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Sobre los modos del debate cultural en Los Pedroches

El debate cultural en Los Pedroches es tan raquítico, tan inexistente, que cuando nace una brizna, por pequeña que sea, no hay más remedio que aferrarse a ella y tirar hasta ver qué sale. Tal he pensado cuando he leído esta mañana un artículo que publica Arturo Luna Briceño en Los Pedroches Información de esta semana, bajo el título "El libro en el arca". Aunque envuelto en una trampa emocional, el artículo lanza dardos envenenados a diestro y siniestro (quizás más a siniestro, no sé), formulando muy graves acusaciones contra la honradez intelectual de personas que, aunque no se citan por sus nombres, son fácilmente identificables.

Ya en otras ocasiones nos hemos referido a la concepción desviada que Arturo Luna tiene de la ciencia histórica, más cerca del periodismo sensacionalista que de una historiografía mínimamente rigurosa. Es comprensible que así sea, pues su carrera se ha forjado en los medios de comunicación, siempre necesitados de informaciones llamativas e impactantes que capten inmediatamente la atención del lector o espectador. Y por eso no extraña que, al dedicarse ahora vocacionalmente a recomponer a su modo la historia de Pozoblanco y Los Pedroches, fundamente sus pesquisas en "libros perdidos" y en conjuras imaginarias o aposente el ónfalos de toda verdad en el Catastro de Ensenada, donde, según su visión del pasado, se hallan "las aclaraciones y las claves de todo".

Se queja Arturo Luna de que algunas de sus investigaciones, enviadas a concursar en el Premio de Investigación Histórica "Juan Ginés de Sepúlveda", que desde hace 25 años convoca el Ayuntamiento de Pozoblanco, no hayan obtenido el favor del jurado, al que, por ello, tacha sin pudor de sectario y prevaricador: afirma que algunos de los miembros del jurado del Premio "habían escrito 'ensayos' con los datos 'antiguos' que tan cerca estaban de la mentira", al justificar que no se premiara su trabajo sobre los marqueses del Carpio, o considera "entendible" que no se hiciera caso a su investigación sobre el Hospital y Cofradía de Jesús Nazareno "porque alguno de los miembros del jurado era cofrade de la Hermandad".

Tampoco el Ayuntamiento de Pozoblanco se libra de las acusaciones del periodista-historiador. Denuncia que todavía no se haya publicado su trabajo ganador de hace dos años sobre la "Herencia de Juan Ginés" y, sobre todo, y ésta es ya una recriminación repetida, pide "que el Ayuntamiento no celebre otro centenario virtual y gaste las 'perras' en 'colosales' publicaciones o pagando investigadores para que digan lo que interesa en vez de la verdad". Pagando investigadores para que digan lo que interesa en vez de la verdad. No creo que se pueda escribir algo más terrible contra un historiador.

El investigador así injuriado es, pienso yo y no creo equivocarme, Juan Aranda Doncel, que el año pasado publicó el libro La hermandad de Jesus Nazareno de Pozoblanco (1605-2005), en edición del Ayuntamiento y la Hermandad con motivo del cuarto centenario fundacional de la entidad nazarena. En varias ocasiones Arturo Luna se ha referido a las deficiencias que a su juicio presenta la obra de Juan Aranda y no, como sería de esperar, desde la superación historiográfica, es decir, aportando documentación nueva que invalide la anterior, ni guardando la debida cortesía entre investigadores, la que invita a pedir retóricas disculpas al corregir errores ajenos, sino desde la afrenta y la teoría de la conjura, como si hubiera alguna intencionalidad oscura, de la que dependiera todo el pasado y futuro de Pozoblanco, al escribir la historia del hospital nazareno con unos argumentos y no con otros.

Alivia lo que puede parecer "más censura que otra cosa" el hecho de que casi todas estas investigaciones propias a las que se refiere Arturo Luna han sido ya en buena parte publicadas en el semanario Los Pedroches Información, en una sección semanal que ocupa dos páginas enteras del periódico. Yo mismo he comentado en alguna ocasión que no me parece un contenido apropiado para un medio de información generalista, y que publicar páginas enteras entrecomilladas del Catastro de Ensenada o de la edición del Epistolario de Ginés de Sepúlveda realizada por Ángel Losada aporta tanto a la divulgación de la historia comarcal de Los Pedroches como a la difusión de la filosofía aportaría la lectura en horario prime-time televisivo de la Crítica de la razón pura de Kant. Pero yo no soy el director del semanario pedrocheño y el titular tendrá sus razones, cuando lo hace. Sin embargo, sería bueno que, ante tamaña acusación contra la honestidad intelectual y la integridad moral de personas a las que Arturo Luna ataca en su artículo, todos reflexionaran y concluyeran si ese camino es el mejor para que la cultura en Los Pedroches -que debe alimentarse, sí, del contraste de ideas, pero con otros modos- avance por buen camino.


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2 comentarios :

Anónimo | miércoles, septiembre 26, 2007 8:34:00 p. m.

Personalmente, preferiría que el semanario "Los Pedroches Información" se preocupara de corregir las faltas garrafales de ortografía que se escriben en cada una de sus ediciones, que alejan al lector culto de la rigurosidad y credibilidad de lo que informa.

Anónimo | miércoles, septiembre 26, 2007 9:06:00 p. m.

¿Puede alguien decirme lo que hay que hacer para poder recibir y leer el semanario "Los Pedroches información"? Muchas gracias paisanos.

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