La responsabilidad individual en la protección del patrimonio
Grupo de escolares durante una visita al puente sobre el arroyo Santa María en Pedroche [Foto: Facebook].El Ayuntamiento de Pedroche ha difundido una nota pidiendo precaución a los posibles visitantes del puentecillo sobre el arroyo Santa María, aquel del que ya hemos hablado aquí en varias ocasiones formado por un único arco de ladrillo que sostendría en su día un tablero horizontal. La pérdida de elementos de relleno y otros estructurales ha dejado la construcción en una fragilidad extrema, que exigiría mantener las cautelas en grado máximo al acercarse a él. El Ayuntamiento reconoce que "el puente no tiene protección contra caídas y su seguridad estructural es débil", por lo que "a fin de evitar accidentes graves por caída y proteger el elemento patrimonial, pedimos encarecidamente a la ciudadanía no subir al puente bajo ningún concepto". La demanda del Ayuntamiento viene justificada porque no es raro observar en las redes sociales imágenes de senderistas o visitantes ocasionales que se fotografían subidos sobre un arco que ya a simple vista aparenta ser de consistencia bastante delicada.
No es el único puente en situación similar. El llamado puente Pellejero sobre el Guadamatilla, entre los términos de Belalcázar y El Viso, sobrevive desde hace tiempo con una inminencia parecida. No es raro tampoco ver en redes sociales imágenes de visitantes fotografiados alegremente sobre un arco que cualquier día, con gran dolor, veremos derrumbado.
El peligro en ambos casos es doble. Por un lado, se pone en riesgo la integridad física de las personas, que podrían sufrir algún accidente grave si el monumento se derrumbara a causa de soportar un peso innecesario. Por otro lado, estas acciones irresponsables podrían provocar la ruina de unos monumento singulares que forman parte de la identidad histórica y etnológica de nuestra comarca. Bien está que los Ayuntamientos alerten ante el riesgo que suponen determinados comportamientos (más aún: deberían trabajar activamente en favor de su consolidación y restauración de esos bienes), pero no estaría mal tampoco apelar a la propia responsabilidad individual de los ciudadanos, porque la protección de nuestro patrimonio monumental -como forma de respeto a nuestro pasado- es una tarea que nos incumbe a todos.
2 comentarios :
Una imprudencia por los que se suben y otra por los responsables del monumento que no ponen los medios necesarios para que no se produzca tal situacion.
Es una pena ver una reliquia patrimonial como esa sin una consolidación de su estructura. Aunque sea llamando a unos cuantos albañiles del pueblo.
Publicar un comentario