Schlimbach escribe sobre La Losilla
En la revista que el Ayuntamiento de Añora ha publicado con motivo de la Fiesta de la Cruz aparecía un artículo firmado por Fedor Schlimbach, arqueólogo del Instituto Arqueológico Alemán (DAI) que dirige la excavación en el yacimiento tardoantiguo de La Losilla, en el término de Añora. Creo que es la primera vez que Schlimbach escribe (al menos en castellano) sobre su trabajo en torno al descubrimiento de la basílica visigoda, que promete aportar mucha información sobre este periodo tan oscuro de la historia de Los Pedroches. Hasta ahora solo teníamos información de los avances de la prospección arqueológica a través de los informes anuales que se publican en la página del DAI (en alemán), de los que hemos ido dando cuenta puntualmente en Solienses (2013, 2014 y 2015).Tumba excavada en la nave de la basílica de La Losilla. (Foto: A. Kurz-DAI).
El artículo hace un repaso por el estado de la cuestión, reproduciendo básicamente el contenido de los informes del DAI, aunque aporta también algunos detalles nuevos que hasta ahora nos habían pasado desapercibidos. Comienza recordando la historia de la investigación del yacimiento de La Losilla (con mención a Solienses, por cierto), para detenerse luego en un breve análisis de los resultados preliminares de las investigaciones actuales y concluir con las perspectivas de futuro en torno al yacimiento.
Tras describir la basílica que se excava y referirse a las sepulturas encontradas bajo su pavimento, Schlimbach alude a la existencia de una estructura de "opus signinum en la parte Oeste de la nave central que podría ser interpretada como resto de una piscina bautismal", aunque posiblemente se trataría de una instalación anterior a la propia basílica, lo que lleva al arqueólogo a aventurar que pudo existir "una primera iglesia que luego fuera sustituida por la basílica de tres naves que estamos excavando".
La no aparición de materiales de la época romana anteriores al siglo IV ni medievales posteriores al siglo X, así como la ausencia absoluta de hallazgos numismáticos, induce al arqueólogo a fijar una cronología para el yacimiento entre los siglos V y VIII. Se trataría, por tanto, de una fundación ex novo de la que todavía no conocemos sus motivaciones. "¿Qué tipo de comunidad cristiana solía visitar esta iglesia y enterrar sus difuntos dentro? - ¿se trataba de un poblamiento (con su iglesia parroquial), de un cortijo (con la iglesia propia de su dueño) o quizás de un monasterio? ¿Quién era la gente que se asentaba aquí, de dónde venía y por qué había abandonado sus casas antiguas? - ¿podría tener la llegada de una población algo que ver con las supuestas migraciones de los visigodos de Galia a la Península Ibérica después de la batalla perdida de Vouillé en 507? ¿Cuál era la base económica de dicha comunidad? ¿Cuáles eran las razones y las circunstancias del abandono del asentamiento y de la basílica? - ¿hay una coherencia inmediata o mediata con la conquista árabe y la siguiente conversión de los habitantes al islamismo?", se pregunta Schlimbach, y nosotros con él. Quizás las próximas campañas de excavación acaben dando respuesta a algunas de estas cuestiones.
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