¿Qué cede la Iglesia cuando se dice "la Iglesia cede"?

¿Qué cede la Iglesia cuando se dice "la Iglesia cede"?

Estado actual de la "nueva" iglesia de San Andrés de Alcaracejos [Foto: @MejoremosALC].

Según nos cuentan 17 pueblos y la Diócesis de Córdoba, la Iglesia ha cedido al Ayuntamiento de Alcaracejos la iglesia de San Andrés por un periodo de 40 años. Se refiere, obviamente, a la "nueva" iglesia de San Andrés (llamada también ermita), construida en 1946 para sustituir temporalmente a la parroquia de la misma advocación (originaria del siglo XV), que había sido destruida durante la guerra civil. Este edificio religioso se encuentra en la actualidad en una situación de ruina total, como ha sido denunciado recientemente en las redes sociales.

Los datos que se aportan son escuetos, pero suficientes para comprender la jugada. A cambio de la "cesión", el Ayuntamiento "se compromete a la ejecución de las obras de mejora de la iglesia con el objetivo de que pueda ser utilizada por las Hermandades y Cofradías de la localidad para la próxima Semana Santa. De este modo, las Hermandades y Cofradías podrán albergar en la iglesia un museo y un salón de actos así como celebrar exposiciones y demás actividades". O sea, resumiendo: la Iglesia "cede" el edificio al Ayuntamiento para que este lo restaure y luego la Iglesia pueda utilizarlo a gusto para sus hermandades y cofradías. Se trata, sin duda, de un concepto de "cesión" bastante peculiar. Ni más ni menos que a lo que nos tiene acostumbrados la Iglesia, siempre actuando pro domo sua, como ya hablamos hace unos meses a propósito de otra "cesión".

El acuerdo entre Diócesis de Córdoba y Ayuntamiento de Alcaracejos tiene en esta ocasión otros aspectos dignos de ser considerados. Por un lado, hay que reconocer que la iglesia o ermita de San Andrés a la que nos referimos no goza de ningún valor patrimonial histórico o artístico que la haga especialmente merecedora de una actuación pública de restauración, sobre todo cuando en la propia comarca de Los Pedroches hay edificios de un altísimo valor que se encuentran en el más completo de los abandonos (por poner un caso extremo: la iglesia del convento de San Francisco de Belalcázar). La de San Andrés fue edificada con la premura que exigen unas almas necesitadas de refugio apostólico tras la contienda civil. En publicaciones oficiales de la época se habla ya de "la economía que preside en este edificio", levantado "a base de líneas sencillas" y en el que "se han instalado con el decoro debido los servicios indispensables de orden religioso".


Alzado de la iglesia de San Andrés en los planos de su proyecto de construcción (1942) [Fuente: S. Muriel]

Pero una última constatación es la que nos llama poderosamente la atención. La nueva iglesia de San Andrés fue construida en 1946 por la llamada Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones, un organismo estatal creado en 1938 con la finalidad, inicialmente, de dirigir e inspeccionar los proyectos de reconstrucción de viviendas, monumentos artísticos e infraestructuras dañadas por la Guerra Civil en el territorio sublevado, y luego, una vez finalizada la contienda, fue el encargado de la reconstrucción del país, en especial de aquellas regiones y territorios que habían resultado más afectados. En el mismo Alcaracejos se construyó bajo este amparo el Cuartel de la Guardia Civil (1953), un grupo escolar (1943), varias casas para maestros (1951) y viviendas para la población en general (1945). También otros pueblos de Los Pedroches se beneficiaron de esta acción reconstructora, tal como ya comentamos en otra ocasión.

Se entiende, por tanto, que la iglesia de San Andrés (al igual que el Cuartel de la Guardia Civil, los colegios y las viviendas) fue construida por el Estado, que, obviamente, debería ser su propietario. Quizás hubiera alguna "cesión" formal en algún momento por parte del Estado hacia la Iglesia, pues esta suele exigirla para hacerse cargo de edificios con culto religioso. Pero tampoco es imposible que no la hubiera, dada la confusión entre Iglesia y Estado en aquella época, donde todo era uno y nadie seguramente se detuvo en estas menudencias. Y, si la hubo, habría que ver las condiciones, seguramente incumplidas tras tantos años de abandono y completa secularización (durante años se instaló allí un taller de corte y confección). Convendría investigarlo. Porque si el Estado nunca vendió ni cedió la ermita de San Andrés, resultaría que esta seguiría siendo propiedad suya, y no de la Iglesia, con lo cual la actual "cesión" constituiría un despropósito total. Y si lo hizo, también.