y sus efectos políticos", "El luteranismo y la revolución científica" o "Mercaderes y piratas luteranos en la Nueva España". La programación se completa con varias charlas matinales sobre otros temas de actualidad, como el cambio climático o el centenario de la Revolución Rusa.

Aun reconociendo la gran solvencia intelectual de los ponentes y la pertinencia académica del tema abordado, considero, como otras veces, que el planteamiento de esta actividad resulta poco acertado fuera del ámbito universitario y que el rendimiento cultural que de ella obtendrán Los Pedroches será, cuando menos, discutible.




Programación completa de las Jornadas de Otoño. Pinchar en las imágenes para verlas más grandes.
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De impuntualidades y miembras



Faltas de impuntualidad

En el que un día presumió de ser el ayuntamiento más transparente de España (gloria pasajera hoy venida a menos), no hay tiempo en el pleno para contestar las preguntas de la oposición. Los partidos, por esta razón, se ven obligados a entregarlas luego por escrito y sentarse a esperar a que el equipo de gobierno tenga a bien responderlas. En el escrito que con tal motivo ha presentado el grupo municipal del PSOE-A leemos, entre otras cuestiones, un ruego dirigido directamente al señor alcalde: "Venimos asistiendo por parte de nuestro grupo municipal a constantes y acuciantes faltas de impuntualidad por parte del Alcalde don Santiago Cabello Muñoz, tanto en actos oficiales como en reuniones con la ciudadanía y colectivos”. Me temo que los socialistas pozoalbenses, pretendiendo una censura, han terminado realizando un elogio a la puntualidad del primer edil. Puesto que una "falta de impuntualidad", fuera del lenguaje jurídico, no puede sino significar "ausencia de impuntualidad", es decir, puntualidad extrema, potenciada aquí por el adjetivo "acuciante". Vale, sabemos que lo que quieren decir es otra cosa, puesto que llueve sobre mojado, pero si nos atenemos a la literalidad de lo escrito, Santiago no debería sino agradecerles a los socialistas que lo miren con tan buenos ojos.


Detalle del cartel anunciador de los actos del Día internacional contra la violencia hacia las mujeres en Pozoblanco.

Miembra

La palabra "miembra" la utilizó por primera vez en la vida pública la ministra socialista Bibiana Aído, que lo fue de Igualdad entre 2008 y 2010. Conscientemente o por desconocimiento, abrió un camino y rompió una frontera, única forma de avanzar en la destrucción de las barreras mentales. Enseguida se le hizo notar, entre injurias y aspavientos dignos de mejor causa, que la palabra no estaba aceptada por la RAE y la anécdota se convirtió en excusa para un ataque público de índole machista que acabó por resultar muy bochornoso, especialmente porque en él intervinieron con poco sosiego personas doctas e instruidas (varones, mayormente, como Pérez Reverte, que la llamó "tonta, analfabeta, pava, estúpida, iletrada...", o Darío Villanueva, qué creyó ver en tal incorrección lingüística el final de la especie). Luego, con el tiempo, la cosa se fue calmando.

La palabra "miembra" no está recogida por la Real Academia, aunque sí está formada correctamente según los procedimientos normativos de nuestra lengua. ¿Qué hace falta para que sea admitida en el edén del Diccionario? Que los ciudadanos la utilicen, que su uso nos la haga familiar al oído y que la costumbre a base de empleo le quite el componente de rareza que la acompaña todavía. Torres más altas han caído.

En este caso, sin embargo, la batalla no es solo lingüística, obviamente, sino que late en ella un componente de reivindicación feminista sin cuya consideración no se entendería el revuelo. Decir "miembra" pudo ser una incorrección la primera vez que se utilizó en el solar patrio (puesto que, al parecer, en Hispanoamérica es más habitual su uso), pero desde entonces su empleo obedece a una voluntad de denunciar el lenguaje sexista y la naturaleza patriarcal de la propia sociedad a partir de sus usos lingüísticos. Los nuevos masculinos de las palabras son aceptados más fácilmente que los femeninos, se dice: véase matrón frente a jueza, con la que todavía hay reticencias. Obcecarse en el uso de "miembra" no es sino una forma de luchar activamente por la igualdad en el lenguaje, con el riesgo de que a algunos les parezca tan deleznable como cuando a la mujer se le permitió acudir a la universidad o acceder al voto. Son pequeños logros que permiten ir subiendo la escalera.



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Fin de semana con Robe, Alba Molina y Lorca

El próximo fin de semana Los Pedroches cuenta con una oferta extraordinaria de espectáculos musicales y teatrales. El viernes 10 de noviembre a las 21'00 horas en el Teatro "El Silo" de Pozoblanco el líder de Extremoduro Robe Iniesta presenta, solo un día antes de recalar en Madrid, su gira 2017 "Bienvenidos al temporal", que desde mayo recorre teatros y auditorios de toda España. Robe publicó en 2015 su primer trabajo en solitario, Lo que aletea en nuestras cabezas, siendo Disco de Oro en pocas semanas y número uno de ventas en España, y el año pasado vio la luz su segundo disco, Destrozares, canciones para el final de los tiempos.


Presentación de "Bienvenidos al temporal" en el Palau de la Música de Barcelona.

Por su parte, el sábado 11 de noviembre en el Teatro Municipal de Villanueva de Córdoba podremos asistir a la actuación de la cantante Alba Molina, que, acompañada del guitarrista Joselito Acebo, presenta su espectáculo "Alba canta a Lole y Manuel". Hija de dos iconos de la vanguardia flamenca, Lole y Manuel, Alba Molina presenta en este concierto las canciones de su último disco, “posiblemente el disco más flamenco que jamás haré”, según ella misma confiesa. El disco contiene once temas del repertorio de Lole y Manuel, entre los que se encuentran clásicos como "Todo es de color", "Nuevo día", "Romero verde" o "Tu mirá".


Alba Molina canta "Todo es de color".

Quien prefiera el teatro, el mismo viernes 10 de noviembre puede asistir en el Auditorio Municipal de Hinojosa del Duque a la representación de la obra Lorca, la correspondencia personal, a cargo de la compañía Histrión Teatro. Se trata de un montaje realizado por Juan Carlos Rubio a partir de las cartas personales del poeta, a través del cual, mediante un desdoble de su personalidad en hombre y mujer, se nos muestra su mundo más íntimo.


Teaser de "Lorca, la correspondencia personal".
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Nuevo libro sobre el ferrocarril de vía estrecha

Primero en Puertollano y luego en Peñarroya, hace pocos días se ha presentado el libro El Ferrocarril Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano-San Quintín 1895-1970, del que son autores el puertollanero Gabriel Molero y el pozoalbense Manuel García-Cano Sánchez. El libro recoge en sus más de mil páginas la historia del tren de vía estrecha que unía las cuencas mineras de la Sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya (SMMP), haciendo especial hincapié en las instalaciones ferroviarias y en las numerosas estaciones del tendido que se extendía por las provincias de Badajoz, Córdoba y Ciudad Real. Una parte fundamental de la obra está formada por el testimonio oral de trabajadores y viajeros de la línea, así como por una impresionante colección de 936 fotografías de máquinas, trabajadores y sus familias, viajeros, estaciones e infraestructuras, así como planos y gráficos.

En los actos de presentación se proyectaron dos documentales, uno breve del NODO, de 1957, que recoge la inauguración del servicio de automotores, y otro inédito con el recorrido desde Almodóvar del Campo hasta Fuente del Arco, con imágenes de sus estaciones, viajeros y paisajes tomadas en 1969 (aunque, por desgracia, en el resumen publicado en YouTube hay un salto desde El Horcajo hasta Peñarroya que suprime todo el tramo de Los Pedroches).


Inauguración del servicio de automotores Billard en 1956.


Viaje en automotor entre Almodóvar del Campo y Fuente del Arco en 1969.

En muchísimas ocasiones nos hemos referido en Solienses a este tren de vía estrecha, que, cerrado en 1970, forma parte todavía de la memoria viva colectiva de Los Pedroches. En la comarca tenía estaciones en Conquista, El Minguillo, Villanueva de Córdoba, La Jara, Pozoblanco, Alcaracejos-Villanueva del Duque, El Soldado y Peñas Blancas. En este enlace se accede a una página en la que se recopila información sobre la línea, incluyendo un pequeño estudio sobre el tema de Andrés Usero Moreno, así como mapas del recorrido y relación de estaciones. Un bonito ejercicio de nostalgia.
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"Leica story" gana el Concurso de Cortos en Dos Torres


Mark Schardan interpreta a Robert en "Leica story".

El cortometraje Leica story (2016) ha resultado ganador esta tarde del VII Concurso de Cortos convocado dentro de la XV Muestra de Cine Rural de Dos Torres, que se celebra durante este fin de semana. Leica story, con guión y dirección de Raúl Mancilla, cuenta la historia de un corresponsal de guerra americano (inspirado en Robert Capa) que, en mitad de una crisis existencial, llega a un pequeño pueblo andaluz poco después de la Guerra Civil española. Una historia real de amor no correspondida entre una chica y un militar que acabó en tragedia y una leyenda popular de terror japonesa componen la trama de la película. El segundo premio del certamen lo ha obtenido el cortometraje Palabras de caramelo (2016), dirigida por Juan Antonio Moreno Amador y basada en un cuento de Gonzalo Moure, que cuenta la historia de un niño sordo que vive en los campamentos de refugiados saharauis y quiere aprender a escribir.


Trailer de "Leica story".


Trailer de "Palabras de caramelo".

La XV Muestra de Cine Rural de Dos Torres ofrece durante este sábado y domingo la proyección de las películas Los del túnel (Pepón Montero, 2017), El Bar (Álex de la Iglesia, 2017) y A puerta fría (Xavi Puebla, 2012), así como la celebración de diferentes encuentros-coloquio con los actores Raúl Cimas, Jaime Ordóñez y Antonio Dechent y el productor Félix Tusell.
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Carboneros en el valle de Alcudia

Acudí a la presentación de este libro porque su autora es la madre de una compañera de trabajo, pero, qué duda cabe, también seducido por su título y su previsible contenido, no exento de implicaciones familiares: Los carboneros en el valle de Alcudia. El valle de Alcudia guarda grandes semejanzas paisajísticas, culturales y económicas con Los Pedroches y su cualidad de colindante ha propiciado a lo largo de los siglos unos intercambios ganaderos y algunas comunidades de pastos que lo convierten en un territorio emocionalmente próximo a nosotros, aunque a veces pareciera que Puerto Mochuelo se eleve como una frontera infranqueable que en las últimas décadas nos ha separado más allá de lo que una historia común permite entender. Por mi parte, hace treinta años que cruzo en ambas direcciones sus campos yermos (y, sin embargo, tan llenos de vida) en ese continuo peregrinaje sisífico al que los dioses un día me condenaron, ellos sabrán por qué.

Salvadora Moreno Castañeda (Cabezarrubias del Puerto, 1949) ha reunido en este libro el testimonio de varias generaciones de lugareños para conformar un mosaico de vivencias que tiene, como misión fundamental, rescatar del olvido unas formas de vida y de trabajo felizmente superadas. Es, básicamente, un libro para la memoria, para rescatar lo que ocurrió y darlo a conocer a quienes no lo vivieron. Pero también, y estimo que ahí residirá el grueso de sus lectores, para entregarlo como homenaje a los protagonistas de todas esas historias, que verán de este modo reconocido, aun desde el anonimato, tantos años de esforzada labor en unos campos miserables a los que había que extraer un mínimo de provecho que alimentara la supervivencia.

El libro contiene muchas referencias a Los Pedroches. De contenido parcialmente autobiográfico, se cuenta en él la estancia de la familia de la autora en Azuel y el cortijo de Los Palancares durante los años cincuenta del siglo pasado. Ahí se habla de familias que habitaban la aldea de la época, la vida en la escuela de doña Braulia, los juegos infantiles y la tienda de la Melenda, donde la niña compraba chocolate de Hipólito Cabrera. Salvadora revive cómo eran las bodas en esta localidad tan apartada, las fiestas y hasta la oración para sanar la culebrilla. El cortijo de los Palancares, a nueve kilómetros de Azuel en dirección a Conquista, le sirve a la autora para rememorar la existencia del ferrocarril de vía estrecha, la fauna humana que lo habitaba (los cortijeros con las cestas de mimbre, el soldado con la maleta de madera, la vendedora ambulante de agua fresca en botijo a real el trago...). Y, en medio de todo, la trágica historia de Pedro Rísquez y el destino de Ana Muñoz, su novia, que ahogó la tristeza en el convento de la Orden de Obreras del Sagrado Corazón de Jesús en Villanueva de Córdoba.

Los carboneros del valle de Alcudia no habla solo de carboneros, aunque ellos sean la guía que dirige la obra. Se describe su laborioso trabajo, sí, las penurias de la profesión, los aperos, las fases del ritual que requería un conocimiento exacto del procedimiento para evitar accidentes fatales. Pero el libro es, sobre todo, un fresco del mundo rural de la época, con personajes reales, con sus nombres y apellidos y su genealogía. Hay cientos de anécdotas, pequeñas historias insignificantes que, sin embargo, cobran la relevancia de contribuir a conformar el relato del día a día y reconstruir con brío el rompecabezas de la vida en aquellos años. Salvadora ha recabado multitud de testimonios, quizás baladíes de forma aislada, pero que todos juntos constituyen una potente estructura capaz de hacernos revivir lo que parecía imposible que se pudiera recuperar. Porque las enseñanzas que recupera la autora no están ya en los libros, ni en los legajos documentales de los archivos públicos o privados, sino en la memoria de las gentes que vivieron aquellos tiempos y aquellas formas de existencia tan esforzadas, testimonios y vivencias que desaparecerán, si es que no lo han hecho ya, en cuanto desaparezcan las pocas personas supervivientes que los protagonizaron. Y entonces solo nos quedará el trabajo recopilatorio de libros como el de Salvadora, documentos preciosos de un tiempo que, siendo tan reciente, pertenece ya a otro mundo.

Los Pedroches, digo, están muy presentes en este libro, y no solo porque de aquí eran algunos de los carboneros a los que se alude (de Hinojosa del Duque y de Belalcázar), sino porque también se cuentan historias admirables de otros paisanos, como el semanero Dionisio Manso, que cada semana llegaba desde Pozoblanco con una bicicleta cargada de pucheros de porcelana y apuntaba en una libretilla las ventas, que no cobraría hasta la próxima visita; o el niño deforme de Pedroche, cuyo cadáver transportaron sus padres en las aguaderas del burro y el susto del cartero cuando lo vio depositado sobre la mesa del comedor. Hay chascarrillos intemporales, como la justificación del apodo "Burra Blanca" (porque solo llevaba de ajuar una burra blanca cuando se casó), o el parto triple de La Paca (que en tres partos tuvo siete hijos), cuyo marido, Otilio Tirado, solo abandonó el trabajo de trilla en la era cuando le trajeron noticia del tercer nacimiento en poco rato ("porque si no La Paca no deja hoy de parir muchachos"), o la peripecia del "tío de las barbas", que en el paso a San Benito por el Peñón del Peripollo cobraba su peaje al caminante en forma de sardinas de cuba.

Los carboneros del valle de Alcudia, que ha sido reeditado por Ediciones Puertollano, se enriquece con la colección de fotografías de la época realizadas por el fotógrafo valenciano Ramón Ferrando Plá, que llegó como carbonero y se llevó a su tierra un testimonio gráfico impagable.


Carboneros en el valle de Alcudia. Foto de Ramón Ferrando Plá.