Junto al Cigüeñuela
Prohibida la entrada al recinto de la ermita de San Isidro de Dos Torres.
La asociación de espacios de ocio a edificios religiosos es tan antigua como el hombre. Por no ir más lejos, recordemos los teatros griegos y romanos vinculados a sus templos o, ya aquí en casa, las plazas de toros lindando con los santuarios marianos. En nuestros pueblos se ha desarrollado durante los últimos años una moda, que oscila entre lo pragmático y lo hortera, consistente en construir dentro de los recintos de las ermitas rurales unas naves fiesteras carentes del más mínimo sentido de la estética y del arte, que casi siempre afean de modo escandaloso unos entornos naturales por lo general muy atractivos. Como casi en cada pueblo hay un ejemplo o más, no hará falta destacar ninguno.
Si acaso, por la desproporción, cabe señalar el caso de la ermita de San Isidro de Dos Torres. Se trata de un diminuto santuario levantado recientemente a unos tres kilómetros de la población, en un paraje de antiguas huertas junto al arroyo de la Cigüeñuela. Se trata de un amplísimo recinto, seguramente de propiedad municipal, donde el Ayuntamiento ha instalado una zona recreativa junto a la ermita y donde se está construyendo una enorme nave al modo salvajamente industrial. La ciclópea desigualdad entre ambas construcciones resulta tan chirriante que ha privado definitivamente al lugar de toda posible armonía en cualquiera de los sentidos. Resulta muy llamativo además, y revela una peculiar concepción de lo público por parte del Ayuntamiento, que el acceso al recinto se halle vedado con unos grandes portones cerrados con cadena y candado, con lo que se impide cualquier posible disfrute libre del recinto por parte de los ciudadanos. Y no entraré esta vez en la espinosa cuestión sobre la propiedad de los espacios religiosos construidos sobre terreno público.
La nave y la ermita desde distintos puntos de vista.
Con todo, lo más interesante del lugar se encuentra fuera. Ya dije que la zona constituye un antiguo asiento de huertas de las que se conservan todavía interesantes restos de infraestructuras hidráulicas. Al lado justo de la propia ermita subsiste el rústico acueducto de una vieja noria ya desaparecida, pero el conjunto más interesante se puede contemplar en la finca que encontramos justo enfrente del recinto público, al otro lado del camino. Se trata de una rara muestra de lo que vamos a denominar "arqueología tradicional" (por semejanza con la llamada "arqueología industrial"), es decir, restos de construcciones relacionadas con los trabajos tradicionales ya desaparecidos. Aquí resiste un conjunto de noria completa con su alto andén, el canal conductor labrado en granito y su alberca cuadrada para la distribución del agua. La rareza radica en que se trata de un sistema de regadío que, a pesar de haberse mantenido activo hasta hace pocas décadas, en la actualidad ha desaparecido por completo, no sólo su uso, sino también todos los elementos arquitectónicos y tecnológicos que lo hacían posible. Por eso, el hallazgo de una instalación como la que comento, aun con la seguridad de que no permanecerá en pie todavía durante muchos años, constituye un gozoso reencuentro con la tradición y supone un incentivo más para proclamar que algo habría que hacer para proteger estas muestras tan relevantes de la cultura tradicional de nuestros pueblos, tan sólidas en apariencia, pero de tan frágil destino, según enseña la experiencia.
Vista del conjunto desde la alberca.
Diferentes detalles de la noria.
Vista general del conjunto.
Canalización labrada en granito.
5 comentarios :
No sé cual de los alcaldes mandó hacer esa edificación si el nuevo que ha entrado del PP o el antiguo del PSOE , pero el mal gusto es evidente sin hablar de gastos de recursos cuando lo que tenían que arreglar lo tienen al lado. ¿Por qué no se dejan asesorar nuestros alcaldes? En casi todos los pueblos suele haber alguien que conoce esas cosas auténticas del pueblo que lo hacen diferente ¿por qué no preguntan? ¿El sillón del ayuntamiento ya los hace sabios?
La Alberca, la noria y donde usted hizo esas fotos es propiedad particular.
Lo que es llamativo, que un parque periúrbano "PÚBLICO" esté cerrado a cal y canto y no se sepa bien (O sí que se sabe) quien puede hacer uso de ello.
Segun el Ayuntamiento, para poder entrar hay que pedir las llaves del mismo en el Consistorio. Y posteriormente devolverlar.
Ahora bien me pregunto...´Sí Yo por ejemplo la pido un domingo para ir con mi familia a pasar el día allí (Por ejemplo que mis hijos disfruten de los columpios...)Y tras de mi, llega más gente... ¿Cuando Yo me vaya, debo echar al resto de la gente que ha llegado después de mí?
¡¡Saludos!! Ha escogido un bello lugar para este post.
Debe haberle enseñado su mentor que hace lo mismo con el paraje de San Martín, cerrado a cal y canto para preservarlo ¿de que?. Y el Parque Periurbano junto al Poliderportivo, antes tenía un seto, ahora tiene portones con candado y postes en la pared para, supongo, poner una malla, pronto tambien cortará la entrada junto al polideportivo y habrá que pedir la llave para columpiarse. Yo creo que estos alcaldes se columpian un poquito
Estamos supeditados a los gustos y a la sensibilidad que sobre estos temas tengan las Corporaciones Municipales del momento. Tendríamos que hacer aquí, un catálogo de las “horteradas” que nos colocan y las barbaridades que los Ayuntamientos hacen en nuestros pueblos con nuestro Patrimonio Histórico. Aunque también hay que reconocer que es imposible hacer lo nuevo a gusto de todos, lo que no debería admitir ningún género de duda, es que cosas como esta infraestructura hidráulica se dejaran perder y que conservar lo poco que tenemos debería ser prioritario.
Lo de conservar esa infraestructura hidraúlica estaría bien. Pero creo que nos olvidamos del tema principal. Lo que verdaderamente clama al cielo, es que un lugar que debería ser PÚBLICO, está cerrado a cal y canto y se impide el disfrute de el al pueblo de Dos Torres.
Lo de la noria, y el canal desgraciadamente es propiedad particular.
¡¡Saludos!!
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