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Cultura se escribe con h

La cultura tiene caminos que no entiende la razón, qué le vamos a hacer. Al celebrar la imposición de nombres de escritores castellanos contemporáneos a cinco calles de El Viso, dicen que el diputado de Cultura Serafin Pedraza dijo refiriéndose a una de ellos: "Almudena Grandes se ha consolidado como una extraordinaria narradora, las versiones cinematográficas que se han hecho de algunas de sus obras así lo han confirmado". De donde viene a deducirse que el cine es la prueba del algodón de la buena literatura. Luego, el editorialista de Los Pedroches Información, cada día más dueño de su propio surrealismo estilístico, resucita a Juan Bernier y lo convierte en otro de los "nominados" que "estuvieron presentes en el acto de descubrir las placas con sus nombres de las respectivas calles" (hemos de entender que el poeta cordobés lo estaría de alma presente y cuerpo ausente). Mientras, en Villanueva de Córdoba, gran éxito de crítica y público en el VII Festival de Teatro Popular. Algunas de las obras representadas: Soy un sinvergüenza de Muñoz Seca, la "profunda" Anillos para una dama de Antonio Gala y La sopera de Robert Lamoureux. Sí, créanlo o no, estas obras todavía se siguen representando por los pueblos de España. Pero el gran éxito de la temporada fue la puesta en escena de la divertida obra Dos paletos en Madrid, que a decir de la cronista es la obra "estrella" dentro del repertorio de la Compañía Benavente. Algunas líneas de actuación deconstructiva: la protagonista interpreta de manera sublime a una cateta, llegada a la capital ataviada con sus refagos y su caja de pollos; con sus expresiones pueblerinas y sus peculiares modales el público se meaba de la risa... Para que luego digan que los cientos de miles de euros del presupuesto de cultura de la Diputación no comienzan a dar sus resultados en estos pueblos del norte.

2 comentarios :

Anónimo | domingo, junio 25, 2006 11:50:00 a. m.

Reconozco que cuando, en días pasados, leí el programa de teatro que se iba a desarrollar en villanueva de Córdoba, tu pueblo y el mío, donde se nos murió como del rayo, ya hace tiempo, todo lo que tiene que ver con una cultura de proyección y perspectivas, reconozco que, cuando aquello leí, no cabía en mí de gozo. Era lo que yo esperaba: un teatro de vanguardia, con temas de vanguardia, unos actores que venían a Villanueva a "enseñar" a nuestros espectadores qué cosas se estaban haciendo por ahí en asuntos dramáticos. Entre otras cosas venían a Villanueva a hacernos reír. Pues si de algo sabe la tradición teatral de nuestro pueblo, demostrada a lo largo de décadas, es de saber hacer reír con sus representaciones de buenos y grandes aficionados. !Hay que salir del surco, paisanos, no vamos a estar riendo siempre como los tontos, sin saber de qué! Hay también que saber sonreír, asombrarse con lo inesperado, descubrir guiños en el escenario de actitudes y movimientos que ni siquiera hemos sospechado. Ni compararse puede este teatro que vino a Villanueva con lo que se hace cada año en Palma del Río.
Para divertir a nuestros paisanos con ese género cómico de teatro, todavía queda gente en el pueblo que lo sabe hacer muy bien. Nos queda, pues, la signatura de ese otro teatro, que apenas me atrevo yo a esbozar, que renueve una tradición demasiado apegada a la fácil carcajada. Una ESCUELA de TEATRO para Los Pedroches, un espacio creativo de donde surjan novedades, que no vamos a estar siempre con el cateto que llegaba del pueblo con el pollo colgado del hombro. Habría que pedir ya esa Escuela, que no sé si la hay, a Serafín, que es nuestro representante de eso, a veces, tan discutible que llamamos cultura. Y si nuestros representantes culturales no están por la labor, hagámos las cosas nosotros mismos. Pero renovemos el repertorio, comarcanos.

Anónimo | domingo, junio 25, 2006 11:39:00 p. m.

Estoy muy de acuerdo con don Ramiro II y con la ironía crítica de Antonio. No me parece mal que las empresas privadas programen este tipo de obras para agradar al público y hacer negocio con ello, pero que lo hagan ayuntamientos con presupuestos públicos me parece impresentable. Con ello sólo se persigue perpetuar una cultura plana y retrógrada.

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