Pensar en palabras, pensar en imágenes
Después de las charlas y coloquios, llegamos a la conclusión, en la jornada de ayer del Encuentro Literario sobre Literatura y Cine, de que en el principio era la palabra. La literatura es el principio del cine, aunque ahora hayamos llegado a un punto en el que, como afirmó Manuel Vicent, los escritores compongan sus novelas pensando ya en la adaptación cinematográfica, porque "los jóvenes piensan ya en imágenes, no en palabras", y añadió que la única manera de preservar la creación literaria es "escribir cosas que no puedan ser filmadas, aunque teniendo en cuenta que se han rodado hasta los Sonetos de William Shakespeare…". Me parece un interesante apunte de individualidad artística: muchas novelas de hoy son en realidad sólo guiones de cine, sin arrope propiamente literario. Y luego está la libertad que, como Gracia Querejeta, desea tener el director sobre los textos adaptados: esa libertad que permite, por ejemplo, que la Troya de Petersen se cargue de un plumazo todo el ciclo mitológico micénico posterior al regreso de Agamenón al hogar.Y una frase para la discusión. La pronuncia Rafael Azcona, aunque se la atribuye a José Luis Borau: "«La diligencia» es un ejemplo de cine mal hecho".
0 comentarios :
Publicar un comentario