¿Subastas virtuales?

¿Subastas virtuales?

Todos los medios provinciales, y algunos sectoriales, hablan hoy de la XIV Feria Agroganadera de Los Pedroches inaugurada ayer en Pozoblanco. Todos los medios, también, destacan como uno de sus principales atractivos la subasta virtual de ganado ovino, bovino y porcino, que sustituye al modo tradicional de compra-venta de reses, cambio obligado por la prohibición de trasladar los animales con motivo de la enfermedad de la lengua azul. Destacan lo novedoso del sistema, que se interpreta como un modo de introducción de las nuevas tecnologías electrónicas e informáticas en el campo de la agricultura y la ganadería. Se trataría, realmente, de una solución imaginativa que aprovecharía los continuos avances tecnológicos para salir al paso de las dificultades que plantea el cada vez más problemático traslado de ganados, lo que, a la vez que solventa las restricciones de movilidad dictadas por las autoridades sanitarias, elimina costes de transporte y evita molestias inncesarias para los animales.

He tratado de investigar, en la distancia (agradecería información presencial), en qué consisten exactamente estas "subastas virtuales", extrañado de no encontrar en ningún lugar referencia alguna al sitio web a través del cual podrían consultarse los lotes subastados o efectuarse las pujas, entendiendo por subasta virtual aquella en la que el interesado puede efectuar sus ofertas virtualmente, es decir (y así lo entendemos todos), sin necesidad de presencia física en el lugar donde se realiza el evento. Sin embargo, la página de Covap no contiene más información sobre la Feria Ganadera que una noticia antigua de cuatro líneas anunciando las fechas, mientras que Confevap, el consorcio organizador, carece de página propia (o yo, al menos, no la he encontrado). Tampoco los medios periodísticos ofrecen más explicaciones, limitándose a reproducir las mismas palabras (procedentes, quizás, de alguna nota de prensa oficial) y sin llegar a concretar en qué consiste realmente tal subasta ni cuál es exactamente la aplicación electrónica que permite considerarla virtual.

Como en varias ocasiones se hace referencia en las noticias a una experiencia similar que se realizó en diciembre pasado, he acudido a la hemeroteca en busca de información sobre aquella pionera "subasta virtual" de Covap y, realmente, tampoco allí se explica mucho. Aunque sí hay algunos indicios. Tenemos esta (mala) foto de la izquierda, observando la cual nadie advertiría estar ante ningún metodo novedoso de subastas: un ganadero, mientras consulta unos papeles, levanta una cartulina con un número, quizás un lote, quizás su número de registro. Y este breve apunte: "Desde Confevap se destacó el esfuerzo que están realizando las distintas asociaciones de ganado que están preparando el material tanto fotográfico como en vídeo de cada uno de los animales que saldrá a subasta". Y también éste:"El procedimiento de la subasta consiste en ir viendo las imágenes en vídeo y fotografías de cada una de las reses puestas en venta, sobre las que los ganaderos irán pujando". Acabáramos. Resulta que la tan publicitada subasta virtual consiste en que los compradores no podrán ver directamente las reses que adquieran, sino que les serán mostradas a través de fotografías y vídeos. ¿Y la virtualidad?. Bueno, en efecto, los animales no estarán presentes, pero... ¿realmente este procedimiento supone, como afirmara entonces el alcalde de Pozoblanco, que "el sector ganadero está incorporando las nuevas tecnologías al trabajo"?. Porque, en un mundo tan veloz como el tecnológico, la fotografía y el vídeo se ubican ya en la prehistoria, por mucho que se proyecten sobre una pantalla a través de un cañón de última generación.

Una "subasta virtual" implicaría que no sólo resulta innecesaria la presencia del ganado, sino que ni siquiera los ganaderos posibles compradores deberían desplazarse ya, puesto que todas las operaciones de subasta y compra-venta podrían hacerse "virtualmente", a través de la Red, con todas las garantías de eficacia, seguridad y control que hoy permite este medio. Claro que, ahora que lo pienso, la puesta en funcionamiento de "subastas virtuales" reales (permítaseme el oxímoron facilón) haría inncesaria la existencia de estas Ferias Ganaderas, que, aunque revestidas de modernidad tecnológica, no hacen en realidad más que perpetuar modelos medievales. Y si todavía son necesarias es, precisamente, porque el sector ganadero y agrícola no está del todo todavía incorporado a las nuevas tecnologías. Y lo que es peor, ni siquiera la propia Covap parece estar convencida de la revolución virtual que internet representa.