Hay asuntos que se enrocan y cuanto más intentan aclararse más se confunden. Vean si no hoy los intentos de explicación del periodismo provincial sobre el asunto que denunciábamos
ayer. Lo que para
El día de Córdoba es una petición de disculpas a la alcaldesa, el
ABC lo convierte en más leña al fuego: oiga, señora, a usted no se la invitó como alcaldesa, sino como una ganadera más. Acostumbrados a pagar prebendas mayores, al sindicato le parece excesivo premiar la cesión de un simple equipo de megafonía con la presidencia de una mesa. Al señor Ignacio Fernández de la Mesa, presidente de Asaja-Córdoba (organizadora del acto), le parece que las Jornadas eran un evento "profesional y no político", lo que, a su entender, justificaría la presencia de un director general y hasta de un sindicato, pero no la de una alcaldesa. Es, como decíamos ayer, el desprecio de la política, la consideración de lo político como algo malvado, pecaminoso. Unos y otros. Porque alguien debería decirle también al
portavoz del PP en la Diputación que la gestión cultural de una institución pública no puede ser más que política (recuerden,
polis: ciudad estado) y darle algunas lecciones de historia para que entienda el interés cultural de las exposiciones sobre la guerra civil.
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