Ferias de pueblo

Ferias de pueblo

El el número de esta semana de Los Pedroches Información, Luciano Cabrera, alcalde de Alcaracejos (donde, por cierto, comienzan sus fiestas patronales el próximo día 15), se lamenta de que con frecuencia desde los ayuntamientos de la comarca se organizan conciertos y actividades coincidiendo con las fiestas tradicionales de otras localidades, lo que resta a éstas cierta afluencia de público. Aboga por buscar una fórmula que coordine las diversas actividades, "pues estas circunstancias rompen los vínculos entre los pueblos y no hacen comarca". Tiene toda la razón el alcalde, y ya hemos hablado aquí del tema en otras ocasiones. Cuando llega el verano, se multiplican las actividades de ocio y cultura, muchas veces coincidiendo en un mismo día e impidiendo así la asistencia de personas interesadas a las que se obliga a elegir cuando, de otro modo, asistirían a ambas.

Como dice Luciano Cabrera, las fiestas de los pueblos favorecen notablemente las relaciones entre los pueblos. Es frecuente que los pueblos vecinos acudan a las patronales de los demás, muchas veces como si de la propia se tratara. En los días de feria, es frecuente encontrarse autoestopistas al mediodía, que acuden a las capeas o sueltas de vaquillas de cualquier pueblo. Este intercambio festivo y de experiencias contribuye enormemente al hermanamiento entre los pueblos, a limar diferencias localistas (ya, por lo general, inexistentes) y, en definitiva, a "hacer comarca". La función social de las fiestas está bien estudiada por la antropología social, tanto en su vertiente integradora como cultural, por cuanto supone una ocasión propicia al forastero para participar en costumbres y ritos que se suponen pertenecientes a "otro", que se aceptan y comparten en su peculiaridad, seguramente distinta de la "nuestra", que luego, a su vez, en un ejercicio de reciprocidad, será compartida y aceptada por el visitante. Con la delicia que supone la diversión, fomentan la tolerancia, que no es poca cosa en los tiempos que corren.