Una curiosidad histórica sobre la Fuente de la Guizuela
Caños de la fuente de la Guizuela [Fotos: Solienses].El Ayuntamiento de Pozoblanco ha inaugurado esta mañana el nuevo entorno de La Guizuela, tras las obras de remodelación que se han realizado en este enclave de gran sabor tradicional. La actuación ha consistido en la limpieza y mejora de las instalaciones de la fuente pública, la puesta al día de su drenaje, la mejora del pavimento, con solado de cantos rodados, y alzado del muro de granito perimetral que contiene dicha fuente y las pilas que se utilizaban en el pasado para el lavado de ropa. También se ha mejorado el entorno mediante la explanación, limpieza y desbroce del terreno y se ha procedido a la plantación de arboleda alrededor.
La fuente se encuentra en las afueras de Pozoblanco, ya en el camino que conduce a Añora. Consta de tres caños, fechados en 1800 y 1896. El primero y más antiguo serviría para el consumo de la población, puesto que vierte sus aguas sobre una superficie plana diseñada para depositar vasijas de recogida. Los dos más tardíos estarían destinados al abastecimiento animal, ya que vierten sobre un pilar abrevadero rectangular accesible para animales. La Guizuela tuvo también un uso doméstico, como atestiguan las diez pilas lavadero monolíticas de granito que aún se conservan. Los derrames, según Madoz, eran utilizados antiguamente por las huertas cercanas. Casas-Deza reconoce que La Guizuela tiene "la mejor agua" de las ocho fuentes que se encuentran en los alrededores de Pozoblanco. Desde el punto de vista artístico, destacan los dos frontones de granito adosados al muro de contención, enmarcando los caños y con una cartela que contiene grabado el año de su construcción.
Las referencias documentales utilizadas remiten como fecha más antigua a 1800, que fue sin duda el año en que se realizó el primer encañe y se facilitó el uso público como fuente, pero, sin embargo, podemos asegurar que el uso del agua del paraje de La Guizuela se remonta siglos atrás, al menos hasta el siglo XVII, aunque la atribución municipal del lugar por entonces nos depara una pequeña sorpresa.
Un curioso documento conservado en el Archivo Histórico Municipal de Añora, fechado el 23 de junio de 1657, recoge un "Inventario de pozos y aguaderos de la villa de Añora". Las autoridades locales declaran que "esta dicha villa tiene unos aguaderos pozos en los labrados término desta villa y las demás de Los Pedroches (...) y los dichos pozos y aguaderos son necesarios para el uso y aprovechamiento de los vecinos desta villa y sus ganados y es necesario ponerles cobro por ser propias heredades del concejo desta villa y sus vecinos (...) y para ponerles cobro y que en cualquiera tiempo conste y se sepa cuáles son los mandaron poner por inventario". Es decir, el concejo de Añora confecciona una relación de pozos de su propiedad con la finalidad de cobrar por el uso de sus aguas y entre esos pozos que los noriegos consideran "propias heredades del concejo desta villa y sus vecinos" figura "el poço de la guiçuela".
Dos matizaciones nos salen al paso. En primer lugar, hay que recordar que en aquel momento ni Añora ni ninguna otra de las Siete Villas de Los Pedroches tenía término municipal delimitado, sino que las Siete compartían uno común e indiviso. Por tanto, los propietarios de un terreno eran vecinos de un pueblo u otro, pero el terreno en sí mismo no pertenecía a ninguna villa, sino a todas en su conjunto. Sin embargo, los llamados "bienes de propios" (a los que pudiera aludir la expresión "propias heredades" del documento) pertenecían directamente al municipio, que los arrendaba para obtener ingresos (generalmente se trataba de prados, dehesas, montes, egidos, pero también molinos, hornos... o pozos).
Por otro lado, la mayor distancia de Añora a La Guizuela con respecto a Pozoblanco no significaría un impedimento para su condición de "propia heredad". De hecho, en ese mismo documento se incluye también la Fuente del Talaverano y el Pozo del Barrero en el arroyo Berrocoso, todos ellos más próximos a Pozoblanco que a Añora. En la relación de pozos por cuyo uso Añora pretende cobrar figuran también varios situados en la dehesa de la Jara.
[Un aparte: resulta llamativa la persistencia de los topónimos a lo largo de los siglos. Entre los pozos del inventario noriego figura también "el pozo nuevo, que está en el camino que va desta villa a la dehesa de la Vera". Produce cierta ternura comprobar que ese pozo, llamado "Nuevo" en 1657, porque quizás lo era entonces, continúa denominándose igual hoy día, 360 años después, cuando ya, sin uso, apenas queda un ligero recuerdo de él].
El documento nos hablaría, pues, de que en el paraje de La Guizuela ahora remozado, con anterioridad a la construcción de la primera fuente encañada en 1800, habría existido un pozo de uso público desde al menos ciento cincuenta años atrás, un pozo sobre el cual el concejo de Añora se consideraría en el siglo XVII con los suficientes derechos como para cobrar por el uso de sus aguas. Ignoramos los avatares posteriores de esta propiedad o usufructo (que, desde luego, quedaron resueltos tras la delimitación de los términos municipales), pero no deja de constituir una curiosidad que nos habla de un tiempo en que no resultaba tan fácil atribuir una propiedad a un pueblo u otro, porque las Siete Villas de Los Pedroches (no debemos olvidarlo) compartieron durante muchos siglos una historia y un territorio común.
3 comentarios :
Que recuerdos me trae esa fuente, a finales de los cincuenta o primeros de los sesenta siendo niño pequeño fui varias veces andando a Pozoblanco con algun familiar y nos paramos a beber agua y habia mujeres lavando en las pilas de piedra.
Si yo ya me lo suponía. Pozoblanco sería los arrabales de Añora.
Antonio, mi abuela de Pozoblanco me dice q los noriegos somos muy galgos, porque cambiamos la "Aguizuela" por un tarrito de miel.
En relatos de gente mayor tambien les oi decir q no era buena fuente para las bestias, debido a las sanguijuelas.
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