Amaltheus sin lluvia
Juana Castro, anoche en Villanueva de Córdoba.
Algún día el nombre de Juana Castro estará en las historias de la literatura, pero anoche la poeta quería, tan solo, entregarse a sus paisanos. Por alguna razón que no acabamos de entender, los libros de la escritora jarota apenas protagonizan actos de presentación en los pueblos de la comarca, por lo que la convocatoria de esta noche en Villanueva de Córdoba constituía una buena ocasión para ver a Juana con los suyos, con su familia, sus amigos del pueblo, sus vecinas. El acto, porque se anunciaba lluvia, se trasladó al edificio de la Audiencia, que se quedó pequeño, no siendo en sí muy amplio ni siquiera para este tipo de llamadas siempre minoritarias. Pero el rito de comunión se cumplió como debía.
Encarna Garzón García elaboró en 1995 su tesis doctoral sobre la obra poética de Juana hasta aquel momento y luego publicó un resumen en forma de libro titulado Temática y pensamiento en la poesía de Juana Castro (1996). Encarna (que resultó ser también una de las nuestras, natural de Cardeña) fue anoche la encargada de realizar la presentación de Antes que el tiempo fuera, un libro complejo y abierto a múltiples lecturas, dijo, sin que podamos nunca estar seguros de rondar la interpretación correcta. Encarna abordó la temática más relevante de la obra, deteniéndose especialmente en la vinculación del libro con la propia comarca de Los Pedroches y señalando su peculiar tratamiento del tiempo, la ambigüedad en el planteamiento del género, la superposición de identidades, el trasfondo autobiográfico. Amaltheus es el fósil cefalópodo de hace millones de años que marca la línea de evolución desde antes de que existiera el tiempo hasta hoy y que sirve como hilo conductor de todo el poemario, que incluye un "Gaudeamus" por la llegada de la alta velocidad a nuestra tierra, ya en el siglo XXI.
Juana, finalmente, recitó algunos de sus poemas. Varios dedicados a los suyos: a Juana, su abuela paterna; a María Teresa, su amiga del colegio de Cristo Rey; a su padre, que una madrugada recorrió en bicicleta el camino para darle a su madre moribunda el beso de la consumación. Son versos que suenan cargados de misterio y desprenden ecos antiguos en los que nos reconocemos sin saber exactamente por qué, incluso sin entender el sentido cierto que se esconde tras ellos. Así es, en definitiva, la poesía, ese lenguaje de incertidumbres que nos amarra a la existencia como prueba exacta de lo que fuimos y lo que somos, con la fragilidad de una concha de caracol. Mientras, en la calle, no apareció la lluvia anunciada.
Participantes en la presentación del libro: además de la autora, Gabriel Duque, concejal de cultura, y Encarna Garzón.
1 comentarios :
Pues es muy sencillo saber por qué los libros de la autora jarota no se conocen ni se presentan en los pueblos de la comarca. Tengo dos razones, subjetivas naturalmente. Una de ellas: porque es de Los Pedroches, ha nacido en Los Pedroches y escribe de Los Pedroches y para Los Pedroches. Así de claro y para nuestra vergüenza. ¿Somos así los pedrocheños? Eso que se lo conteste cada uno en una reflexión íntima y sincera. La segunda razón: Hubo una época en la historia reciente de nuestra comarca, época oscura y tenebrosa para las letras de esta tierra, donde se favorecieron hasta casi el ridículo las plumas y los talentos de los vates de fuera. Escritores de Los Pedroches ganaban premios sin discusión y muy reconocidos en el ámbito de las letras nacionales: Premio Jaén de Poesía, Premio San Juan de la Cruz, Premio nacional de la Crítica etc., por nombrar solo obras de la autora que nos ocupa. Sólo el Premio Solienses, Dios bendiga la atenta y amorosa mirada de su editor, acogía puntualmente estas publicaciones. Podríamos hacer una más extensa relación de libros premiados, obra de gentes de Los Pedroches, en verso o en prosa. Ninguno de estos textos, que hablan de nosotros y nacieron de nuestra más rancia tradición son conocidos por nuestros paisanos. Hay más motivos de desamparo pero quedémonos con estos.
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