Cita en Belalcázar (y 2)
Cerro del Cuerno/32Fachada del Convento de San Francisco, también llamado de los Cinco Mártires de Marruecos, en el barrio del Marrubial de Belalcázar.
Con el rimbombante nombre de Coordinadora de páginas web de Los Pedroches unos cuantos apasionados de internet y de la comarca nos reunimos este verano con la intención de promocionar nuestros pueblos a través de la Red. Al frente de ellos se encuentra de modo natural José Cortés, presidente de la Asociación “Amigos de Belalcázar, villa de monumentos”, que tiene la rara habilidad de embarcarse apasionadamente en iniciativas que otros verían con escepticismo y, más milagroso aún, de llevarlas a cabo con singular éxito. Entre esos proyectos figuraba realizar una serie de visitas culturales a los pueblos de la comarca, en la creencia de que todavía hay en los propios habitantes de Los Pedroches un gran desconocimiento de los valores patrimoniales que se esconden en su entorno más cercano. El pasado domingo se materializó esta iniciativa con la primera visita a Belalcázar, donde una vez más pudimos comprobar la riqueza arquitectónica de la villa condal y completar un recorrido impagable por el entorno del castillo de los Sotomayor con la compañía y los sabios comentarios de su propietario, don Luis Delgado.
Una vez más pudimos comprobar, a través de los gestos de asombro de algunos de los participantes en este encuentro, lo desconocida que resulta Belalcázar para muchas personas que viven en localidades vecinas. La majestuosidad de la fortaleza de los Sotomayor no deja a nadie indiferente, ni la delicadeza de la decoración conventual de Santa Clara a nadie insensible. Pero una vez más, sin embargo, urge denunciar el lamentabilísimo estado de conservación en que se mantienen grandiosos edificios como el convento de San Francisco o la fachada de la casa de Corpus Barga. Ninguna razón puede justificar que la lujosa capilla plateresca del siglo XVI del convento de los Cinco Mártires se halle convertida en un gallinero, y no hablo en sentido figurado. Hay que verlo para creerlo, y a veces ni cuando pisas la rejería del altar hundida entre las gallinazas puedes alcanzar a creer tal desprecio institucional por la propia historia. Ningún argumento, insisto, puede explicar tal abandono y todos los belalcazareños (y, detrás de ellos, todos los pedrocheños) deberían visitar este monumento para sentir en su rostro la vergüenza de tal muestra de insensibilidad y, luego, exigir a quien corresponda la rehabilitación de la dignidad histórica de un edificio que acogió los restos de los señores del condado y de varias familias y religiosos de la localidad, entre ellos los del venerable Fray Juan de la Puebla. Tanto deshonor no puede permanecer intacto por más tiempo.
Interior del Convento, que amenza desplome.
Rejería de capilla o altar, semienterrada entre gallinazas.
Capilla del Convento convertida en gallinero.
1 comentarios :
Soy de Belalcazar donde nací hace 77 años todavía siento esa tierra como mia, a pesar de vivir en Madrid desde los seis meses.Que curioso que a veces me sorprendo diciendo alguna palabra de allí, como llevar a un niño en el hijar o a espatarrajones. recién llegados a Madrid la persona que estuvo siempre en nuestra casa y fué mi segunda madre,era un pozo de sabiduría popular en cuanto a refranes y costumbres. Tenía la habilidad de llevar grandes cargas sobre la cabeza en equilibrio a veces con una especie de rosco de llamado rodilla y otras sin nada.uno de sus refranes era. “Más discurre un "mesecitao" que cien abogaos.Ella podía ir por el Madrid de entonces con una maleta encima de la cabeza como si tal cosa ante el asombro de todos los transeúntes; además no se cortaba por nada
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