Aunque durante algún tiempo nadie ha querido hablar del tema, como si de un monstruo se tratase, que temíamos despertar si se pronunciaba su nombre,
vuelve a denunciarse otra vez la posibilidad de que Los Pedroches sean definitivamente los destinatarios de ese cementerio nuclear que anda rifándose. La Comisión Europea ha fijado el año 2008 como el límite para determinar un emplazamiento para el cementerio nuclear de residuos de alta actividad, obligando al próximo gobierno a enfrentarse inexcusablemente a un problema para el que, como afirma
Ecologistas en Acción en su
nota de prensa, no hay ninguna solución satisfactoria. Hay quien ve en las cuantiosas inversiones de la
COVAP una garantía de que finalmente no será nuestra comarca la elegida, mientras otros ven en la futura autopista un indicio de lo contrario. Quizás sería el momento de ir despertando a la
Plataforma Anticementerio de Residuos Radiactivos, porque, aunque parezcamos haberlo olvidado, el dinosaurio todavía continúa ahí.
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