Puentes
Arco central del puente sobre el Guadamatilla.
Aprovechando las vacaciones semanasanteras (y los últimos días de la primavera que me permiten salir al campo salvaje sin temor a desagradables encuentros reptiles), me acerqué hace unos días a visitar este encantador puentecillo del que tenía noticias hace tiempo, pero que hasta ahora, por una u otra razón, no había podido contemplar in situ. Se encuentra sobre el río Guadamatilla hacia el kilómetro 11 de la carretera de Belalcázar a Santa Eufemia, a unos doscientos metros a la derecha de la actual calzada. Quizás se trate del mismo al que se refiere Casas-Deza con el nombre de Pellejeros, en el quinto de la Encinilla. Se conservan dos arcos de medio punto, de luces desiguales, uno de mayor amplitud dispuesto sobre el cauce principal y otro de menor abertura situado fuera del cauce de aguas normales, realizados ambos con un aparejo irregular de piedra pizarrosa del país. Los restos estructurales que se conservan hacen suponer una rasante inclinada.
Vista general del puente
Detalle del arco central
Tan encantador puente, por lo demás, resultó hallarse en un paraje realmente delicioso, del que alguna justicia hacen las fotografías, pero no la adecuada. La mayor lástima será que, estando tal construcción abandonada a su suerte, el deterioro del monumento vaya en aumento, colaborando a ello el hecho de que los buscadores de espárragos abrileños y otros visitantes ocasionales opten por cruzar el río arriesgando su integridad física y la del puente, pudiendo en cualquier momento ambas venirse abajo. Decir que este puente merecería mayor protección resultará ocioso cuando tantos otros monumentos tenemos desamparados, a la par que los presupuestos oficiales para turismo rural se destinan preferentemente a que particulares reformen sus propias viviendas vacacionales, que nunca alojarán visitantes foráneos.
Un recolector de espárragos cruza el río imprudentemente por el viejo puente.
Tras visitar este puente, me acordé de haber visto hace tiempo en Pedroche en la Red una foto de otro puentecillo verdaderamente cautivador. En esta ocasión, se trata de una sencilla construcción de plataforma horizontal sujetada sobre un solo arco rebajado, cuya luz abarca todo el cauce del arroyo Santa María, sobre el que se emplaza. A diferencia del otro puente, la bóveda está ahora realizada toda ella con ladrillos, concediéndole un aspecto visual de extrema fragilidad (especialmente por haber quedado descubierta en su parte superior), lo que realza su interés (y urge su protección). Se da la circunstancia de que tanto este puente como el de Belalcazar han quedado en la actualidad descontextualizados de los caminos que motivaron su construcción, por haberse modificado los trazados antiguos, lo que, a la vez que les concede un aire fantasmal de inutilidad (están como colocados al azar en cualquier sitio, sin que se les aprecie ninguna funcionalidad), ha ayudado a su supervivencia a través de los siglos.
Puentecillo sobre el arroyo de Santa María en Pedroche. Fotos: pedrocheenlared.com.
La tradición popular suele calificar a estos puentes de "romanos", basándose tan sólo en su antigüedad y en su estructura constructiva abovedada con arquería de medio punto, y quizás, desde un punto de vista más erudito, porque se emplazan en sitios por los que tal vez discurrió alguna vía secundaria. Y es posible que lo sean, o se asienten sobre el lugar donde hubo otros de esa época, pero los estudios realizados hasta el momento (tantos como ninguno) no permiten con rigor mantener tal denominación (de hecho todavía no se ha identificado con seguridad como romano en España ningún puente construido con lajas de piedra sin labrar y tan sólo uno construido con ladrillo). Lo cual, como ya hemos dicho en otras ocasiones, no les resta mérito artístico ni valor histórico, sino que, al contrario, ambos puentes son muestras muy relevantes de nuestro pasado comarcal, muestras que deben ser conservadas y protegidas con el mimo reservado a las más meritorias realizaciones materiales legadas por nuestros antepasados.
Cruces de Añora en el valle del Jerte
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