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La política líquida


Presentación de Slow Music Pozoblanco [Foto: Canal 54]

Al sociólogo polaco Zygmunt Bauman se debe el concepto de "modernidad líquida" para definir el estado fluido y volátil de las sociedades actuales, carentes ya de realidades sólidas y caracterizadas por la incertidumbre y la vertiginosa necesidad de novedades continuas. La realidad diaria está llena de propuestas cambiantes, presuntamente revolucionarias, en las que prima la apariencia sobre el contenido, y donde la frivolidad se impone sobre cualquier intento de reflexión mínimamente seria. Lo que interesa es el hecho diferente, que implique una alteración de lo establecido previamente y, aun así, dotado de cierta indecisión que permita su versatilidad cuando un nuevo empuje reclame la transformación en otra cosa.

En Pozoblanco, la política parece haber alcanzado últimamente ese estado de fluidez que Bauman considera consustancial en la sociedad posmoderna. Nada tiene un rumbo determinado, porque todo está sometido a ese estado líquido que permite adaptarse dócilmente a cualquier circunstancia que se considere. Hay en la política pozoalbense como una necesidad imperiosa de proporcionar grandes titulares semanalmente, creando un estado de excitación informativa que amenaza con provocar cierta angustia existencial en el ciudadano. Son ya antológicas las aparatosas comparecencias del equipo de gobierno, con gran aparato publicitario y los más modernos medios técnicos, para presentar cualquier nimiedad, todo ello revestido de pomposos nombres que ocultan un vacío que apenas da tiempo a observar, puesto que enseguida será tapado por otra presentación aún más estrafalaria. Hace poco se anunció un concierto del cantante melódico Manuel Carrasco al más puro estilo Miami vice, pero debió parecer insuficiente y se insertó en un marco líquido que todo lo acoja, algo llamado Slow Music Pozoblanco, una especie de festival musical con varios artistas que se irán anunciando poco a poco y cada anuncio representará una novedad informativa que saciará los paladares expectantes de los ciudadanos, hambrientos de propuestas superfluas. El tal festival se desarrollaría en verano en el campo de golf municipal, sin que hasta el momento se haya escuchado ninguna objeción medioambiental. El objetivo del evento es "poner en valor la dehesa de Pozoblanco y Los Pedroches" y fomentar "el desarrollo económico del municipio y la comarca". Puro delirio líquido.

El Ayuntamiento de Pozoblanco lo inaugura todo con mucha pompa, desde las obras en la ermita de San Gregorio a las ocho fluidas rutas escolares (llamadas "Caminos Escolares", para cuyo diseño se crearon varias volátiles comisiones) para que los niños vayan al colegio a pie de forma segura, y truena periódicamente con anuncios descomunales, como el "proyecto" de los 570.000 metros cuadrados (que enseguida resultan ser solo 370.000 metros) de espacio industrial en el Polígono La Dehesa Boyal, lo que supondrá, por supuesto, “la mayor zona industrial de la zona norte de Córdoba”, sin que todavía se sepa si el Ayuntamiento ya dispone de este terreno o queda a la espera de conocer "qué necesidades tenemos", abriendo así campo ancho a la especulación.

Con todo, la expresión máxima de la política delicuescente ha sido todo lo referido al amago de salida de la Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches por parte del Ayuntamiento de Pozoblanco. Desde que en abril de 2016 el pleno aprobara la separación del ente supracomunal, todo ha sido un ir y venir evanescente y cargado de licor. Los ciudadanos nunca hemos sabido claramente cuál era la situación real, si Pozoblanco seguía dentro o estaba ya fuera, porque tan pronto se decía una cosa como se actuaba de modo contrario. El tema ha dado para varios titulares de realidad cambiante en este juego de dramaturgia circense. El punto final ha llegado con el retorno de Pozoblanco a la Mancomunidad, de la que en realidad nunca salió (delicia baumaniana), presuntamente con todas sus aspiraciones logradas. Según leo, el acuerdo que ha hecho posible el regreso a la casilla de salida promete crear una junta de gobierno (más burocracia), hacer recaer la vicepresidencia en el segundo partido más votado (como ya intentara en 2011 el actual presidente, por cierto sin éxito) y lo demás es blablabla, puro líquido. ¿Hacía falta tanta teatralidad efectista para llegar a esto, que no es nada?

4 comentarios :

Anónimo | jueves, abril 27, 2017 1:24:00 a. m.

Me congratulo con usted señor Merino. No estamos muy próximos en ideología política pero hacia falta que alguien dijera esto. Siento una profunda pena de la deriva que lleva este Ayuntamiento con su "liquidez", pero más pena siento porque "el pueblo" "parece" que compra esta mercancía averiada. Ha puesto usted algunos ejemplos apetosicos. Otros, se ha dejado en el tintero. Son tantos !!. Como el de "Pozoblanco Educa", que buena partida economica se ha llevado.Mientras, Pozoblanco está feo, sucio y huele mal. Feo, porque está necesitado de infraestructuras fuera del centro.Sucio, porque el servicio de limpieza no funciona. Y huele mal porque la depuración de aguas residuales local e industrial es deficiente.Hay quien aplaude el "líquido marketing" y se olvida de que la principal función de una administracion local es devolver en servicios básicos los impuestos que recauda. Dios nos ampare. Enhorabuena por su artículo.

Anónimo | jueves, abril 27, 2017 2:49:00 p. m.

Ladran,luego...

Anónimo | viernes, abril 28, 2017 4:42:00 p. m.

Pedazo de análisis!! Pozoblanco se mueve a ritmo de este ' líquido fluido' q no puedes describir mejor y en cierto modo nos abres los ojos. Hace tiempo todos los ayuntamientos quieren bailar al ritmo de Añora pero no lo consiguen

Anónimo | viernes, abril 28, 2017 7:22:00 p. m.

El texto, cargado de verdad, refleja una realidad tristísima. DA PENA. Los políticos ya no saben que hacer para estar todo el día en el candelero con estas evanescencias. Pero digo yo una cosa. Yo Trabajo diariamente (en lo mío) y no tengo que estar todo el día informando a los demás de lo que hago. Nadie está todo el día proyectando su trabajo a los demás: y creo yo que cada uno en su ámbito (educación, sanidad...)entenderá que es importante. ¿Por qué tenemos que aguantar a los políticos todos los días inaugurando cosas y saliendo en los medios como si fueran los magos benefactores? Yo prohibiría, y debemos de hacerlo, que los políticos activos salgan en los medios para nada. Que trabajen y ya. No hace falta que los veamos todos los días en la foto (aunque ellos es lo que quieren). Si hay que comunicar de algún servicio nuevo del diario de su ejercicio que lo hagan los técnicos (o que se establezca otra vía de comunicación). Es vergonzoso. Las estrategias de vanguardia que utilizan no engañan a nadie. El fondo es el mismo sistema, y recuerdan en todo momento, las inauguraciones de aquel otro de antaño que hacía lo propio diariamente con los pantanos y presas. Con toda la parafernalia de los de ahora, revestidos de líquida modernidad..., pero era y es lo mismo.

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