El Corpus de Camuñas

El Corpus de Camuñas

Uno de los Pecados en la fiesta del Corpus de Camuñas (Toledo).

En este mundo tan cambiante de realidades virtuales y primas de riesgo, a veces reconforta comprobar que hay cosas que resisten inmutables el paso de los años y de los siglos. Aprovechando la jornada festiva con que la vieja usanza nos ha regalado, decidí acudir a la toledana villa de Camuñas, donde había escuchado que se celebraba un fastuoso ritual en su fiesta del Corpus. Uno no siempre acude suficientemente preparado para este encuentro brutal con la tradición, esa en la que se reconocen abismos de autenticidad y ni un gramo de impostura. La fiesta del Corpus de Camuñas constituye un caso ejemplar de mantenimiento de antiguos ritos a través de los siglos, testimonio de otras formas de entender la fiesta religiosa, de entonces cuando la severidad eclesial no era la norma. No voy a detenerme a describirla, ni a comentarla, ni a explicar la divina mixtura de componentes religiosos y paganos que casan como el agua y el aceite, ni a destacar la vitalidad rotunda de los segundos frente a la aspereza de los primeros, ni a resaltar la admirable plasticidad de sus figuras. Ahí dejo unas fotos y un pequeño vídeo como invitación a conocer en próximos años unas formas de cultura tradicional todavía no muy contaminadas por la globalización, que nos informan sobre nuestro pasado y nuestro presente, porque la batalla entre el bien y el mal que Pecados y Danzantes representan en las calles de Camuñas es tan vieja como el hombre y su historia.


Vídeo: Carrera de los Pecados contra el Crucifijo. [Más grande]


Los danzantes hacen sonar constantemente sus grandes panderos.


Los Pecados con sus terribles máscaras representan el mal.


Durante la misa, los Pecados, que han quedado fuera del templo, aúllan y arrastran sus varas por el suelo para protestar por lo que pasa en el interior.


Las calles del pueblo se engalanan para el paso de la procesión.


Los Pecados amenazan al Bien con sus carreras, pero finalmente caen rendidos a sus pies.