Copas del Mundo: réplicas y engaños
Agentes de la Policía Local de Villanueva de Córdoba con la Copa del Mundo. [Foto: Radio Luna]
La verdad siempre resulta un poco aguafiestas, qué le vamos a hacer. Quien prefiera vivir adormecido en la dulce mentira, que no continúe leyendo, es fácil. De sobra sabemos que en la ignorancia se siente uno más feliz.
Ya conocíamos que la Copa del Mundo de fútbol que la selección ganadora se lleva a su país no es la auténtica Copa Mundial de la FIFA, fabricada con oro de 18 kilates y una base de malaquita, sino un réplica del trofeo con un baño de oro. El original sólo se entrega al equipo vencedor durante la celebración en el estadio y después regresa bajo custodia de la FIFA. Esto ya lo sabíamos. La réplica que se entrega a la selección ganadora, no obstante ser una copia, se convierte asimismo en un objeto exclusivo y con los mismos valores simbólicos de la original, por ser, a su modo, también único en su especie: la única Copa que recibe el equipo ganador en una edición determinada.
La selección española, una vez finalizada la celebración en el Estadio Soccer City de Johannesburgo en julio de 2010, devolvió la copa original a la FIFA y recibió la réplica correspondiente con su baño de oro. Esa copia es la que los jugadores besaron y pasearon por las calles de Madrid y la que protagonizó las recepciones con las autoridades. Es la Copa del Mundo de la selección española, poseedora de un significado simbólico intransferible, como corresponde a un objeto al que convencionalmente concedemos la categoría de único, no por lo que es en sí, sino por lo que representa.
Sinceramente, cuando leímos que la Real Federación Andaluza de Fútbol iba a traer la Copa del Mundo a Los Pedroches, todos pensamos en esta Copa, en la "réplica original". Es lo que concedía a su venida un carácter de acontecimiento, el hecho de que la Copa iba a estar aquí y simultáneamente en ningún otro sitio. Quien acudiera a verla y a fotografiarse con ella lo haría consciente de realizar un acto exclusivo, quizás irrepetible, empujado por un sentimiento apasionado con un alto componente de idolatría hacia un objeto que se venera por su significado simbólico. El fútbol, al fin y al cabo, no es sino una forma de religión.
De modo casual, sin embargo, nos enteramos de que la Copa que estos días se muestra en Los Pedroches no es la auténtica réplica que recibieron los jugadores en Sudáfrica (porque ésta se exhibe también estos días en la sede de la Comunidad de Madrid, junto con las dos Eurocopas), sino, probablemente, una copia de la réplica fabricada sencillamente con intención de pasearla sin riesgo por los más remotos lugares de España con voluntad propagandística, para que continúe el espectáculo. Nada que objetar si se hubiera dicho la verdad, si, desde el principio, los aficionados hubieran sabido la naturaleza del trofeo que se les presentaba. Pero, personalmente, pienso que en este caso, por acción u omisión, ha habido voluntad de engaño.
5 comentarios :
Es verdad, un engaño mas. Una vez mas, a los ciudadanos de estas tierras se les toma por tontos. Alguien quiso darse un poco de pábulo porque ultimamente estará falto de cariño, y vendió esta operación como una gestión mágnifica.No pasaría nada nada si la verdad mas absoluta hubiese sido la tónica de toda esta historia. Pero no, no era suficiente con la verdad, había que hacer creer a la ciudadanía de los Pedroches que lo que circulaba por estas tierras era mas auténtica que la auténtica. Alguien tendrá que empezar a dar explicaciones, o al menos debiera darlas. No basta con hacerse fotografías y otras historias dignas del circo diario al que estamos ya acostumbrados. Creo que la ciudadanía se merece alguna explicación y quizas alguna disculpa por la tomadura de pelo. Esto es lo que pasa cuando se quiere vender una réplica de quinta o sexta generación como si de el santo grial se tratara.
¡Ay, qué mala suerte, estos de Madrid estar enseñando a bombo y platillo, precisamente ahora, todas las copas! ¡Con lo bien que habíamos vendido este "acontecimiento"!
Gracias Antonio ya que debido a tu blog nos hemos enterado de otro engaño. Si no es por tí la mayoría creeríamos que habíamos estado ante la copa que se entregó y levanto Casillas en Sudafrica, yo por lo menos así lo creía. Posiblemente ésto sea lo que molesta a muchos de tu blog, que nos enteremos el pueblo de cosas que el poderoso quiere esconder. La verdad nos permite elegir y ésto es lo que nos hace libres. Sigue así.
Antonio deja de contestarte tu mismo.
Es la primera vez que escribo en este maravilloso blog , el cual sigo desde tiempo, y no me gustaría empezar con una crítica por eso sólo esperaré a ver las caras de todos los vecinos sonrientes llenos de gozo y celebrando e imitando el gesto de Iker Casillas y seguramente los debates si la copa es bañada o réplica, se queden en lo que són.
Gracias Antonio, de un Noriego deseoso de inmortalizar el momento junto al trofeo. Nos vemos en las V Olimpiadas Rurales.
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