El Alcalde de Añora ha considerado oportuno escribir en el
Foro noriego una
"Carta abierta a Antonio Merino" en respuesta a mi artículo
"Pervertidos" publicado en esta bitácora
Solienses hace unos días. Por respeto y consideración hacia su autor, le he contestado con el texto que ahora reproduzco:
Estimado señor Alcalde de Añora:
La propia naturaleza de este novedoso medio de comunicación que es Internet impide que yo ahora mismo tenga la seguridad de que sea usted el autor del escrito titulado “Carta abierta a Antonio Merino”, a pesar de ir firmado con su nombre. No obstante, dado que sería una osadía imperdonable que alguien se hubiera atrevido a usurpar su nombre y su cargo y dado que en él se hace referencia a ciertos aspectos que no estimo del conocimiento general, creo que no me equivoco al aceptar la autenticidad del escrito, pidiendo disculpas de antemano, sin embargo, si finalmente esto no fuera así.
Le agradezco, en primer lugar, el tono sincero y educado de sus palabras: no hubiera esperado otra cosa de su persona y del cargo que ostenta. Pero precisamente por ello, por el cargo que usted representa, debe reconocer que en este diálogo de razones hay un insalvable desequilibrio. Usted, cuando firma como alcalde de Añora, representa a todos los noriegos, incluso a los que no le han votado, mientras que yo sólo aporto mi simple opinión, no avalada más que por mi propia persona. Por lo mismo, cuando yo le critico a usted lo hago en el ejercicio de mi derecho y mi deber de participar en los asuntos públicos, pues siempre me he referido a su actividad como representante político, y nunca como persona individual o como ciudadano. Usted, en cambio, al censurar mi comportamiento, lo hace dirigiéndose a un ciudadano particular, sin ninguna vinculación con la vida pública política más que la inherente a su condición de ser humano que vive en sociedad y se interesa por el mundo en que vive.
El cargo de Alcalde de Añora me merece un respeto tan elevado que sería yo una persona indigna si me atreviera ahora a manchar su reputación con mentiras o medias verdades, y un ser absolutamente miserable si procediera al insulto, a la injuria o a la calumnia. Y precisamente porque pienso así, lamento que de mis escritos haya usted podido sacar las conclusiones que expone en su “Carta abierta”. Podría yo ahora afanarme en desmontar sus acusaciones una por una, con elaborados argumentos y probada razón de mis afirmaciones, pero considero innecesario someter a mi persona y a la suya a esta exposición pública de réplicas y contrarréplicas, que ningún beneficio tendría para ninguno de los dos y sí quizás algún perjuicio. Fundamentalmente, porque pienso que este foro no es el lugar adecuado para este debate y, sobre todo, porque estimo que no soy yo la persona que debe enfrentarse a usted en esta contienda. Por lo dicho, porque usted es el Alcalde de Añora y yo un ciudadano particular al que su “Carta” concede un protagonismo que no deseo.
Finalmente, señor Madrid, le ruego que acepte mis disculpas si considera que en alguna de mis intervenciones le he faltado el respeto como persona o como alcalde. Jamás hubo intención de ello. Las diferencias ideológicas y políticas que pudieran existir entre nosotros nunca tendrán por mi parte una respuesta no ya calumniosa o voluntariamente injuriosa, sino ni tan siquiera meramente ofensiva. En mis escritos tan sólo expongo mi opinión de lo que veo y siento, y es posible que sea una opinión equivocada o inexacta, pero siempre fruto de la reflexión y del análisis más riguroso que mi entendimiento me permite. En este sentido, comprenderá usted que no rectifique ni corrija ninguna frase, ninguna palabra, de lo que tengo escrito, pues considero que al hacerlo me asiste mi derecho a expresarme como una persona libre, aunque con ello me exponga a recibir juicios adversos que, como el suyo ahora, me inquieten profundamente.
Reciba un cordial saludo.
Antonio Merino Madrid.
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