Plaza Pública y la libertad de expresión
Dentro de unos días el blog Plaza Pública cerrará su sitio web, según viene anunciando, y hace ya tiempo que algunos colaboradores se han lanzado, entre el éxtasis y el apocalipsis, a glosar las bondades de ese blog de opinión como si su creación hubiera supuesto la llegada de la libertad de expresión a Pozoblanco y su cierre significara la pérdida definitiva de este derecho. Resulta curioso que casi todos los que así pontifican lo hagan desde el anonimato, manifestando con ello una peculiar concepción de la libertad , la cual, sin embargo, para serlo, ha de expresarse necesariamente sin miedos ni ataduras. Y resulta paradójico que la mayoría de los que han escrito en Plaza Pública (y en otros medios, pero ahora hablamos de la Plaza) durante estos cuatro años lo hayan hecho desde la ocultación cobarde de su personalidad, delegando en otros la responsabilidad que correspondía a sus afirmaciones y manifestando valentía sólo desde la penumbra de las cavernas. Esa cobardía social ciudadana, temerosa de riesgos con frecuencia más imaginarios que reales, constituye en realidad el mayor atentado contra la libertad de expresión que puede hoy cometerse en el seno de una sociedad democrática, pues resulta producto del temor y del conformismo, gesto de quien vive incapaz de alzar su voz contra lo que considera injusto y contribuye de ese modo a convertir en caudillos a políticos mediocres que se envalentonan cuando logran ejercer su dominio sobre rebaños de ovejas sobresalientes por su docilidad.Todos los que callan, los que hablan a escondidas, los que conocen pero no denuncian, los que amagan pero no rematan, los que no quieren que su nombre se cite… esos son los que contribuyen a que la libertad de expresión muera. Los que conocen fraudes en las listas de trabajo de los ayuntamientos y no lo delatan, los que han pagado comisiones por licencias administrativas y no las publican, los que permiten ser llamados a despachos de alcaldías para recibir amonestación, los que no exigen responsabilidades a los gobernantes de nuestros pueblos cuando abusan de su poder, todos ellos son, pensando sólo en su propio beneficio o interés, verdugos de la libertad de expresión.
Porque la libertad de expresión en nuestros pueblos no la avala Plaza Pública ni ningún otro medio de comunicación pasado, presente o futuro. La libertad de expresión es un logro constitucional garantizado por el estado de derecho del que todos los ciudadanos gozan, aunque muchos parezcan incapaces de merecerlo. La libertad de expresión existía antes de Plaza Pública y seguirá después de su cierre y si no se ejerce es simplemente por la cobardía y la falta de compromiso social de todas estas personas que ahora denuncian su presunta falta pero que son incapaces de hacer nada por ellas mismas para contribuir a su engrandecimiento. Los mismos que ahora critican iniciativas como Pozoblanco Libre, siendo este blog un calco de Plaza Pública, si bien al otro lado del espejo (y con sus mismos errores, o mayores, pues de allí no se conoce ni siquiera un nombre). Estos defensores de la libertad de expresión que no aceptan versiones discrepantes hacen un flaco favor a la memoria de Plaza Pública, pretendiendo hablar en su nombre, porque lo que yo siempre he leído en sus páginas editoriales ha sido una defensa de la diversidad de pensamiento, aunque allí se prefirieran unas vías de actuación a otras.
El único que ha realizado un brillante ejercicio de libertad de expresión en Plaza Publica ha sido Antonio Jimeno Márquez (y muy pocos más que se han atrevido a firmar con su nombre), al comprender nítidamente el valor superior del beneficio social sobre el perjuicio personal. A la hora del adiós, recibe encendidos elogios y críticas furibundas y él lo recoge todo con serenidad externa y pasión interior, como ha sabido hacerlo durante estos años. Pero, al cerrarse Plaza Pública, la libertad de expresión en Pozoblanco sigue intacta, a la espera de que sus ciudadanos despierten y hagan uso de ella con la rotundidad alegre que merece un derecho que históricamente ha costado tanta sangre alcanzar. Se abrirán en el futuro nuevos medios que ofrecerán renovadas posibilidades, pero el mérito nunca les corresponderá a ellos, simples vehículos de inquietudes, sino que será el pueblo soberano, la gente de la calle, quien deba comprometerse y arriesgarse con gallardía en la difícil defensa de la libertad. Libertad siempre amenazada, pero no sólo por los poderosos, sino también por todos aquellos que prefieren la comodidad anónima del rebaño al riesgo de señalarse y opinar en público con nombre y apellidos.
29 comentarios :
Mira... una tonteria: propongo darle la razón (o quitársela) a Antonio Merino con nuestro nombre y apellidos.
Pues eso, Antonio, te doy la razón.
De sobra es sabido que nadie está en posesión de la razón absoluta, y efectivamente ni con Plaza Pública se acaba la libertad de expresión lo mismo que no comenzó con ella. Suscribo lo que dices Antonio en todos sus términos. Quizá Plaza Pública perdió su oportunidad de convertirse en un auténtico referente de la información en Pozoblanco si no se hubiese decantado tan claramente por un sector político determinado. Luchó mucho por la triste alineación de la avenidad de Marcos Redondo porque pensaba que era el instrumento adecuado para conseguir que la derecha se hiciera con la alcaldía en Pozoblanco, lo que le hizo perder muchos "puntos" pues pese a conseguir ese objetivo, pero también lo hizo a costa de obviar otros objetivos más importantes.
Recuerdo la polémica generada por ejemplo con la asignatura de Educación para la Ciudadanía, donde las opiniones de esos anónimos e incluso del propio Jimeno eran calcadas de esos otros que tanto gusto le tomaron a la calle; yo al menos, y no fui el único, nos sentimos insultados en muchas ocasiones con ese tema. Bien es verdad que en otros asuntos participaron activamente como es el caso de la parada del tren, pero siempre con un claro sesgo partidista. Por tanto y ya acabo, en muchas ocasiones, esa libertad de la que alardeaban se vio desbordada por las opiniones, elevadas a categoría de esas personas que vertían toda su mala bilis contra el que no comparte su visión de la vida.
El experimento no ha salido bien porque quizá no se respetó lo suficiente al diferente.
No es la primera vez que Antonio Merino defiende posturas similares de oposición respecto a la expresión de ideas bajo la forma del anonimato o el pseudónimo.
Seguir manteniéndolas, a pesar de ser respetables como opinión, no deja de translucir una concepción ya superada respecto de las posibilidades y realidades que las nuevas tecnologías, nos guste o no, imponen y la virtualidad inherente a las mismas.
Como muchas otras veces numerosos blogueros han manifestado, en este nuevo mundo virtual la importancia de quien manifiesta una opinión pierde importancia respecto de la opinión en si misma.
Cosa distinta, y muy interesante por cierto, es donde sitúa el debate Antonio respecto de la falta de higiene democrática y las notables carencias de valentía que varias generaciones de españolitos seguimos arrastrando.
Y digo arrastrando con total propiedad, porque si es entendible que cuando de cuestiones vinculadas a la política se trate, las más antiguas sigan imaginándose la sombra alargada del régimen detrás de cada esquina, no debería serlo el que las de los nacidos o criados al calor de la democracia mantengan actitudes muy similares a las de sus mayores.
Y a esto Antonio, deberá convenir conmigo, que por acción y/u omisión mucho tiene de culpa la forma de hacer política, fundamentalmente a nivel regional y local, del que por desgracia para todos ha acabado por convertirse en un nuevo régimen .
Democrático, pero régimen.
Y digo por acción y/u omisión porque por contra a como se han derrochado presupuestos, creatividad, capacidad de convicción y/o aleccionamiento, etc, para cuestiones como la igualdad de género, la ciudadanía, las libertades de opciones vitales y morales, las bondades de la pertenencia a Europa, o un sin fin de cuestiones más de muy diversa pelambre, poco se ha hecho en cambio, desde nuestra clase dirigente, para acabar con lo que Antonio identifica como “ cobardía social ciudadana, temerosa de riesgos con frecuencia más imaginarios que reales, (…) producto del temor y del conformismo, gesto de quien vive incapaz de alzar su voz contra lo que considera injusto y contribuye de ese modo a convertir en caudillos a políticos mediocres que se envalentonan cuando logran ejercer su dominio sobre rebaños de ovejas sobresalientes por su docilidad”
Posiblemente por esto mismo, porque estas clases dirigentes del nuevo régimen prefieren “rebaños de ovejas sobresalientes por su docilidad”.
Aptas en el manejo de teléfonos móviles o internet.
Con habilidades en un sin fin de temáticas absurdas (financiadas con cargo a UE) pero poco fructíferas para el desempeño de la libertad de opinión.
Agradecidas por el disfrute de una limitada serie de prestaciones sociales que por contra deberían entenderse y asumirse como imprescindibles en una sociedad moderna como la que pretendemos.
Satisfechas por el resarcimiento de deudas históricas aunque se haga de un modo poco justo.
Ganado dócil capaz de seguir paciendo sin levantar siquiera la oreja tras escuchar afirmaciones como la de que Pozoblanco Libre sea un blog calco de Plaza Pública desde el otro lado del espejo sin realizar el mínimo esfuerzo que supone clicar sobre los enlaces para contrastar la opinión.
Ciudadanos acostumbrados a acomodarse a la opinión en función del origen de la misma, persona, partido o blog, más que a formarse la propia por la simple y pura opinión en si misma.
Estimado amigo anónimo. Gracias por su interesante reflexión. Permítame, tan sólo, dos matizaciones:
1) El debate en torno al anonimato en internet dista mucho de haber sido resuelto, por lo que ninguna postura está superada. Tenga en cuenta que detrás de una opinión hay siempre una responsabilidad y si ésta no la asume el autor, la asume el editor. Claro que no es lo mismo opinar sobre una película o sobre el ministro tal o cual (donde poco importaría realmente el anonimato) que sobre la gestión política del alcalde de tu pueblo (donde la identidad de quien escribe sí resulta relevante). No creo que Zapatero o Rajoy vayan a denunciar a nadie por los comentarios que sobre ellos se hacen en los blogs, pero, en cambio, el alcalde de Añora llevó a juicio a un ciudadano por comentarios políticos realizados contra él en un medio de comunicación local. Ahí está la diferencia
b)"en este nuevo mundo virtual la importancia de quien manifiesta una opinión pierde importancia respecto de la opinión en si misma". No creo que "este mundo virtual" haya superado todavía el razonamiento complejo de la filosofía griega. Y desde Platón sabemos que, en determinados temas, la validez de una opinión depende sustancialmente de la competencia de quien la manifieste.
También estoy completamente de acuerdo. Respecto a los comentarios anónimos, hace tiempo que dejé de comentar con mi nombre y, la verdad, las pocas veces que lo he hecho sin identificarme no me han dejado buen sabor de boca. No se pueden establecer debates con quien se esconde detrás de la esquina, y eso es lo que siento muchas veces en solienses.
Otras veces quienes se esconden lo hacen directamente para lanzar insultos, acusaciones y libelos que pueden hacer mucho daño. Cobardía que, personalmente, cada día soporto menos.
"Resulta curioso que casi todos los que así pontifican lo hagan desde el anonimato, manifestando con ello una peculiar concepción de la libertad , la cual, sin embargo, para serlo, ha de expresarse necesariamente sin miedos ni ataduras. Y resulta paradójico que la mayoría de los que han escrito en Plaza Pública (y en otros medios, pero ahora hablamos de la Plaza) durante estos cuatro años lo hayan hecho desde la ocultación cobarde de su personalidad, delegando en otros la responsabilidad que correspondía a sus afirmaciones y manifestando valentía sólo desde la penumbra de las cavernas".
Sr. Merino no parece lógico lo que manifiesta en estos conceptos. La ocultación cobarde sería esconderse para isultar o pronunciar juicios execrables contra alguien. Ocultar su nombre para opnar no es cobardía y a veces incluso debe ser un gesto mucho más auténtico porque expone ecuetamente sus pensamiento sin el apoyo de su personalidad o incluso a veces no querer que se sepa cómo piensa. Eso, perdone, no es cobardía. Nadie está obligado a decir lo que piensa y puede decir lo que piensa sin aportar su nombre. La vedad o mentira de lo que dice está en fución de lo expresado y no en la persona que lo dice.
Y una duda importante, Antonio ¿tú nos garantizas el anonimato?
Pero vamos a ver, Conrado, ¿acaso no fuiste tú quien escribió en este mismo blog que uno de los alcaldes socialistas os negó el pan y la sal en el asunto del cementerio nuclear, que buenas trabas os puso para publicitar una de sus reuniones en la convivencia? ¿Qué quieres decir con eso de la triste alineación? ¿Insinúas que te posicionas a favor de la concesión de la licencia y que todo ha sido un jueguecito de gente desocupada y diletante? ¿Acaso no has visto a IU encabezar aquella extraordinaria manifestación para decir ahora no se qué de la derecha? ¿Qué he dicho o escrito acerca de la asignatura EpC para que te sintieras insultado? ¿Sabes que la Plataforma de Pozoblanco en apoyo del tren, donde estaban PP, PA e IU, siempre invitó al PSOE a unirse en las reivindicaciones y que dos de sus representantes declinaron participar en ellas en una de las reuniones mantenidas en la sede de la Peña del Barcelona?
Tal vez te manifiestas en estos términos porque no hemos escrito bien lo que ha sucedido durante estos años. O quizás sea que nos hemos callado demasiado.
Más: ¿En qué se diferencian los anónimos insertados en Plaza Púbica –por cierto, eliminados hace ya casi un año- de los de Solienses hasta hace unos meses que Antonio ha activado el freno? Porque sí, Antonio lleva razón en algunas cosas, pero también escribió lo siguiente respecto del silencio de los comentarios en Plaza Pública: La decisión de suprimir los comentarios parece acertada, aunque no debiera ser definitiva, sino momentánea, en tanto llegan mejores tiempos para Pozoblanco. En Plaza Pública saben muy bien que la interacción, el intercambio de información entre usuarios, aunque anónima y siempre dentro de los discutibles márgenes de la cordura, constituye uno de los fundamentos de esta revolución tecnológica y social que es la web 2.0, por la que apostamos.
Tal vez Antonio, como nosotros, haya cambiado de opinión a base de golpes y de poner la cara donde otros sólo ponen el culo.
Para acabar -no quiero abusar de la paciencia del editor y de todos los que nos leen-, y dejando al margen la injusticia cometida por Antonio al comparar Plaza Pública con Pozoblanco libre de la manera en que lo hace -sabe usted, don Antonio, que lo que hemos hecho nosotros al facilitar claves a todo el mundo para publicar sin cortapisas en el blog NO TIENE PRECIO. NI PARANGÓN por estos pagos- me gustaría dejar por aquí un par de artículos recogidos en nuestra Constitución para matizar el espíritu del mensaje que inspira este hilo. Seguro que otros también tienen motivos para colocar alguno que otro.
Título I. De los derechos y deberes fundamentales
Capítulo segundo. Derechos y libertades
Artículo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Y ahí está el Ministerio de Aído.
Artículo 35
1.- Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
Y ahí están los casi cinco millones de parados y un montón de peña viviendo a costa de los contribuyentes.
Saludos para todos los solienses.
P.D.: Jeje, Pedro, un saludo muy especial para ti. A ver cuando pilláis otras 300 o 400 visitas.
Antes de Plaza Publica y sobretodo en lo referente a noticias de corte político, en los asuntos locales de Pozoblanco los distintos medios de comunicación estaban claramente dorándole la píldora al PSOE, sin que hubiera otros que pudieran hacer contrapeso, pues tenían la sartén cogida por el mango . Lo que si tengo claro, es que gracias a la contribución de Plaza Publica al igual que a Solienses y otros bloc, la libertad de expresión se ha hecho más fluida, pues en internet no existe tanta reprobación.
Lo de firmar los comentarios creo que llevas razón y debemos de madurar y no ser cobardes, pero ¿Por qué no firmamos todos los comentarios con nombres y apellidos a pesar de la libertad de opinión? ¿por cobardía? más que cobardes también estamos haciendo uso de la prudencia , pues está claro que para muchas personas que no somos personajes públicos como puedan ser los políticos, y por lo tanto no vivimos de la política, y que cuando a una corporación que otorgándole los ciudadanos el gobierno de una ciudad, esta corporación se convierte en abusiva, lo prudente es saber nadar y guardar la ropa, pues se de alguien influyente y muy demócrata que dijo “quien se mueva no sale en la foto”
A veces lo interesante de un comentario no está en quien lo dice, sino en lo que se dice
EL anonimato siempre será de Cobardes.
Puede que el anomimato sea de cobardes, pero también es verdad que el miedo es libre y que siempre es bueno sopesar los pros y los contras, sobre todo, si lo que reina es el abuso, la represión y el castigo por opinar en contra del "jefe".
Niego absolutamente que el anónimo sea equivalente a cobarde. Lo admitio sui¡i se esconde para insultar o injuriar. Si esconde su nombre para expresar una idea no invalda para nada lo que dice aunque no se conozca el autor. La fuerza de la argumentación no se deriva de la persona que lo escribe sino aquello que dice es lo que hay que filtar por la criba de la verdad.
El anonimato es de cobardes siempre que escondas tu identidad para insultar, mentir o hacer insinuaciones y acusaciones falsas. Pero no creo que exista acto alguno de cobardía en dar una simple opinión como ésta por ejemplo. Además, ¿quien garantiza que por ejemplo "Pedro de la Fuente Serrano" sea un nombre real o inventado? Yo no lo conozco, así que me da igual si se llama así o Pepito Pérez, valoraré su opinión y lo que aporte o no al tema a tratar, pero no su nombre. Y si ésta web es solo para "valientes", pues no permitan que se utilicen anónimos ni alias, y así todos nos veremos obligados a escribir nuestros nombres (inventados o reales) .
Personalmente cada día estoy más convencido de no utilizar mi nombre y apellidos en un foro en el que se permita utilizar anónimos. Ya me ha ocurrido que utilizando yo mi nombre real, lo han utilizado anónimos para atacar otros aspectos personales que estaban totalmente fuera de contexto. Y no tengo necesidad de ver mi nombre envuelto en mentiras o insinuaciones de cualquier, en este caso sí cobarde, que aprovecha la oscuridad para insultar o sembrar dudas infundadas detrás de su anónimo.
Y por último, hubiera leído los comentarios y razonamientos del Sr.Jimeno de igual forma si hubiera puesto su nombre o su alias. Hay comentarios en los que he estado de acuerdo y otros en los que no tanto, pero lo que admiro y valoro del Sr.Jimeno es su capacidad para razonar todo lo que expone, cosa que falta en otros foros y que por ello son muy diferentes a lo que ésta persona ha hecho. No creo que sea comparable Plaza pública a Pozoblanco libre, realmente son el lado opuesto pero no en contenidos políticos sino en tolerancia y en pluralidad. Lo que ocurre es que la Plaza ha sacado a la luz muchas verdades que a algunas personas no les ha gustado leer, y para muestra la censura que sufrió el acceso a dicho medio desde lugares públicos en Pozoblanco.
Vayamos por partes, el anonimato no es ni cobarde ni valiente, somos usted o yo los valientes o cobardes. Otra cosa es que discutamos su efectividad en la lucha política,que objetivamente creo que la tiene. Por otro lado, en que se diferencia poner un nombre propio o anonimo en un post? A mi personalmente me merece la misma fiabilidad. Es el medio en concreto el que genera un desconocimiento del emisor, aunque esto no me impide reconocer como muy bien señala A. Merino que la identidad del autor determina el sentido mismo de lo que dice. Pero eso son los blogs de internet y no otra cosa (comparen p.ej. la Larousse y la Wikipedia y su fiabilidad). Creo que en el interesante debate que pone sobre la mesa A. Merino sobre una cuestión ética (valentía-cobardía política) y la libertad de expresión (asunto legal)se corre el peligro de confundir churras con merinas (con perdón). Pienso que la cuestión ética debiera plantearse en torno al hecho de la participación política y no en cuanto a la libertad de expresión y en concreto a la libertad de expresión en la red, dadas las caracteristicas del medio. Este asunto me trae a la memoria otro parecido: si alguíen es más o menos independiente en función de su pertenencia a un grupo pol´tico o no; o si alguien es más o menos valiente por su identificación.
Plaza Pública simplemente ha sido un espacio de encuentro donde cualquiera ha podido opinar bien siendo colaborador y bien siendo comentarista o emitiendo réplicas.
Muy en contra de lo que se hace en Pozoblanco Libre, que ni admite colaboradores ni admite comentarios (imitando toscamente las formas de Plaza Pública).
En Plaza Pública siempre ha habido varios niveles, un nivel de opinión, un nivel de información y un nivel de reivindicación popular, pero principalmente ha sido el escaparate del ejercicio de higiene democrática provocado en el Ayuntamiento. No debemos de echarnos las manos a la cabeza si corren las listas. Es lo natural.
Rompo una lanza a favor de Antonio Jimeno, pues gracias a él, fue quien le dio al interruptor, se ha debido la retransmisión de los plenos del Ayuntamiento con todo lo que ello conlleva. Además, valoro sobremanera el gran esfuerzo que, contra viento y marea, ha supuesto el llevar día a día el Plaza Pública y eso solo se le debe a Antonio.
Un fallo que se ha tenido desde el principio en esta página ha sido la escasez de colaboradores activos, y ahí coincido contigo Antonio, que la gente ha sido cobarde por saber y no contar, por no denunciar. Y si lo han hecho ha sido guardando su identidad. El anonimato de los comentaristas, ha sido como en todas partes, más bien por prudencia. Siempre que haya sido sin injuriar a nadie, no hay que darle mayor importancia. En estos casos se ha valorado más el comentario en sí que la identidad del comentarista. Esa es la salsa de la mayoría de blogs.
Se abrirán nuevos blog que defiendan igualmente la libertad de expresión, habrá quien bajo la libertad de expresión sea partidista y opaco, pero lo que si pienso es que Plaza Pública no se volverá a repetir por muchas razones, tanto por la coincidencia de personas como los sucesos ocurridos durante este tiempo. Destacando siempre la alineación, sentida por casi todos los ciudadanos de Pozoblanco, y el seguido cambio de gobierno, también estuvo el cambio de personalidad jurídica de COVAP, el movimiento de la Estación de AVE, en todos estos movimientos reivindicativos Plaza Pública se ha implicado siempre hasta el fondo.
Mientras se hacen intentos de otras Plazas Públicas, la gente debería saber distinguir donde está la opinión y donde la información, Plaza Pública tuvo las dos cualidades, él que no se expresó fue porque no se atrevió.
Personalmente, yo lamento no haber estado en muchos casos a la altura de las circunstancias y haber hecho más colaboraciones.
Para Juan B. Carpio
No comparto la frase de que -no se puede establecer debates con quien se esconde detrás de una esquina- o más concretamente en el anonimato, pues yo dentro de mi anonimato he establecido algunos.
Un cordial saludo.
Antonio, vaya regañina que nos has echado a todos los anónimos. Comprenderás que hay muchas razones por las que pienso yo, no nos atrevamos identificarnos. Primero porque en los pueblos, donde creemos conocernos todos, aunque hay personas que no han compartido contigo ni siquiera un mal saludo, y te tachan de lo que les da la gana, en ocasiones llegando a un descredito insospechado, esto sólo, por no ir por la línea que algunos en su imaginario te han marcado, por no aceptar el papel que te asigna , según de donde procedas, o porque piensas de una forma distinta al poder establecido en el municipio, que aunque cambie de signo político, es siempre el mismo “poder” . Así que no creo que haya cobardía en ello, lo que pasa que no todos tenemos misma la capacidad de expresión para defendernos y la misma autoestima y lo que tienes tú (porque hay que ser valiente para aguantar lo tú aguantas). Lo que si considero una cobardía es utilizar el anonimato o en el poder para insultar a cualquier persona, por opinar o pensar de una forma diferente. Pero si sólo opinas, de una forma anónima, qué malo hay en ello.
Saludos.
Creo que muchos de los comentarios aluden al que es el gran problema de los anónimos cobardes (esos anónimos que sí son indiscutiblemente cobardes): no opinan, pontifican, calumnian y lanzan dardos envenenados contra todo lo que se mueve y, efectivamente, de forma especial contra quienes ponen la cara firmando. Empezando, por supuesto, por el administrador, sea Merino, sea Jimeno o sea el que sea. A los que actúan como si fuéramos nosotros los que pagáramos a los administradores para decirles en su cara, en su casa, lo que nos viene en gana y, por supuesto, no nos atrevemos a decir a quienes de verdad mandan y deciden.
Si todos los comentarios anónimos mostraran discrepancias de ideas de forma educada, como por ejemplo lo hacen todos los comentarios anteriores de esta entrada (igual firmados, con seudónimo o directamente anónimos), creo que la cuestión de anonimato sí o no sería una simple opción personal, sin mayor trascendencia.
Lo malo es que hay cuatro o cinco personas (con algunos de vosotros, anónimos o no, lo hemos comentado en más de una ocasión, son cuatro o cinco pero dan mucha guerra, hasta aburrir) que se dedican sistemáticamente a lanzar porquería movidos por un interés político mal entendido. Mal entendido porque no tiene nada de político (ay, la polis, la sociedad, el bien público) y sí mucho de politiqueo barato. No tienen nada de políticos, pero sí mucho de interesados.
En un debate como este, no tengo ningún problema en participar como anónimo o -me gusta más- firmando con mi nombre. Porque cuando terminemos de expresar opiniones posiblemente ninguno hayamos pasado directamente al "bando contrario", ninguno hayamos cambiado totalmente nuestra postura inicial, pero con seguridad esa postura se habrá modificado en parte con las aportaciones de los demás.
Para mí, así es un gusto. Aprendo y organizo mejor mis ideas con las aportaciones de los demás, unas más acordes con lo que pienso y otras a años luz. Pero aprendo.
Lo que ocurre es que los cuatro o cinco alborotadores que hay actúan reventando toda posibilidad de diálogo. Porque eso es lo que no quieren. Que sepamos. Que discutamos. Que dialoguemos. Que aprendamos. Mientras esto sea así (y no tengo muchas esperanzas de que cambie), no me gusta el anonimato y prefiero los comentarios firmados, aunque sea con un alias.
Amigo Jimeno: es cierto que ese alcalde nos negó la pan y la sal en determinados momentos, pero también es verdad que tu blog, que Plaza Pública ha peleado y no poco, eso si de forma legítima no lo pongo en duda para acabar con el predominio socialista en Pozoblanco. Pero también es cierto que en tu blog cuando yo escribí diversos comentarios en relación con la asignatura de educación para la ciudadanía se me dio hasta en el carnet de identidad, cuando no simplemente se ignoró mi comentario.
Yo no insinuo nada con respecto al tema de la alineación, simplemente la califico de triste por la situación que ha generado, el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, y tengo bastante claro que ningún partido político de los que están ahora en el Ayuntamiento supo estar a la altura de las circunstancias, que no hubo el diálogo necesario para solventar este tema y me ratifico en la idea de que en esto como en otros asuntos os habeis decantado claramente por una línea ideológica concreta y que habeis colaborado en la llegada del PP al gobierno municipal. Valoré y valoro en mucho vuestra contribución en el tema de la parada del tren en nuestra comarca, ahi estuvisteis a la altura de las circunstancias, pero estarás conmigo que en esto como en lo del cementerio nuclear los políticos se subieron al carro de la movilización popular, la diferencia es que vosotros lo vivísteis en primera persona y yo a través de vuestras informaciones y la de otros medios, pues como sabes vivo fuera.
También estarás conmigo que una vez conseguido desbancar al PSOE del gobierno municipal (de forma legítima no lo olvidemos, otra cosa es la ética política de la que habría mucho de que hablar), Plaza Pública ya no fue lo que era, y de esos polvos vienen estos lodos. De todos modos deseo que si alguna vez vuelves a la palestra, aprendas de los errores que hayas podido cometer, pues como dije en mi anterior comentario, el experimento ha sido bueno, aunque el final desgraciadamente sea el cierre.
Ánonimamente pienso que quien mete en un mismo tarro a TODOS los anónimos que en Plaza Pública han sido para pasar a calificarnos de "cobardes, temerosos...", no hace sino concederse vanidosamente para sí los misos adjetivos antónimos: "valiente que soy, audaz que soy...". Y todo eso mientras albergo en mi blog anónimos comentarios que me dan alas ("Recuerda que eres mortal", decía el romano)
Facta, non verba.
El anonimato puede ser reprobable cuando se falta al respeto y se habla de forma inadecuada y sin educación, pero así es la vida misma. La mayoría no discurre por esos derroteros, sino por la senda del simple intercambio de ideas con el respeto y sentido común. Creo que lo importante son las ideas en sí mismas, no la persona que las vierte (aunque a veces nos interese por curiosidad u otros fines conocer al emisor; y en ocasiones, por eso mismo se le concede mayor o menor autoridad a lo que se dice-craso error). Respecto al editor del blog, que se dice por ahí que pone nombre, rostro y cara..., también hay que subrayar que se guarda muy mucho de publicar o no publicar lo que quiere (los comentarios), y ello es légimito, pero ese parapeto también sería reprobable hablando de Libertad. Porque no solamente se eliminan comentarios de anónimos (insultantes, etc.), sino de firmantes y otros con comentarios que no le interesan al administrador (por lo que sea). Este es el juego y estas son sus reglas. Se pueden discutir, su amplitud o limitación, pero todos las sabemos. La Libertad y sus límites..., eso es harina de otro costal. No las nimiedades estas, con cosas tan irrisorias que se dicen: anonimato y secreto=cobardía; pues que anulen las cabinas enlos comicios electorales..., ja, ja, ja).
Para Conrado:
Más que para acabar con el predominio socialista, con la forma de actuar de los que se han autocalificado así. Curiosamente, no pocos votantes del PSOE -hay que cuidarse mucho de hablar de socialismo cuando de tales siglas se trata- y otros tantos de IU se han subido al carro de la web más libre y potencialmente plural de todas las de la comarca. Porque creían que era necesario, no por otra cosa. Ya lo dijo Manuela Calero: el proyecto del PSOE después de 28 años estaba agotado.
Pero no debes confundirte: La derecha, ese ogro inmoral a decir de mucha gente de izquierdas, está en el poder por pura vendetta Benito-PSOE. Ni más ni menos ni menos ni más. El PSOE se ve donde se ve por su propia ineptitud y por su soberbia. Te recomiendo -si no lo has hecho ya- que dediques un rato de tu tiempo a escuchar la entrevista que Plaza Pública le ha realizado a Manuela Calero uno de estos días pasados. Quizás ahí encuentres las respuestas a las preguntas que nunca te hiciste. Por cierto, Plaza Pública se ha dirigido a todos los partidos políticos con el deseo de realizar entrevistas a sus dirigentes. Falta una que propusimos a un dirigente del PSOE ya finiquitado Benito. Tú sabrás deducir el porqué. También, en honor a la verdad, debo decir que nos ha faltado tiempo para realizarle una a Serafín Pedraza, que muy amablemente accedió a concedérnosla. Desde aquí le doy las gracias y le pido perdón por no hacerla efectiva, pero la vida de un pseudoperiodista es inescrutable. Y mira que lo lamento, porque Serafín es de los pocos políticos de Pozoblanco en los que las respuestas pueden estar muy por encima de las preguntas.
Lamento, después de leerte, que la insinuación se haya convertido en toda una afirmación. Porque el que calla otorga, Conrado. Y es que en determinados asuntos posicionarse en la equidistancia y en la excusa es todo un síntoma. Todo un mal síntoma.
En cuanto a lo de la asignatura de EpC, no pongo en duda el carácter agresivo de algunos comentarios –eso sí, dentro de lo que Antonio llama dentro de los discutibles márgenes de la cordura- . A favor y en contra. Yo lo que te he pedido es que me digas qué he escrito yo sobre el particular par que tú te sientas ofendido. Es muy sencillo: Plaza Pública tiene un buscador lo más de útil para acceder a todos los posts que hay publicados sobre el tema y sólo hace falta copiar y pegar y asunto arreglado.
Dices que, cambiado el gobierno municipal, Plaza Pública ya no es lo mismo. Lógico... y afortunadamente. Tras la tempestad viene la calma, Conrado. Y aquí, durante cuatro años y casi a diario, hemos tenido borrascas muy gordas y muy negras. Y la vida sigue sin que, como anunciaba esa izquierda apocalíptica, hayamos sufrido las siete plagas bíblicas más allá de desafortunadas declaraciones del Alcalde -bien criticadas y publicitas en la Plaza- y estancamiento de problemas heredados de ya muy difícil solución.
Incluso la Cultura goza de una salud excelente y Raphael llena El Silo en concierto extraordinario más que a algunos les pese.
Un saludo para todos los pacientes solienses.
Que Plaza Pública se ha convertido en los últimos tiempos, al menos en el último año, en la expresión de la extrema derecha es algo innegable. Es lógico que Antonio Jimeno se defienda y que él lo considere de otro modo, pero me parece que hasta él lo reconocerá cuando pase algún tiempo y vea las cosas con mayor objetividad. La culpa no es suya, o no totalmente, sino de un grupillo de dos o tres colaboradores sin término ni medida que durante los últimos meses han escrito bochornosos panfletos que jamás hubiéramos leído si no estuvieran en Plaza Pública. La página, por tanto, ha jugado con sus lectores y se ha aprovechado de su fidelidad, pues acudiamos allí buscando información u opinión sobre Pozoblanco y nos encontrábamos con unas soflamas que tienen un público muy reducido, el de la extrema derecha en España, mínimo.
Me parece que los responsables de la página no valoraron esto lo suficiente y han permitido que el prestigio y la influencia que Plaza Pública alcanzó en un determinado momento se diluyera casi totalmente debido a la acción de dos o tres personas (o las que fueran, pues escriben con seudónimos) que estaban más interesadas en defundir sus mensajes que en mantener el nivel de la página.
También se ha visto mucho el cambio desde que se produjo el cambio de gobierno, han pasado de ser el azote del gobierno a ser el azote de la oposición, y eso le ha quitado también mucha credibilidad. Pero no pasa nada, los responsables de Plaza Pública hicieron lo que pudieron o lo que quisieron y, si finalmente cierran (porque esta despedida se alarga ya demasiado), dentro de unos meses nadie se acordará de ellos.
Para A. Jimeno.
Con esto termino mis comentarios pues no quiero polemizar. Yo no otorgo nada ni me escudo en la equidistancia en el tema de la alineación ni en otros pero si me reservo el derecho de valorar las distintas posturas; tengo que reconocer que en ese caso concreto por ejemplo no tengo una postura clara, otra cosa es como se hicieron las cosas por parte de unos y de otros. Estoy de acuerdo en que el PSOE está ahora en Pozoblanco en la situación que está por sus propios "méritos", eso no lo duda nadie.
En lo que respecta al tema de Educación para la Ciudadanía, yo no he dicho en ningún momento que yo como persona particular me viera ofendido (lee bien) simplemente que los que damos esta asignatura fuimos ofendidos y vilipendiados por muchos comentarios que se vertieron en este foro y que tu como administrador del mismo debias conocer.Yo no recuerdo ahora mismo los términos en que se produjo aquel debate, ni voy a volver sobre el mismo proque lo considero más que superado y además el tiempo y la justicia como ya dije, pondrá las cosas en su sitio. Que yo comparta o no determinadas cosas en este asunto u otro no creo que le importe a nadie pues entra dentro del ámbito de lo privado, salvo que lo hagamos público y en ese caso estamos expuestos a la posible crítica y controversia, pero ello no le da derecho a nadie a descalificarme de esa manera, pues mostraron una falta de respeto absoluta y eso evidentemente a veces duele, sobre todo cuando las descalificaciones vienen de quien problablemente desconoce el tema.
Que ahora la situación cultural en Pozoblanco en mejor, está por ver, no creo que por el hecho de que un gran artista como Raphael llene el teatro (lo contrarario sería difícil de entender) no es un síntoma de un gran nivel cultural; imagino que también cuando Serrat ha estado por ahí lo llenaría. Me alegra mucho que la cultura gane espacio y el nivel cultural de nuestra localidad mejore, pero como ya digo, eso está por ver.
Es verdad que ha llegado la calma tras la vergonzosa tormenta pero ahora le tocarán a otros demostrar que eso es así y que son capaces de atraerse con una buena gestión municipal a la opinión pública con vistas a las próximas elecciones.
Nunca dije que la derecha fuera un ogro ni otras lindezas, aunque a la vista de sus actuaciones ellos se califican solos, así que por favor no hagas afirmaciones gratuitas en este sentido refiriéndote a mi, pues si lees bien mis comentarios, te darás cuenta que yo valoré mucho en su momento vuestras actuaciones en determinados temas, incluso cuando no compartía vuestra visión de esos asuntos, porque considero que es algo secundario lo que yo o cualquier otro piense sobre un tema cuando el objetivo es más importante (lo del tren por ejemplo).
Quizá os metisteis demasiado en política, pero eso os toca a vosotros valorarlo.
Yo he seguido vuestra trayectoria y siento mucho que este foro desaparezca y si alguna vez vuelves a estas lides, yo asi lo deseo, probablemente os seguiré, pero teneis que reconocer que la democracia se basa precisamente entre otras cosas en el respeto al diferente y en la libertad de expresión que no es algo exclusivo de un grupo, sino de la sociedad en general, y que si queremos que nuestra democracia no se adultere, lo que tenemos que hacer es defender esos principios, cada uno desde la parcela que le corresponda y todos como ciudadanos, y exigirle a nuestros representantes y gobernantes que cumplan con su obligación.
Tendría mucho gusto si alguna vez tenemos ocasión de tratar personalmente estos y otros temas, pues siempre he considerado tus opiniones bastante acertadas, aunque algunas no las compartiera.
Saludos.
Para el anónimo de las 11:43
Hay dos o tres colaboradores o los que sean que según Ud. han escrito bochornosos panfletos y que es por eso por lo que Plaza Publica se ha convertido en el último año en la expresión de la extrema derecha, y que la pagina por tanto ha jugado con sus lectores y se ha aprovechado de su fidelidad.
Si desde su juicio se han escrito esos bochornosos panfletos (que no se cuales son al no haber referencia) no deja de ser por ello una injusticia etiquetar a Plaza Publica de la expresión de la extrema derecha, siendo esta hasta la presente la Plaza Publica de todos.
Considero que Plaza Pública ha sido un ejemplo de honradez, en favor de los valores de cada persona y de la sociedad.
Agradezco sinceramente a Antonio Jimeno su generosa actitud en beneficio de nuestra comarca y particularmente de Pozoblanco.
Creo que en la comunicación, lo importante es el mensaje, no el protagonismo de la firma.
Muchas gracias a Plaza Pública por colaborar a la salud democrática de l pueblo y contra las inexplicables aberraciones urbanísticas.
Muchas gracias a Plaza Pública por marcharse, Pozoblanco se lo agradecerá.Nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo.
A muchos hoy nos falta algo cuando ya no vemos nuestra Plaza activa.
Ha sido un inmenso placer pasear por ella a diario y enterarme de muchas cosas que han pasado en estos cuatro años.
Un abrazo enorme para todos los que hicieron posible Plaza Pública y gracias por todas esas horas dedicadas a mantenerla viva a diario.
Los buitres como siempre vienen a la carroña. Plaza Pública ayudo a descubrir el servilismo de un Partido Político que solo miraba por su beneficio y no por el de Pozoblanco.
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