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El Premio Solienses celebró la diversidad creativa de María Pizarro


María Pizarro recibe el Premio Solienses 2016 de manos del editor del blog.

La mañana se presentó espléndida. Todos recordábamos anteriores jornadas de entrega del Premio Solienses con frío y lluvia, por lo que el sol radiante ya presagiaba un encuentro luminoso y feliz. A las doce de la mañana el entorno de la ermita de Santo Domingo de Hinojosa del Duque ya lucía como un domingo de fiesta. Gran animación y la ermita a rebosar de público.

María Pizarro iba a recibir el Premio Solienses 2016 por su poemario Miembro fantasma. La hermandad titular de Santo Domingo había pensado hasta en el más mínimo detalle y todo estaba preparado con tiempo y minuciosidad. La librería 17 pueblos había colocado a la entrada su puesto de venta de los libros ganadores de ediciones anteriores y de candidatos de este año. En el interior, los medios de comunicación colocaban su instrumental y se preparaban para seguir el acto. Poco después de las doce, comenzamos.


Vista de la ermita momentos antes de comenzar el acto.

En primer lugar intervino Matías González, el alcalde de la localidad anfitriona, para dar la bienvenida a los asistentes "desde la nobleza y la hospitalidad". Matías se refirió a Hinojosa del Duque recordando la expresión del poeta Juan Bernier "granito para la eternidad" y la de Manuel Valdés, quien definió a la villa como "un remanso de paz en la sierra cordobesa". "Hoy es un día para disfrutar de la cultura", prosiguió. "Un día para disfrutar de la cultura como comunión de los pueblos, la constituyen los hábitos, las costumbres, las tradiciones, como patrimonio, y también la participación, como derecho de todos los ciudadanos". El alcalde agradeció a Solienses su tarea y concluyó: "Es cierto que la comarca de Los Pedroches debe desarrollarse a través de nuestras raíces y de nuestras costumbres. La cultura es el pilar fundamental de nuestros pueblos, es el referente de los municipios comprometidos con los valores de la libertad, la tolerancia, la creatividad y el talento. Es el motor indispensable para el desarrollo y la convivencia". Antes de finalizar recordó que en mayo volvería a la ermita de Santo Domingo para celebrar allí un pleno extraordinario como un acto más de los que se vienen organizando con motivo del 40 aniversario de la fundación de la hermandad.

Acto seguido me correspondió a mí dirigirme a los asistentes como organizador del Premio. Quise, en primer lugar leer un extracto de dos acuerdos tomados hace cuatro siglos en los denominados "cabildos de Santo Domingo", que eran las reuniones conjuntas de los concejos de Belalcázar e Hinojosa del Duque que se celebraban en esta ermita para discutir sobre asuntos comunes. Se trataba de disposiciones relativas al cuidado del entorno natural y, específicamente, del encinar, "un tesoro natural -dije- ya apreciado desde la antigüedad por nuestros antepasados y que ha dejado en la documentación legislativa y fiscal de nuestros pueblos conmovedores textos en su defensa que todavía hoy emocionan al leerlos cuatro siglos después. La encina -continué- siempre ha representado para el habitante de la comarca una riqueza natural insustituible, de la que en muchos casos dependía su subsistencia, pero también una seña de su identidad cultural, un elemento de culto, un símbolo de su tierra y de su gente. Que estas tierras que rodean a la ermita de Santo Domingo, tal vez un día pobladas de encinas, aparezcan hoy convertidas en estepa quizás sea alguna señal del pasado hacia el presente, un grito que pretenda comunicarnos algo".

Luego, quise hacer alusión a la visión poética sobre Hinojosa de dos autores situados en dos extremos del tiempo, los romances de ciego del hinojoseño Manuel Sancha de Velasco y la declaración de libertad desnuda de María Antonia Ortega, para así llegar al poemario de María Pizarro, que ingresaba en una nómina de escritores paisanos ganadores del Premio Solienses formada por Juana Castro, Alejandro López Andrada, Pedro Tébar, María Antonia Rodríguez, Francisco Antonio Carrasco, Félix Ángel Moreno Ruiz o Francisco Onieva. Finalicé dando las gracias a las personas e instituciones que han hecho posible el desarrollo del Premio Solienses en la edición de este año, destacando especialmente en esta ocasión a Ofiarpe, la asociación de artesanos de Los Pedroches, "que fue capaz de encontrar un símbolo eficaz que identificara esta iniciativa, el arado romano que abre en canal la tierra y la limpia y la sanea para nuevos cultivos, arrancando lo viejo y dando paso a la esperanza de una cosecha futura" y a la Hermandad de Santo Domingo, "que hace ya muchos meses se ofreció para acoger en su ermita este acto de entrega del premio, abriendo las puertas de este edificio religioso a la cultura, que es otra forma de devoción".


Participantes en el acto.

A continuación, Maribel García Cano, Cronista Oficial de Cardeña e investigadora incansable, habló en nombre del jurado que había concedido el premio. Maribel elogió, en primer lugar, la "altura cultural" del acto y la labor de difusión que se realiza desde el blog Solienses. "Todos estamos de acuerdo en que la comarca de Los Pedroches tiene una identidad especial. Esa identidad la reconocemos los que somos de aquí, pero también se reconoce fuera: somos adustos, serios imperturbables a veces, a veces impenetrables, amantes de nuestra cultura, de nuestras tradiciones, de nuestra tierra. Nos asemejamos a las encinas: también son serias, firmes, seguras, cada una distinta, pero tienen todas el mismo objetivo, dar algo para que los demás puedan sobrevivir. Es el símbolo fundamental que nos define a los que pertenecemos a Los Pedroches".

Con respecto a la deliberación del jurado, Maribel confesó que "no fue fácil la elección". Reconoció la "potencialidad poética" de Yolanda López y destacó la "actualidad rabiosa" de la novela de María Dolores Rubio de Medina, de la que señaló también la habilidad narrativa y la sagacidad para hacer confluir las tres historias inicialmente inconexas. De la obra de María Pizarro advirtió que se trata de una "poesía urbana, pero con encuentros con su tierra que llegan directamente al corazón". Definió a Pizarro como "una mujer comprometida con la realidad social" al señalar el tema de la mujer, de la mujer en general y de la mujer inmigrante en particular, como uno de los que polarizan su poesía. Destacó la ironía, la cotidianeidad o el costumbrismo como rasgos distintivos de su obra.


Vista de la ermita durante el acto.

"No sé si soy profeta en mi tierra, pero sin duda hoy me siento un poco más poeta de la tierra que me vio nacer". Con estas palabras comenzó María Pizarro su exposición, tras el acto de entrega del arado romano de Ofiarpe, símbolo del Premio Solienses."Me siento un poquito poeta de mi tierra, y recalco ese poquito, porque los anteriores poetas que han recibido este galardón son muy admirados por mí, son muy grandes". María fue recorriendo las diversas partes de su poemario, reconociendo en su variedad que "el libro quiere recoger las distintas maneras en las que yo me puedo expresar: el aforismo, el haiku, el verso libre, la prosa poética...". Confesó que el libro lo escribió para ella misma, para recoger la obra que estaba dispersa en revistas y en internet y que alguien le vaticinó que "tendría muy mala suerte con este libro", a pesar de lo cual decidió seguir adelante para "contrarrestar la superstición". El grueso de su intervención consistió en la lectura comentada de varios poemas de Miembro fantasma, que arrancaron los aplausos del público.

La cultura y la sociedad de Los Pedroches

Numerosos representantes de la cultura y la sociedad de Los Pedroches, como viene siendo habitual, se dieron cita el domingo en la ermita de Santo Domingo. Además de la galardonada en esta edición, estuvieron cuatro autores ganadores de años anteriores: Juana Castro, Pedro Tébar, Félix Ángel Moreno Ruiz y Francisco Onieva. También nos acompañó, una vez más, la poeta cordobesa-barcelonesa Concha García y el Cronista Oficial de Belalcázar Feliciano Casillas Sánchez. Estuvieron los miembros del jurado y, acompañando a Maribel, su marido, que resultó ser el historiador José Manuel de Bernardo Ares. Acompañando a la autora premiada estuvieron, además de su familia, el autor de las ilustraciones del libro, Pepe Lara, y de la fotografía de contraportada, Sergio Carlos Pérez. Del mundo de la política, contamos con los alcaldes de Hinojosa del Duque, Matías González, y de Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez, además del alcalde de El Viso y flamante senador Juan Díaz. Representantes de Ofiarpe (como Patricio Moreno y Eduardo Ruiz, dos de los autores del arado romano), de la hermandad de Santo Domingo (entre ellos, Francisco José Ruiz Rodríguez, presidente, y Satur Muñoz, secretario), amigos y seguidores de Solienses en general compartimos, al finalizar el acto, un agradabilísimo aperitivo en el exterior de la ermita. Todos deseamos larga vida al Premio Solienses e hicimos votos por encontrarnos de nuevo el año próximo en otro lugar de Los Pedroches para celebrar nuestra particular fiesta de la cultura comarcal.


La hermandad de Santo Domingo me obsequió con este recuerdo realizado también por los artesanos de Ofiarpe.


La autora premiada junto a Maribel García Cano y José Manuel de Bernardo Ares.


Un grupo de asistentes al acto posan ante la ermita de Santo Domingo.


El senador Juan Díaz, el alcalde de Hinojosa Matía González y el editor del blog.


Concha García, Juana Castro, Pedro Tébar y Antonio Merino.


La librería "17 pueblos" instaló un puesto de venta de los libros ganadores del premio.


María Pizarro junto a Pepe Lara, ilustrador del libro, en Conquista, el pueblo de la autora premiada.

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