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Muerte al Pop-zoblanco (Carta abierta a la Concejalía de Juventud)


Actuación de Eskorzo en la pasada edición del Pop-zoblanco [Foto: Periscopia].


Texto: Antonio Jesús Moreno.

A servidor no le gustan las esquelas (a pesar de que alguna se las trae), no soy ni pretendo ser un asesino cultural y tampoco pertenezco a un sector conservador antipiojosos o asociación alguna de vecinos atormentados.

No es necesario que me presente o defina porque yo no soy el protagonista de esta carta abierta, sin embargo, considero interesante exponer mi posición personal antes de entrar en materia:

Soy un melómano. Soy aficionado a la música desde antes mismo de tener uso de razón y un fanático del rocanrol desde el momento en que el raciocínio me pareció demasiado aburrido. Esto no quiere decir que sea un descerebrado, más bien todo lo contrario. El rocanrol me ha servido para cuestionar todo acervo preestablecido y demostrar toda hipótesis deseable, no aceptar que lo blanco es blanco y lo negro negro sin antes hacerme todo tipo de preguntas, interesarme por culturas o subculturas colindantes del siglo pasado, como los punks, los hippies, mods, rockers, beatnicks, pop-art... hasta los surrealistas, por poner. También me ha servido para forjarme un juicio estético y una personalidad propia al margen de modas y costumbres, las cuales en mi generación eran más sanas que ahora pero igual o más aburridas. Me sirvió sin ir más lejos para estimular mi curiosidad e imaginación, y eso es impagable.

Amo la música tanto que considero la posesión de vinilos y cedés como una de las pocas inversiones materiales inteligentes, a pesar de ser imponderable en muchos casos el valor de estos.

Para alguien como yo, que a menudo me acerco a la música como intérprete no profesional (amateur sería poco decir después de más de 12 años), que siempre que puedo acudo a conciertos en vivo y que durante más de cinco años he participado en la confección artística del festival Pop-zoblanco, ya es intolerable callar lo que siento.

Siento que el Pop-zoblanco haya sido un festival público, siento que haya costado dinero al pueblo, incluyendo a gente que no solo no compartiera interés alguno por esta música, sino que, aún más, estaba completamente en contra o le era molesto e inapropiado. Pienso que de haber sido privado, o semiprivado, hubiéramos evitado muchos errores de bulto.

Siento que el Pop-zoblanco, siendo público, ha servido de interesada bandera y de medalla triunfadora de cara al pueblo para varios Concejales y sus respectivos colores.

Siento que haya quien se ha lucrado económicamente incluyendo intereses particulares en tal evento.

Siento que se haya vilipendiado, año tras año, al equipo que DESINTERESADAMENTE ejercía la labor de confección artística, negando a este varias propuestas (Cine, cámping, talleres, zona de stands y merchandising) con excusas baratas, para en posteriores ocasiones hacer uso de tales propuestas adjudicándose el mérito.

Siento que aquel verano de 2003 no hubiera Pop-zoblanco y se recuperara en diciembre de manera vergonzosa, de nuevo como artimaña política.

Siento que el Pop-zoblanco no se debería haber enfocado para contentar a cuanta mayor parte del pueblo mejor, sino todo lo contrario: atraer al mayor número posible de vecinos de otras localidades, llenar hoteles y hacer que nuestras calles se llenaran de melenudos, para que marcharan del pueblo con los bolsillos vacíos y una sonrisa en sus caras.

Siento que durante tantos años se hayan impuesto condiciones artísticas por parte de los Concejales, que los aciertos les coronaran a ellos, y los fracasos apuntaran al equipo voluntario de hacedores comprometidos.

Siento que hubiera tantas falsas sonrisas en las fotos de presentación de cada cartel.

Siento que la Concejalía desechara la opción de publicitar el evento en publicaciones musicales de línea similar.

Siento se sustituyera la presencia de propuestas como la de Maizca u otras ONG's en la barra del Pop-zoblanco, y su lugar lo ocuparan empresarios privados elegidos a dedo.

Siento que hace un par de años, y aquí entro en terreno definitivamente doloroso, se hiriera de muerte al Pop-zoblanco descartando un cartel prácticamente cerrado, con 12 grupos (más de 50 personas) confirmados, confeccionado por el equipo de "confianza", para sin avisar sustituirlo por otro más caro, de más o menos gusto pero con una línea artística completamente arcaica. Y cobrando entrada al personal.

Siento que el Pop-zoblanco debió morir hace años, y no ser resucitado en versión Rapera 2.0.

Siento que el Pop-zoblanco debería haberse incorporado al Festival Periscopia, o al revés, desde el primer año de este último. Y no tal y como ha sucedido en 2012, no como Escenario Pop-zoblanco. No con la mitad de escenario ni equipo de sonido. No con ese cartel. Pero para servidor ya era demasiado tarde.

No podemos negar que gran culpa de todo esto recaía sobre el equipo del que formé parte durante esos años. Permitimos que todo esto sucediera y el gran damnificado con cada concesión fue el propio festival, cuya imagen desde fuera de nuestra localidad, con todo, siempre fue mucho más respetada y reconocida.

Siento que por estas y muchas más cosas, debe darse sepultura al Pop-zoblanco. Por respeto a su memoria, por el trabajo de tanta gente en la sombra (y el sol) y por tantas tardes de Gloria en nuestra Plaza, y claro que no estoy hablando de Toros. Esto es una reivindicación personal, pero me consta que bastante gente opina igual que yo.

Así pues, pido a la actual Concejalía de Juventud que obre en consecuencia y entierre de una vez por todas la "Muestra", visto que es imposible mantenerla con la dignidad que merece y para evitar más bochornosas ediciones futuras.

Antonio Jesús Moreno.

*Enlaces añadidos por Solienses.

1 comentarios :

A. López | viernes, julio 27, 2012 5:50:00 p. m.

¡Bravo!, Antonio Jesús.

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