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En Córdoba capital ha nacido un nuevo medio de comunicación digital, Cordópolis. De la provincia no se ocupan mucho (la etiqueta "provincia" de su nube es más pequeña que la de, por ejemplo, "bomberos") y quizás por ello una de las blogeras del apartado Blogópolis haya decidido dar contenido a su sección con los testimonios de la gente de los pueblos que vive en la capital, y ha comenzado, en sus dos primeras entregas, por Los Pedroches.

Ya en otras ocasiones hemos comentado que la distancia mental que separa a Córdoba capital de Los Pedroches es inmensamente mayor que la física. Para los cordobeses de la capital Fuente La Lancha, que alcanzó su privilegio de villa en 1601, es una "aldea" y Dos Torres un pueblo de la "Sierra de Córdoba", porque para los capitalinos el Muriano es el finisterre más allá del cual sólo hay una incierta nebulosa de desconocimiento inexplorado.

Alejandra Vanessa, se acerca a los pueblos con el candor literario de tantos siglos de topicidad y esa visión arcádica de la realidad alcanza su cénit en los siempre añorados tiempos pasados. "La mayoría de sus habitantes era gente muy humilde y honrada que se ganaba la vida trabajando en el campo. Todos se conocían y todos se echaban una mano cuando lo necesitaban (...) Parecía que cuanto menos bienes poseían más hospitalarios y afables se mostraban. Eran buenos con cualquiera que se acercase al pueblo. Por ejemplo, cuando un comerciante aterrizaba con su burro o su motillo, lo recibían con honores y almuerzo abundante. Los niños lo rodeaban, y le cantaban, como si ofreciesen sus juegos al forastero". Para los capitalinos, a quienes resulta necesario explicarles que los tórtolos son "los hijos de las tórtolas", la vida en los pueblos era "entonces" muy feliz. Con nueve o diez años las niñas se pasaban la mañana lavando la ropa familiar, porque escuela no había, ni maestros, ni libros, con suerte podía encontrarse una revista de las que "tiraban los señoritos", pero nada de eso impedía vivir "felices como perdices" y pasarse bailando toda la tarde en la plaza durante las fiestas.

Alguna pista debió darle a Alejandra, para dudar de tan idílico bienestar, el hecho de que todos sus protagonistas tuvieran que emigrar "entonces" de sus pueblos. Quizás no le hablaron de jornadas laborales de sol a sol desde la tierna infancia, de analfabetismo, de fiestas de misa y sacristán, del infierno de los diferentes, del desamparo eterno de los santos inocentes, de la tiranía de los señoritos, de las muchas lágrimas de quien debía mandar a sus hijos a la cama sin cenar...

Los comentaristas de Alejandra -capitalinos, quizás, también- ahondan el sentir: "La gente era más feliz con mucho menos, todo era más sano", "qué retrato más bello de una época donde lo que importaba entonces se parece poco a lo que importa ahora"... A estos nostálgicos de la vida en los pueblos durante los años cincuenta y sesenta les pido que no se preocupen en exceso, porque las políticas actuales se han propuesto enmendar la desgracia de los tiempos presentes y es muy probable que pronto lleguemos de nuevo a ser tan "felices" como "entonces".

14 comentarios :

harazem | miércoles, octubre 10, 2012 2:34:00 a. m.

Es lo que tiene la nostalgia niueill, que convierte, sin despeinarse el flequillo bicolor, un campo de concentración en una fiesta de videoclip de Mandonna, esa que acompañaba al Caudillo mientras latigueaba artisticamente al disidententen...

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 8:54:00 a. m.

Es increíble el desconocimiento que hay entre los "capitalinos" de la realidad actual de Los Pedroches en buena parte debido, a mi juicio, de las carreteras de entonces que, en muchos casos, poco han cambiado en nuestros días. Pero lo peor, lo más grave, es lo que son ellos: unos provincianos que no han viajado más allá de Fuengirola donde se ven de nuevo las mismas caras que se ven durante todo el año. Córdoba es una ciudad anclada en un pasado muy remoto donde no se ve a gente de prisa por la calle; encorbatados hasta la muerte aunque caigan 40 grados en verano...tan patéticos, y parejas cogiditas del bracete pero que no se hablan en tres horas frente al café de la terraza de turno; con una preocupación por la estética cercana a lo esperpéntico porque "ellas" van pintadas como máscaras desde tempranito por la mañana. Y por todo ésto, pienso yo, necesitan perpetuar unas imágenes "idílico-pastoriles-míseras" para que el contraste con ellos venga por ese lado y de esta forma no se plantean que los que se han quedado atrás son ellos. Por algo Córdoba, desgraciadamente, es una de las capitales a la cola del desarrollo de Andalucía.

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 9:24:00 a. m.

Lo que no sé es como después de 30 años de gobiernos de izquierda en Andalucía, no somos inmensamente felices

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 9:47:00 a. m.

Simplemente genial. Muchas gracias.

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 10:06:00 a. m.

Supongo que, aunque con nueve meses de retraso, cuando habla de "políticas actuales" se referirá a las llevadas a cabo también por el Gobierno estatal anterior, principal responsable de la situación dramática actual.

Y, hombre, señoritos señoritos, y caciques caciques, todavía hay muchos en la Junta de Andalucía, por lo que en ese aspecto no hay que añorar el pasado.

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 12:31:00 p. m.

Hay que salir y ver otras culturas, (sin prejuicios )porque caemos en tópicos una y otras vez, así insultamos a la gente de Los Pedroches, también a los catalanes, a los vascos, a los andaluces, a los moros, a los rumanos, a los chinos etc....todos tienen defectos menos los de nuestros pueblos o nuestras familias que son todos perfectos, trabajadores y buenas personas, pero desgraciadamente esta todo repartido , en todos sitios hay buenos y malos, guapos y feos, trabajadores y gandules , gordos y flacos, honrados y chorizos, etc..

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 7:58:00 p. m.

Estoy de acuerdo con Antonio, ya que éste gobierno, recortando a las CC.AA, diputaciones, mancomunidades, ayuntamientos, funcionarios, parados, pesionistas, obreros, profesionales,autonomos, artesanos, pequeños empresarios, pequeños industriales, comerciantes varios (entre ellos a los de la calle el toro de pozoblanco), rentistas, loteros, premiados de los loteros, músicos, actores cantantes, ganaderos, agricultores, transportistas y la lista es interminable (solamente no aplica los recortes a los ricos) y el dinero recortado se lo entrega a los bancos nos está llevando a los años 50 y 60 del siglo pasado.
La situación es tan grave que segun dice UNICEF,el 25% de los niños de España está por debajo del umbral de la pobreza. Y este gobierno ni sabe, ni contesta, ni si nos van rescatar o no nos van a rescatar, si el rescate va a ser directo o a los banco, es que no sabe nada de nada y van pasando los meses y el paro cada vez mayor, la precariedad cada vez mayor, el hambre acechando en las familias ya que en millones de ellas dependen de la caridad, niños que no pueden comprar el material escolar, universitarios que no pueden pagarse las matriculas. Pero señores del gobierno, si no sabeis, decirlo y que se pongan otros que ya está la cosa que no se resiste.
Y a Alejandra Vanessa que se informe antes de escribir

Anónimo | miércoles, octubre 10, 2012 11:55:00 p. m.

Parece mentira que aun exista gente que piense así de los habitantes de los pueblos, y sepan tan poco de ellos (¿quién les informará?).
Muchos andaluces en los años sesenta, hartos de ese mundo tan bucólico pero en el que no tenían trabajo ni nada para que comiera su familia, emigraron desde su tierra a otras zonas de España más ricas y con más trabajo(porque así lo habían provocado los ricos de esas tierras y los políticos durante mucho tiempo, pero sobre todo durante el franquismo robándoselo a otras zonas de España, entre ellas a Andalucía). Andalucía parte desde muy, muy atrás. Y ha avanzado bastante, aun con la oposición de los que provocaron la emigración ["¿señoritos?"].
Y ahora, aprovechándose de la mala situación económica, que ellos han colaborado a provocar, han engañado a gran parte de la población y conseguido mucho poder y ya están haciéndonos retroceder hasta donde ellos quieran ¿volveremos a los cincuenta o solo nos quedaremos en los sesenta?

Anónimo | jueves, octubre 11, 2012 1:33:00 p. m.

Yo fui una niña de los 50 y 60 y tuve que trabajar muy duro, cuidar de mis hermanos pequeños, ayudar a mi padre en el campo,con 11 años tuve que dejar la escuela por que habia que arrimar el hombro en la casa, y ademas mi padre que era muy machista no me podia ver con un libro, a mi me encantaba leer y tenia que hacerlo a escondidas y de noche con una linterna y hasta con una vela leia y libros prestados. A partir de los 19 años me fui fuera del pueblo, trabaje, estudie lo que pude y ahora cerca de mi jubilacion me considero una persona con una poquita de cultura, pero nadie me regalo nada, todo con mucho esfuerzo y mucho trabajo. Ahora cuando veo a niños y jovenes que lo tienen todo y no aprovechan nada, tanto fracaso escolar me da mucha pena por ellos por que en mis tiempos sin tener nada teniamops lo mas importante mucha ilusion por aprender y por salir de la miseria.

Alejandra Vanessa | jueves, octubre 11, 2012 3:43:00 p. m.

Buenas noches, Antonio. Me apena muchísimo que ésa haya sido la conclusión que ha sacado de la lectura de los artículos, ya que las historias que cuento son tan reales como el desayuno que haya podido tomar esta mañana. Tiene gracia, no sé si gracia, que me acuse de no conocer las penurias de esos años cuando, precisamente, estoy contando en uno de los casos la historia de un niño que con 6 años caminaba descalzo por las calles y trabajaba como zagalillo porque en su casa no tenían qué comer. Y ese niño es mi padre.

Debo decir que es el sentimiento que estas personas me han transmitido el que he procurado plasmar. Por otro lado, imagino que deducirá que en algunas expresiones o explicaciones (como la de los tórtolos) se pretende un juego literario, porque las historias están contadas a modo de relato, con un falso tono infantil.

A pesar de las fatigas que estas personas pasaron en su vida que, por desgracia, fueron muchas y algunas muy cercanas a mí y a las personas que realizan comentarios. A pesar de las humillaciones de los caciques y "señoritos", a pesar de todo eso, recuerdan su vida en el pueblo, con el calor de la familia, con la humildad de sus vecinos, con nostalgia.

Conozco tantas historias de penas y miserias sobre la vida de muchas personas en estos dos pueblos, aldeas, pedanías, localidades o como mejor le parezca nombrarlos o nombrarlas, según convenga, que podría pasarme semanas sin parar de escribir. Pero eso no viene al caso.

Lo que no he entendido en absoluto es el comentario de un tal anónimo que habla de UNICEF y me pide que me informe, ¿de qué? No he hablado de política ni mucho menos de UNICEF ni de nada de lo que menciona. Me parece un comentario totalmente fuera de contexto.

Para escribir estas historias he entrevistado directamente a sus protagonistas, creo que una información más de primera mano de sus vidas es totalmente imposible.

Solamente puedo deducir que las personas que han comentado aquí sólo han leído las apreciaciones de Antonio porque lo que yo mostraba es todo lo contrario a lo que Antonio apunta.

Nostalgia hacia, como mencionaba antes, el calor de la vida en el pueblo, no hacia los abusos o las necesidades.

Me parece penoso que quiera trasladar a mi persona unos ideales que son totalmente contrarios a los míos, y no entiendo en absoluto el porqué. Ni por qué se quiere cebar conmigo.

En todo caso, muchas gracias por leer mis cuentos.

Anónimo | jueves, octubre 11, 2012 6:01:00 p. m.

Alejandra Vanessa, no te preocupes, los que te hemos querido comprender te hemos comprendido. Tú reflejas aspectos del espíritu, del comportamiento individual y no de la mayor o menor cantidad de bienes materiales que pudieran tener en otro tiempo las distintas familias.

Hablas sobre todo de que existía más entrega individual, más sentimiento de unidad entre los habitantes de los pequeños pueblos y más cercanía y cariño entre las personas aún en condiciones de extrema pobreza, de la que tú, evidentemente, no haces proselitismo ni extiendes sentimientos de añoranza, a pesar de lo que pretenden transmitir y achacarte los manipuladores de siempre, ni los que son incapaces de superar el guerracivilismo, con el que siguen obsesionados.

No te inquietes por lo que puedas leer aquí. Son ellos los que están anclados en el pasado, no tú.

Un beso.

Alejandra Vanessa | jueves, octubre 11, 2012 6:50:00 p. m.

Muchas gracias, anónimo de las 6.01 p.m.

Anónimo | jueves, octubre 11, 2012 10:50:00 p. m.

No tengo nada que decir sobre lo publicado por Alejandra, sobre todo porque no lo conozco. Pero el recuerdo nostálgico de otro tiempo está lleno de trampas. Viví en el campo hasta finales de los años 60 en un cortijo y tengo un recuerdo maravilloso de mi infancia. Pero eso... es sólo eso un recuerdo nacido de la necesidad de aceptar y amar la propia vida. Cuando olvidandome de mi mismo (en la medida de lo posible) intento reconstruir el paisaje fisico y sentimental de esa epoca y la que pase de adolescente en mi pueblo, el panorama es desolador: tiranía política, rigor censor que encubría las más miserables inmoralidades, niños educados en el desprecio al débil, mujeres confinadas en una vida de sumisión, desprecio absoluto de cualquier atisbo de inteligencia,insolidaridad,renuncia a la dignidad que supone el ejercicio de la ciudadanía, y esto solo en lo que se refiere a lo inmaterial, al menos en las carencias fisícas si que estamos de acuerdo, basta con darse un paseo por el cementerio y ver la esperanza de vida y adivinar las más probables causas de muerte. Por esto hacer una reivindicación del Beatus ille, en el mejor de los casos, es una confusión entre nuestra memoria sentimental y la memoria historica, en el menos malo, un error, y en el peor, el reprimido deseo bastardo de añorar la situación del abuelo o del papá. Antonio, no se si como vaticinas volveremos al cocido y a criar el cochino para la matanza de todo el año, pero la libertad cuando se prueba, no es fácil olvidar su sabor.

Anónimo | lunes, octubre 15, 2012 9:55:00 a. m.

Impecable la reflexion del anónimo del jueves 10:50

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