Una explosión de vitalidad y juventud
Vista de jugadores y público durante la inauguración anoche de las Olimpiadas Rurales [Fotos: Solienses].Con un gran alarde de precisión organizativa y con una sorprendente habilidad para manejar auténticas masas de población, que deben desplazarse rápidamente de un lugar de otro, anoche comenzaron las XIV Olimpiadas Rurales de Los Pedroches que se celebran en Añora. Miles de personas (solo los componentes de los equipos suman ya el millar de participantes) asistieron al acto de inauguración, conducido por Sabino Luna, técnico de deportes del Ayuntamiento de Añora, y que en la parte institucional contó con la intervención de Bartolomé Madrid, alcalde de Añora; Eduardo Lucena, Delegado Provincial de Turismo, Cultura y Deporte; y Salvador Fuentes, presidente de la Diputación de Córdoba, todos ellos cargos del PP. El acto de inauguración constituyó un espectáculo de música, luz y color que giró en torno a las propias Olimpiadas y su capacidad de hacernos romper con la rutina de la vida diaria. Destacaron en la exhibición las habilidades acrobáticas a la comba del equipo de Los Montillanos.
Todo en las Olimpiadas Rurales es una explosión de vitalidad y juventud, de la que resulta imposible no contagiarse. Uno se mezcla entre los jugadores, exultantes de esperanza y de deseo, y se vuelve mejor persona, porque en sus ojos y en sus sonrisas solo anidan ambiciones de diversión y victoria, y quién podría no sentirse satisfecho con estas aspiraciones tan fieramente humanas. Luego, al salir de allí, se da de bruces con la vida real. Las pruebas comenzaron con la piola, donde el juego en equipo resulta fundamental, al contrario que en el garrote y en la cucaña, donde prima especialmente el esfuerzo individual. La plaza de toros, totalmente abarrotada de público, semejaba anoche un coliseo romano, aunque nadie iba allí a morir, sino a celebrar el triunfo de la vida, ese que durante dos jornadas más recorrerá todavía las calurosas calles de Añora para continuar dando sentido a muchas emociones, a muchas experiencias personales que seguramente pasarán desapercibidas en la vorágine de tanto alboroto tierno y fresco.
Poco antes de la inauguración de las Olimpiadas Rurales, Enrique Santiago, candidato de la coalición Sumar a las próximas Elecciones al Congreso y Secretario General del PCE, dio un mitin en la Casa de la Viga de Pozoblanco ante unas decenas de simpatizantes. Enrique repasó a grandes rasgos la oferta electoral de Sumar y luego se mantuvo un coloquio con el público asistente. Acudí al acto movido por un cierto compromiso con la historia, ese de encontrarte ante el máximo dirigente del Partido Comunista, incluso aunque los comunistas ya no sean lo que fueron. El acto se desarrollaba todavía con un vago estímulo de semiclandestinidad, sensación acentuada luego cuando otro candidato al Congreso desarrolló su propio mitin ante miles de personas que aclamaban gozosas (y quién no lo haría en tales circunstancias) las proclamas electorales prometiendo que el tema del agua se iba a resolver. Cuando la antorcha olímpica se encendió anoche todos sentimos que algo bello renacía también en nuestro interior, pero enseguida, en cuanto las luces se apagaron y los barrenderos recogían el confeti, alguien apagó la llama echándole un cubo de agua sin más miramientos.
3 comentarios :
Esto de las olimpiadas bien. Pero que no se meen ni vomiten en la puerta de mi casa.
Las Olimpiadas Rurales siempre son un éxito y eso me gusta, está muy bien pero más me gustaría si cuando se hace una convocatoria de manifestación por un problema tan serio como el del agua en nuestros pueblos asistiera tal número de personas de distintas edades y además con el entusiasmo que el problema merece. Para las fiestas siempre habrá más que para las reivindicaciones. Una pena
Mucho frutal , mucho comel y mucho bebel, y después mucho meal y mucho vomital, pero como dice el primer comentarista "que no sea en mi puerta".
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