Se despide "Belalcázar Universal"

Se despide "Belalcázar Universal"

Portada de despedida de la web "Belalcázar Universal".

Alguien tiene que ser el primero. El mérito viene condicionado por la oportunidad y por el empuje personal. Las cosas están ahí y alguien es el primero en utilizarlas, en adivinar sus ventajas, en prever su entidad como arma de futuro. Hoy parece que internet ha existido desde siempre, pero hace apenas quince años su uso constituía toda una novedad. Se trataba aún de algo extraño y resultaba todavía incierto aventurar su desarrollo. Pero ya por entonces, algunos inquietos de Los Pedroches se arriesgaron en tan desconocido mundo y se atrevieron a abrir páginas sobre sus pueblos, aportando imágenes, datos históricos y novedades en planteamientos experimentales todavía con muy escaso seguimiento, dada la limitada implantación de las líneas de datos y su lentitud de transmisión en aquellos años. Así nacieron la página de la asociación Amigos de Belalcázar, la incombustible Pedroche en la Red, la recopilación de enlaces de Dani o mi propia web sobre Añora, ya abandonada. En agosto de 2004 nos reunimos los responsables de estas cuatro páginas en Añora y fue aquel primer encuentro como el acta fundacional del internet independiente comarcal, como ya analicé en otra ocasión.

Hoy una de aquellas páginas pioneras anuncia su cierre, tras once años de vida apasionada fundamentalmente por el empuje incansable de su creador, José Cortés. La que empezó siendo voz de la asociación Amigos de Belalcázar, de la que fue presidente Cortés, -etapa durante la cual destacó especialmente por su lucha férrea en favor del castillo de los Sotomayor, que culminó con su compra por parte de la administración autonómica- se transformó en 2008 en "Belalcázar Universal", siempre con el deseo de difundir las cosas de Belalcázar por todo el mundo. Fue siempre una página activa e innovadora, aunque, como suele ocurrir tantas veces, más apreciada por los otros que por los nuestros. Certámenes, exposiciones, convocatorias, homenajes y todo tipo de actos colectivos aunaban a colaboradores de muchos países diferentes, especialmente de Hispanoamérica, dados sus vínculos históricos con la villa de Sebastián Moyano.

Ahora por cansancio o agotamiento o por la necesidad de búsqueda de nuevos horizontes José Cortés ha decidido cerrar su página, mirando con satisfacción el trabajo realizado. No es para menos. Con ella se va un modelo de trabajo cincelado con la sencillez y la, digamos, inocencia de aquellos planteamientos iniciales, hoy ya imposibles de repetir en la selva del desconcierto en que todo acabó derivando. La red virtual de Los Pedroches se presenta hoy llena de ruido y confusión y cada vez resulta más difícil encontrar en ella referentes limpios como el que representaba la página de José Cortés.