Maravillas

Maravillas

Sor Felipa de la Cruz, interpretada por Lola Pizarro, cuenta su vida en el convento de Santa Clara (Foto: Lola Muñoz).

En varias ocasiones hemos lamentado en Solienses las dificultades con que se encuentra el viajero que desea visitar el convento de Santa Clara de Belalcázar, al no disponer éste de un horario regular de acceso. Este verano, sin embargo, se ofrece a todos los pedrocheños y visitantes foráneos una excepcional ocasión de efectuar una visita guiada por el monasterio belalcazareño, contando además con el atractivo añadido de poder asistir en su transcurso a la escenificación en diferentes lugares del monumento de varios pasajes históricos sobre la familia condal de Belalcázar, interpretados por vecinos de la localidad. Estas visitas-representaciones guiadas, que se realizarán en dos pases diarios los domingos 29 de julio y 12 y 26 de agosto, están promovidas por la iniciativa particular de un grupo de personas y constituyen una innovadora y muy interesante propuesta para difundir los valores histórico-culturales de Belalcázar (y, por extensión, de toda la comarca) a la vez que fomentan de un modo inteligente el turismo en la localidad.



Casualmente, estos días hemos conocido también la iniciativa Las siete maravillas de la provincia de Córdoba, propuesta por los Centros Guadalinfo de Monturque y Fernán Núñez, con la colaboración del resto de centros Guadalinfo de Córdoba. La idea surge, lógicamente, al albur del megálómano proyecto de Las nuevas siete maravillas del mundo (que ahora busca su extensión propagandística con las siete maravillas de la naturaleza y que ha tenido allá y acullá sus inevitables secuelas). Como en este tema Solienses pecó el primero, no podemos criticar en exceso, pero téngase en cuenta las limitaciones que presenta un sistema prebiscitario en cuestiones culturales, donde la calidad nunca puede medirse en función de sus índices de popularidad. El único aspecto positivo que veo a estas iniciativas es la difusión que se hará de estos monumentos precisamente entre las personas que no los conocían, alentando así quizás el deseo de visitarlos.

Con respecto a las maravillas cordobesas (que no incluyen la capital) nótese la ausencia entre las candidatas del convento de Santa Clara de Belalcázar, el gran desconocido, a pesar de estar catalogado entre los principales monumentos provinciales (el segundo, dicen algunos, tras la Mezquita). De Los Pedroches se han seleccionado cuatro inobjetables: el castillo de los Sotomayor de Belalcázar, el parque natural de Cardeña-Montoro, la parroquia de San Juan Bautista de Hinojosa del Duque y la Torre Parroquial de Pedroche. Cada uno echará en falta los suyos, pero en toda selección hay que cortar por algún sitio. Si entendemos la propuesta tan sólo como un entretenimiento cultural -sin más valor, ni menos-, la participación ofrece cierto interés, puesto que nos ayudará a descubrir quizás monumentos de otros lugares de la provincia que nos resultaban desconocidos hasta ahora. Puede ser, incluso, una manera eficaz de promover la integración provincial y la interrelación entre sus partes, pues con frecuencia da la sensación de que la cohesión territorial en la provincia de Córdoba no está muy desarrollada. La cultura puede ser un buen modo de fomentarla.


Campanario de la iglesia del convento de Santa Clara en Belalcázar.