¿Qué pasó con el CICAP?

¿Qué pasó con el CICAP?

Edificio del CICAP en Pozoblanco [Foto: Google Maps].

Una información de Julia López en el ABC de ayer me ha traído a la memoria, como magdalena proustiana, la procelosa historia de la creación del CICAP (Centro de Investigación y Calidad Alimentaria de Los Pedroches) hace ya más de diez años, uno de aquellos caballos de batalla de unos Pedroches otrora anhelantes y hoy mortecinos. Resumido en pocas palabras, el CICAP fue una recompensa de consuelo que la Junta de Andalucía ofreció a Los Pedroches tras quitarle el CIT (Centro de Investigación Tecnológica) del sector del Cárnico que le venía prometiendo desde hacía años y que finalmente se construyó en la localidad onubense de Cortegana. El mareo institucional durante unos pocos años fue de antología, como siempre que en Los Pedroches hay que sacar adelante cualquier iniciativa (porque, como dice siempre Daría, aquí todo nos cuesta mucho más), dejando en evidencia a todo el que intentaba justificar un asunto cocinado como un apaño político. Con el brío y entusiasmo propio del Solienses de entonces, le espetábamos así en 2007 al Delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, a la sazón Antonio Márquez, otra marioneta del guiñol:

Con la constitución de la Fundación gestora del CICAP, señor Márquez, no se cumple ningún compromiso con la comarca, sino que se escenifica una traición. Porque el compromiso con la comarca era instalar en Pozoblanco un Centro de Innovación y Tecnología (CIT) del sector cárnico, promesa realizada hace ya cuatro años y que finalmente voló a Cortegana (Huelva) por razones nunca suficientemente explicadas. A modo de consolación, se nos ofreció un Centro de Investigación y Desarrollo incorporado como patrono del Centro Tecnológico de la Carne de Andalucía y que actuaría en red con el Centro de Innovación y Tecnología del sector que la Junta pondrá en marcha en Huelva, y es cierto que eso nunca supimos exactamente qué cosa era, pero todavía parecía sonar a compromiso político con Los Pedroches (...). Ahora otra vez, todos muy serios en la foto, vienen a decirnos que en un plazo de tres meses estará en marcha la fundación que gestionará el CICAP, para lo que se anuncia una inversión de 1,7 millones de euros. Pero téngase en cuenta que lo ahora constituido, contrariamente a lo que anuncia el Ayuntamiento de Pozoblanco en su web, no es el propio CICAP, sino la Fundación que lo gestionará. Fundación que, según la propia Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, constituye una "entidad sin ánimo de lucro de derecho privado", en la que el compromiso público es ya meramente de apoyo, pero no esencial en su constitución. O sea, que lo que finalmente se constituye en Pozoblanco es un organismo privado, "apoyado" por la Junta de Andalucía, pero fundamentalmente controlado por Covap. Y no digo que eso sea malo: al contrario, pienso que, de implantarse realmente, puede ser un centro de investigación de mucho interés para la industria agroalimentaria comarcal. Lo que digo es que con esa constitución no se cumple ningún compromiso con Los Pedroches sino que se rubrica flagrantemente el incumplimiento de lo prometido.

Por el camino, el parlamentario andaluz socialista por Córdoba Rafael Sicilia, para justificar el cambio de sede, insultó a Los Pedroches asegurando que su empresariado era "de corto plazo y de reducida cualificación" y un editorial de El día de Córdoba denunciaba "la falta de decisión que demuestran algunos políticos de la zona a la hora de reclamar proyectos (...), víctimas de la disciplina de partido, prefieren negociar un centro de servicios avanzados –una figura que no está definida y que suena a parche tras la pérdida– antes que reclamar lo que se prometió hace tres años por parte del entonces consejero de Innovación". Todo se calmó cuando, con los eternos retrasos consustanciales también a cualquier iniciativa que se lleve a cabo en Los Pedroches, finalmente se construyó el Centro en 2010 y enseguida lanzó al mundo su primer producto: la iberguesa, que resultó ser una hamburguesa de cerdo cuadrada. No los culpo por haber borrado semejante ocurrencia de su historial.

Luego, como suele ocurrir, el CICAP pasó al limbo del desinterés general y poco se ha ido sabiendo de él. Curioseando en su página web, veo que se ha convertido en una especie de empresa multigestión preparada tanto para la investigación gracias a subvenciones oficiales cazadas al vuelo como para el asesoramiento de entidades privadas (desarrollo de nuevos productos y procesos, laboratorio de control de calidad, búsqueda de financiación pública para empresas particulares y hasta alquiler de sus propias instalaciones). La noticia del ABC de ayer se refería a la autorización concedida por el Ministerio de Ciencia y Conocimiento desde hace unas semanas para realizar estudios epidemiológicos de población frente a Covid-19, así como para llevar a cabo ensayos sobre el virus en superficies, aunque parece ser que las investigaciones realizadas no están dando resultados significativos hasta ahora, puesto que la carga viral es muy baja en nuestra comarca, vaya por dios, o gracias a dios, no sé.

Lo cierto es que el CICAP, que un día se concibió como gran apuesta institucional de carácter tecnológico para Los Pedroches y la prueba de cierto compromiso político de carácter regional con el desarrollo de la comarca, hoy vegeta entre la indiferencia general, sin que se haya producido ninguna identificación entre la entidad y la comarca, sin que la mayoría de la población conozca siquiera su existencia ni su cometido (cometido difícil siquiera de intuir a partir de entrevistas como esta), sin que reporte un beneficio real para el territorio o, al menos, sin que conozcamos cuál es.

Por cierto, el Centro de Innovación Tecnológica (CIT) del sector cárnico, el bueno, el que Cortegana le "robó" a Los Pedroches, cerró en 2017, tan solo siete años después de su apertura, debido a problemas financieros. Y es que así son los caminos del Señor.