Qantara
El próximo lunes 3 de noviembre se inaugura la ampliación del Parque de las Ciencias de Granada. Uno de los nuevos espacios será un pabellón dedicado a las ciencias en al-Andalus, que estará gestionado por la Fundación El Legado Andalusí. Entre el 3 de noviembre y el 12 de enero este espacio albergará la exposición Qantara, que se inscribe dentro de un proyecto internacional liderado por el Instituto del Mundo Árabe de París y dedicado al estudio de los intercambios culturales en el Mediterráneo medieval. El Museo PRASA Torrecampo, continuando con su programa de difusión de sus fondos, participa en esta exposición con seis importantes piezas de su colección.Placa visigoda de los grifos enfrentados.
La primera es una placa de cinturón de época visigoda, realizada en bronce y fechada entre fines del siglo VI y comienzos del VII. Destaca especialmente su decoración incisa, que presenta como motivo central dos Grifos (animales mitológicos con cuerpo de león y cabeza de águila) frente a frente, bebiendo agua de la fuente de la vida. Los orígenes de esta iconografía hay que buscarlos en el Oriente Antiguo, desde donde ha llegado hasta el Occidente en época visigoda para, desde aquí, difundirse durante toda la Edad Media tanto en el mundo andalusí (en relieves de mármol, marfiles, etc.) como en los bestiarios del románico cristiano. La pieza fue realizada en un taller de carácter local que, si tenemos en cuenta la procedencia de otros fragmentos de piezas similares que se conservan, podría haber estado situado en el entorno de la actual comarca de Los Pedroches.
Anverso y reverso de un dinar o "sólido de conquista".
De la misma forma, el dinar o “sólido de conquista” de oro refleja la suma de influencias mediterráneas que terminarán dando origen no sólo al sistema monetario, sino al conjunto de lo que conocemos como “cultura andalusí”. Estamos ante una de las primeras monedas acuñadas en al-Andalus¸ fechada entre los años 712 y 713, apenas un año después de la entrada de los musulmanes en la Península Ibérica. Su ley y peso están basados en el sólido romano–bizantino, transmitido a través del África Mediterránea, de donde toma motivos tan característicos como una estrella de origen púnico. Acuñada aún en latín, esta pequeña moneda es un buen reflejo de las diversas influencias que confluirán en la formación de al-Andalus.
Morabetino.
Posteriormente, estas monedas darán paso a los dinares acuñados en árabe, que terminarán por convertirse en el siglo X en las monedas más valoradas de todo el Occidente. Esta es una de las causas por las que el castellano Alfonso VIII llegará a acuñar a comienzos del siglo XIII dinares de oro (no en vano esta denominación, heredera de la de los denarios romanos, dará origen a nuestro término castellano dinero) imitando la moneda andalusí. El Museo PRASA Torrecampo aporta a este Proyecto Qantara y a la exposición de Granada tres ejemplares de estas monedas que, por presentar su leyenda en árabe y una forma y peso similares a las de los dinares andalusíes, fueron pronto conocidos como morabetinos. Su característica principal es la utilización de una grafía árabe en la que se superpone, como símbolo de la religión cristiana, la Cruz. Aunque estas piezas fueron acuñadas durante un corto espacio de tiempo, su nombre dio lugar a la unidad o moneda de cuenta castellana usual hasta el siglo XIX: el maravedí.
Tanto la placa de cinturón visigoda como estas monedas andalusíes y castellanas reflejan cómo el Mediterráneo continuó siendo en la Edad Media, como lo había sido durante la Antigüedad, un lugar de contacto e intercambios no sólo comerciales, sino también culturales. A la vez, nos permiten comprobar cómo los cambios históricos que suponen tanto la conquista musulmana de la Península Ibérica en el siglo VIII como la conquista cristiana del siglo XIII no implican una ruptura cultural tan radical como a veces imaginamos.
Molde para amuletos. [Fotos y texto base: Museo PRASA]
Por último, en esta exposición también podrá contemplarse un molde de fundición realizado en piedra, utilizado para la fabricación de amuletos de plomo, que se fecha entre los siglos XI y XII y que, junto a otras piezas procedentes de diversos museos, servirá para acercar al visitante de esta exposición al interesante mundo de la tecnología andalusí.
El Museo PRASA Torrecampo viene participando durante los últimos tiempos, y en tanto que su exposición permanente está cerrada debido a las obras de ampliación del centro, en diversas exposiciones temporales (como Rudesindus. La cultura europea del siglo X o Tierras del olivo), a través de las cuales vamos poco a poco constatando la gran riqueza de la colección y el valor histórico-artístico de muchas de las piezas que componen sus fondos. Ello contribuye, sin duda alguna, a que cada vez aguardemos con más impaciencia a la apertura definitiva del nuevo Museo.
6 comentarios :
Creo que decir que la pieza pueda pertenecer a Los Pedroches es una hipótesis sin base, pero bueno, aceptamos barco como animal de compañía.
En un texto tan corto como la nota de prensa redactada desde el museo es imposible demostrar lo que tanto extraña al anónimo, como también la cronología, adscripción cultural y todos los detalles que en ella se apuntan. Para más información, le remito al catálogo de la exposición y del proyecto Qantara, de próxima publicación, que contendrá bibliografía complementaria de apoyo.
En cualquier caso, puedo adelantarle que la HIPÓTESIS (que no tesis) de que la pieza pueda haber sido realizada en un taller pedrocheño no es gratuita. En su libro "Toréutica de la Bética" (el estudio más completo sobre placas visigodas en España, publicado en 1998), Gisela Ripoll estudia dos ejemplares incompletos de este mismo modelo. Uno de ellos está en el Museo de Vic y el segundo, cuyo dibujo utiliza en la portada del libro, está en el Museo de Maguncia (estudio detallado en pp. 84-91 y ficha en pp. 287-288). En ambos museos se indica de manera genérica que proceden de la provincia de Córdoba.
Por su tipo y cronología, Ripoll los cataloga dentro de la que ella llama "moda latino mediterránea" que, entre otras características, indica que suelen ser realizados por talleres de carácter local. Siguiendo una idea ya apuntada años atrás por Pere de Palol ("bronces hispano-visigodos de origen mediterráneo...", de 1952), apunta la posibilidad de que el taller concreto que habría fabricado estas piezas podría haber estado situado en la provincia de Córdoba.
La base de la afirmación de Ripoll, repito, son dos ejemplares: el de Vic y el de Maguncia. Sin embargo, actualmente conocemos tres ejemplares más de este mismo modelo: el que se presenta en esta exposición, único conocido hasta el momento en el que se conserva completo el motivo decorativo central; una segunda pieza incompleta, en la que se conserva uno de los grifos y la fuente central, también del Museo PRASA Torrecampo; y un último fragmento, pequeño pero claramente identificable (se conserva un grifo incompleto) del Museo de Historia Local de Villanueva de Córdoba. Los tres proceden de Los Pedroches, concretamente de un área situada en la línea Torrecampo - Villanueva - Conquista.
Tomando como base la HIPÓTESIS de Palol y Ripoll (taller local en un lugar indeterminado de la provincia de Córdoba = dos ejemplares) y estos tres ejemplares que ellos no conocían, creo que no es aventurado lanzar la HIPÓTESIS de que el taller local que fabricó estas piezas PUDO ESTAR situado en nuestra comarca.
Siento la extensión del comentario, pero es la única forma de explicar este aspecto en particular. Creo que todos pueden entender que un estudio riguroso de las 6 piezas que aquí se presentan daría lugar, sin duda alguna, a un libro de no pocas páginas, muy lejos de la intención de un texto divulgativo y general como el que se ha redactado para presentar nuestra participación en este importante proyecto europeo.
Juan B. Carpio.
Magnificas piezas.
Deseoso de ver pronto la colección completa.
¿Y para cuando estará el Museo Prasa de Torrecampo? Dicen que las obras están paradas y el museo antiguo cerrado. Felicidades por la colección.
Vamos a pedir a quien corresponda que se abra pronto el museo Prasa de Torrecampo otrora llamado el museo de Esteban Márquez Triguero sito en la nombrada Posada del Moro. Si hay que hacer una Plataforma como la del AVE se hace. Será por Plataformas. Además si viene el AVE vendrá con gentes interesadas por conocer lo que encierran los Pedroches. Y este Museo Prasa es una de las maravillas de los Pedroches. Será por Plataformas.
Una plataforma consiguió que la Junta comprara el castillo de Belalcázar, otra, que pare el AVE...está claro que tenemos que organizarnos y pedir porque, de lo contrario, vamos a seguir como estamos: solos y perdidos en nuestro mar de encinas y el Museo Prasa está claro que encierra una parte importantísima de nuestra historia. ¿Por qué no otra plataforma para pedir que se terminen las obras o se abra el antiguo emplazamiento?. Ahora es un museo privado pero la Administración podría invertir en nuestra Comarca y abrirlo.
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