María Álvarez dedica su premio "a todos los que sufren por haber tenido que abandonar su tierra"
María R. Álvarez Rosario tras recoger su premio de manos de Dolores Sánchez, alcaldesa de Villanueva de Córdoba.
Fue una noche de emociones. El motivo del encuentro era la entrega del Premio de Poesía "Juana Castro", que convoca el Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, a la poeta María R. Álvarez Rosario por su libro Mapa de la memoria. Con ello se celebraba la continuidad de una meritoria iniciativa que alcanza ya su cuarta edición. Como dijo la propia autora galardonada en sus palabras de agradecimiento, "que haya gobiernos empeñados en sacar adelante proyectos poéticos de esta entidad dice mucho de ellos y de la sociedad a la que representan". Matilde Cabello, Nieves Muriel, y Ana Castro han precedido a la autora sevillana en este palmarés, todavía breve, pero ya intenso.
Pero hablaba de emociones. La primera fue enterarnos, por boca de la propia autora, que Juana Castro había obtenido esa misma tarde el Premio de Poesía Ciudad de Córdoba 'Ricado Molina' en su veinticinco aniversario. Justo el año, además, que se cumple el centenario del nacimiento del poeta de "Cántico" que le da nombre al galardón. Un premio que pondrá fin, y esa será su principal virtualidad, a esta sed que teníamos por leer nuevos versos de Juana Castro, que desde 2010 en que aparecieran sus Cartas de Enero (merecedoras luego el Premio Nacional de la Crítica) había guardado silencio en el papel.
Pero, cuando al comienzo del acto propiamente dicho, Jara y granito se arrancaron con los sones de "Limeña", sin haber hablado nada, todo estaba ya dicho. El grupo folk jarote interpretó más tarde un estremecedor poema de Juana Castro ("Rosa del triste precio") musicado por Francisco Tébar, y el alma entonces se abrió. El cierre del acto con las tristezas infinitas de "El arriero" solo sirvió para completar el círculo. En esa noche de melancolía por tanta ausencia todo estuvo donde debía estar, incluido el desconsuelo final de la presentadora Matilde Cabello, que evocaba también desde el atril su propia pesadumbre.
Vídeo: Jara y Granito interpretan "Rosa del triste precio".
En su intervención, Juana destacó el "lenguaje especial" que había advertido en los cuatro libros que hasta el momento han ganado el premio que lleva su nombre, "un lenguaje muy despojado, sin adornos, y muy joven. Son libros escritos desde una sencillez, como si estuvieran inaugurando el lenguaje de nuevo". De Mapa de la memoria adelantó que se trata de una expresión del "sentimiento de pérdida y nostalgia de una muchacha judía al salir de Sefarad". Son poemas breves, de verso corto que realizan un recorrido por "el memorial de lo que fueron la infancia y la vida que se añoran desde otra tierra".
Gabriel Duque, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, informó de que al premio se habían presentado en esta cuarta edición 86 trabajos, procedentes de toda España y de algún país de Iberoamérica y Europa. El jurado ha estado formado por Juana Castro, Pedro Sevilla (por la Editorial Renacimiento, que publicará próximamente la obra ganadora), Juan José Téllez (director del Centro Andaluz de las Letras, en nombre de la Junta de Andalucía), Matilde Cabello (nombrada por la Diputación de Córdoba) y el propio Gabriel Duque, por el Ayuntamiento jarote. El acta que premió por mayoría a Mapa de la memoria reconoce en la obra ganadora "el lenguaje a flor de tierra, sensual e inocente, sin apenas adjetivación y, sin embargo, emotivo. Con parquedad de recursos logra una suerte de creación limpia, casi arcaica, como las jarchas o las canciones de amigo, aunque aquí el amor va a las cosas abandonadas. Es una estupenda fábula de la situación actual que sufren inmigrantes y desplazados, donde al sentimiento de pérdida y nostalgia le pone voz una muchacha judía al salir de Sefarad".
María Álvarez y Juana Castro.
La autora premiada, por su parte, reconoció sentirse "honrada, feliz y agradecida por este regalo, pero sobre todo emocionada y abrumada por que Mapa de la memoria quede vinculado al nombre de Juana Castro, poeta verdadera, grande, comprometida". María Álvarez recordó que desde pequeña se había sentido conmovida por la historia "tan nuestra" de la diáspora: "Siempre me ha emocionado oír que guardaron durante generaciones las llaves de sus casas, que en las calles de Salónica aún se puede escuchar a las madres cantándoles a sus niños nanas en sefardí, que en el cementerio judío de Sarajevo se encuentran epitafios escritos en la lengua de Sefarad o que, como me contaron unos amigos, te puedas encontrar en un pequeño bazar de Estambul que la familia que lo regenta hablan entre ellos en castellano antiguo, que les cuenten lo orgullos que están de su origen sefardí, que conocen la dirección exacta de la que fue la casa de su familia hace cinco siglos en Toledo. Siempre me he preguntado qué habrían sentido al verse obligados a dejar sus casas, la tierra de sus antepasados, para no volver nunca. Qué parte de nosotros se queda atrás cuando somos obligados a abandonarlo todo. Dalí [la voz poética del libro] fue arrancada de su tierra para ser trasplantada allí donde siempre se sintió extraña. Siguió en su destierro el camino inverso al que hoy realizan cientos de miles de refugiados. Ella de Occidente a Oriente, ellos de Oriente a Occidente. Pero, en ambos casos, el mismo destino: la tierra extraña. Con ellos comparte el desarraigo, la pérdida, la nostalgia y el sentirse ya para siempre extranjera". La autora quiso dedicar este libro a los emigrantes, los desplazados, a todos los que sufren por haber tenido que abandonar su tierra. "Espero que este canto sirva para remover conciencias", concluyó.
Vídeo: María R. Alvarez lee algunos poemas de "Mapa de la memoria". [Pido disculpas por la mala calidad de la imagen, pero el sonido merecía la pena].
Un momento de la celebración del acto.
Participantes en la entrega del premio.
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