El cielo gira
El cielo gira, de Mercedes Álvarez, anoche en Documenta2 de La 2. Por supuesto, no busquen estas obras maestras del cine en horario accesible, sino al borde de la medianoche (vean, al menos, estas fotos). Y la constatación de cómo, a pesar de las diferencias, uno puede sentirse retratado en vidas ajenas. Las patrias no son tantas, son, en realidad, una sola, la misma, la de todos, el pueblo de cada uno. El pueblo de Aldealseñor, en los páramos altos de Soria, es nuestro pueblo, en el que las cosas van desapareciendo a los ojos de quien mira, sin estridencias, sin decir nada, sencillamente un día la silla amarilla ya no está a la puerta de la casa y el gran olmo centenario es arrancado de cuajo, como lo fueron de la faz de la tierra los dinosaurios hace tantos millones de años. Las cosas van desapareciendo, porque así es su naturaleza. Llegan novedades que no hacen más que poner de relieve las ausencias: un parque eólico y un palacio renacentista reconvertido en hotel rural. Qué ironía, ¿cómo no sentirse retratado?. Aquél mundo que vivimos en la infancia se acaba irremediablemente, ya está acabado y merecería, aquí, entre nosotros, mejor tumba y epitafio.
1 comentarios :
¿También eran nuestros pueblos, Antonio?
Inmejorable reflejo de un proceso que a buen seguro será el de muchos pueblos y presentado, sin apenas sonido, con “tres o cuatro palabras arrancadas” de unos pensamientos de pasividad y resignación, sobre un devenir que, ojalá se quedase atrapado en el lienzo. Coincido en que merecemos mejor final.
Luis Fernández.
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