En torno a la recuperación de la tradición oral
Componentes del grupo Aliara durante su actuación en Pozoblanco el pasado sábado.
José María Sánchez Fernández, miembro del grupo Aliara, ha enviado a Solienses el siguiente comentario en relación con mi artículo "La Navidad y la nostalgia de lo perdido", publicado hace unos días:
Estimado Antonio, con independencia de que una de las virtudes que más me atrae de tu blog es la sutil provocación que gustas aprovechar para mantener viva su llama, el intervenir aquí resulta ya un tanto arriesgado para los que no estamos tan curtidos y, además, preferimos firmar lo que expresamos. Todo ello, por los motivos ya debatidos con pesadez sobre el anonimato de intervenciones que no voy a entrar en contestar. Pero, en este caso, me voy a atrever a ofrecer mi opinión por mención directa, acerca de los que defendéis in extremis esto que tú llamas la “técnica depurada que la aleja en su concepto y en su formulación del original remoto” o la aseveración “Intermediarios de fiabilidad incierta”.
Bien es cierto que la mayoría de la música tradicional de Los Pedroches está marginada, si no muerta – entendiendo por muerta que no es utilizada por el pueblo - por lo tanto, no me parece mal que te refieras a su investigación como una disciplina semejante a la arqueología. Pero ello no quiere decir, en primer lugar, que lo que en estos momentos existe publicado o no por nosotros o por otros autores, no esté contrastado en su mayoría, que lo está; y, en segundo lugar, no es menos cierto que en Los Pedroches, que yo sepa, jamás se ha realizado, como en tantas otras materias, un estudio riguroso de la sociedad pedrocheña y sus orígenes con metodología antropológica, lo cual es absolutamente imprescindible para analizar cualquier recogida de material oral, ya sea música, cuentos, leyendas, gastronomía, etc.; por tanto, cualquier estudio o trabajo adolece desde un principio del resorte que ofrece la antropología y que es vital para su comprensión y conclusiones.
Partiendo de esta carencia, Aliara interpreta o, mejor, reinterpreta una tradición oral cuyo alejamiento del original remoto - ¿cúal es el original remoto?- es cuestión de criterio, pues se fundamenta en el conocimiento empírico y no científico, cuya fuente es tan variable como informantes entrevistados. Estos fondos orales, ya sean recopilados por los señores diplomados, por otros menos diplomados o por simples ciudadanos, a pesar de su realidad inestable y de las circunstancias de su recopilación, merecen una consideración porque transmiten una información muy valiosa, siendo su posterior interpretación lo realmente interesante en cada momento de la Historia, pues con ello se mantiene en curso la herencia. Y lo imprescindible, que las Fuentes permanezcan conservadas, estructuradas y localizadas.
En la actualidad existen en nuestro país numerosos trabajos sobre la tradición oral de los diferentes territorios que están recopilados por y a intermediarios, la mayor parte de ellos. No sé a qué te refieres con “fiabilidad”: en nuestro caso sí es cierto que toda la recopilación efectuada no está realizada por ningún antropólogo o etnólogo, pero esta circunstancia se da en gran parte de los cancioneros publicados o no. No obstante, la mayor parte del fondo oral del que dispone Aliara fue puesto en manos del musicólogo D. Luis Lepe Crespo que lo tiene incorporado en sus obras. Si te refieres a la fiabilidad de los informantes, poco puedo debatir, son los que son, pero te puedo asegurar que se ha desechado numerosa información e informantes que se intuyen dudosos. Y la procedencia de los temas que aparecen en nuestro trabajo está documentada en archivos sonoros recogidos por Aliara, cedidos por terceras personas que nos las han grabado o por mí personalmente y también porque algunos de ellos permanecen aún en nuestra memoria desde la infancia.
Por último y sin querer entrar en otras muchas cuestiones, pues el tema es muy interesante y concierne a un debate que arrastran los foros de la tradición oral desde siempre, creo que nuestra cultura tradicional, la de Los Pedroches, tiene una oportunidad de revitalizarse de la mano de las nuevas tecnologías, pues ofrecen la posibilidad de exponer las tradiciones en todas sus formas de expresión cultural y esto puede suponer que estén al alcance de todos para reinterpretar, transformar y vivir la tradición en cada momento, según las circunstancias y quienes sean los que se acerquen a ella, con libertad para sentir y no tal y como la vivieron (o cantaron) los antepasados, pero si en base a ella.
En cualquier caso, estoy contigo en que la Navidad nos emociona cantarla pues, como bien dices, nos devuelve a la infancia y a la juventud perdida.
José María Sánchez Fernández, de Aliara.
4 comentarios :
Gracias Antonio por permitirme este comentario a pesar de su extensión.
José María Sánchez.
Insisto: (y esto no va por Aliara ni por ningún creador en particular que basa su trabajo en el pasado porque a todos pasa igual) QUIEN RECUERDA MIENTE. Y un comentarista anterior habla de reaccionario, de envidioso etc. Cuando Aliara se acerca a un informador en su trabajo de campo, ese informador habla de lo que recuerda. Como nadie es capaz de reproducir la realidad como ocurrió hace 20 años, por ejemplo, cuando lo cuenta ya está mintiendo. Pero no se trata de mentir por mentir, de hacer daño mintiendo. Es que la realidad es inaprensible aunque se haya producido escasos segundos antes. Y lo que contamos lleva ya ingredientes que nosotros le añadimos. En ese sentido digo que el que recuerda miente.
Sin ánimo de introducir controversias yo creo que mentir significa decir lo contrario a lo que se piensa o se sabe. Otra cosa es decir algo que uno cree que es correcto aunque sea incierto. Esto no es mentir, esto es errar. Por lo tanto anónimo de las 11:00 horas no se que es lo que quieres decir pero estoy seguro que no mientes sino que simplemente estás en un error.
Y sobre Aliara solo me cabe manifestar mi mas sincero respeto y admiración y que sigan muchos años. Se que mantengan tantos años en el escenario es algo inaudito en nuestra tierra.
Dice Ortega y Gasset en su obra "Ideas y creencias", 1942, que por mucho que nos esforcemos en conocer objetivamente la realidad sólo conseguimos "imaginarla". Es decir "inventarla" Por eso, según Ortega, el ser humano está condenado a ser "novelista". Es este el sentido que yo le doy, en este caso, a la palabra "mentir". Ya sé lo que es mentir y la diferencia que tiene con "errar". Es un poco sutil lo que intento decir pero en nada menosprecio ni a Aliara ni a cualquier creador que, haciendo uso de su memoria o recurriendo a la memoria de otros, intente" acercarse a la realidad", según Ortega. Y manifiesto el máximo respeto al grupo Aliara del que me declaro seguidor fiel y pocos de sus conciertos me pierdo.
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