Espacio público
Imagen sin futuro de la avenida Marcos Redondo de Pozoblanco.
Si en Solienses nos hemos referido en varias ocasiones (por ejemplo, aquí, aquí y aquí) al tema de la alineación de la avenida Marcos Redondo de Pozoblanco (en contra de una voluntad personal de no intromisión en asuntos de política estrictamente local) es por la estimación de que aquel tema trasciende esta consideración. Por un lado porque, como ya he escrito en otras ocasiones, los asuntos de Pozoblanco no afectan sólo a Pozoblanco, sino a toda la comarca, dada su aceptación general como capital de Los Pedroches. Pero también, por otro, porque lo que se dilucida allí, independientemente de la cuestión concreta, es la prevalencia o no del interés público en la ordenación urbanística de nuestros pueblos y ciudades. Y porque, ante un atentado tan flagrante al sentido común en la gestión pública, resulta inevitable que a cualquier ciudadano de buena conciencia le venga a la cabeza la espuma especulativa de la historia urbanística de España en los últimos lustros, y sus polvos y sus lodos.
El asunto singular, desde luego, no se presenta sólo en Pozoblanco, sino que en cualquier pueblo de la comarca habría motivo para la reflexión. Sin ir más lejos, en Añora se vive en las últimas semanas una situación bastante curiosa que a más de uno mantiene sumido en la perplejidad. Sin que se justifique en este caso el interés social ni la necesidad urbanística, por tratarse de una de las calles más amplias del pueblo, se está llevando a cabo en la calle Noria un ensanche de la vía pública que tiene encendidos a varios de los propietarios afectados. Como en tantas ocasiones, el ciudadano se siente atrapado por la falta de asunción de responsabilidades: el equipo de gobierno actual culpa al anterior y el anterior al actual, sin que, mientras tanto, nadie fuerce a que se imponga la razón y el sentido común. Parece que pudiera ser legal que a un solar de reducidas proporciones se le amputen 100 metros cuadrados, sin compensación económica alguna y sin que ningún propósito comprensible guíe la actuación municipal. Decir que los propietarios han sido sometidos al chantaje del mal menor no sería exagerar.
Ensanche sin aparente justificación en la calle Noria de Añora.
Pero la afrenta es mayor al comparar la gestión urbanística con lo realizado a escasos veinte metros, en la calle Cerrillo, donde una enorme edificación de nueva planta, en compensación por haber dejado libres para la vía pública unos metros absolutamente necesarios dada la estrechez de la calle, ha sido autorizada a ocupar un espacio al menos equivalente de solar público ¡justo enfrente de donde se está expropiando para ensanchar la calle!. El enfrentamiento entre interés privado y público alcanza aquí su máxima expresión y el esperpento de la gestión municipal su más alta cota de testimonio. Porque no hay nada que haga más daño al respeto debido a las instituciones como la arbitrariedad administrativa, de la que aquí observamos un ejemplo de manual.
El celo de los Ayuntamientos en la protección del espacio público vive, no obstante, contrastes desconcertantes. El mismo Ayuntamiento de Añora está llevando a cabo un meritorio proceso de adquisición y derribo de las viviendas adosadas a la parroquia de San Sebastián, con el objetivo final de que la iglesia quede exenta de toda construcción y pueda admirarse en su conjunto como una unidad monumental separada, a la vez que se recuperará para el uso público un espacio de propiedad eclesial que hasta ahora permanecía inutilizado por su aislamiento físico. Sin embargo, igual estusiasmo no parece percibirse en la defensa de los caminos y vías rurales de su término, los cuales, al igual que los de otros municipios, vemos con frecuencia usurpados por propietarios colindantes sin demasiados escrúpulos. Recientemente he podido conocer un flagrante caso de apropiación indebida, por afectar precisamente a una propiedad familiar, pero cualquier aventurado a pasear por los campos de nuestra comarca puede dar cuenta del rosario de despropósitos impunes que se mantienen sin que ninguna autoridad se implique en su denuncia. Y es que el certamen entre lo público y lo privado no siempre ha de tener necesariamente el mismo vencedor, pero sí nos gustaría que gozara del beneficio de un mismo juez imparcial, firme y legal.
Lateral izquierdo de la iglesia de San Sebastián de Añora, contemplado por primera vez.
Chalet construido en los Jarales de Añora al borde mismo del camino, o quizás dentro de él.
Camino arado por uno de los propietarios colindantes.
13 comentarios :
Una vez más insisto en el atropello que se pretende hacer al urbanismo de Pozoblanco, cuando aún tiene remedio y se puede evitar.
De no seguir con los propósitos, nos alegraríamos y se alegrarían para siempre futuras generaciones. De desoir este clamor y no enmendar siempre estará el pueblo de Pozoblanco denigrando a las personbas que pudiendo no hicieron lo mejor para su pueblo.
Decían los latinos muy sabios, qe es sabios cambiar de parecer. Encestarse en lo dicho y seguir adelante sin enmendarlo, es el grado mayor de estupidez. Señor alcalde y concejales, vuelvan a reflexionar que aún estamos a tiempo.
Ningún político da la razón a otro político así que por desgracia no habrá marcha atrás.
Para el que coge un bien ajeno sin consentimiento de su dueño y sin pago de su justo precio, hay un nombre.
Benito pasaras a la historia de Pozoblanco como el alcalde que se calgo la Avenida de Marcos Redondo.Restificar es de sabios y estas a tiempo de hacerlo.
No hombre, Benito ha apuntillado la barbaridad... quién de verdad perpetró, en su momento, esta aberración urbanistica fue el ínclito Antonio Fernández Rámirez, y una pequeña placa en el nuevo edificio debería dejar constancia de esta (i)responsabilidad
El responsable de cada actuación es el que la ejecuta, no el que la proyectó, es decir, Benito García en Pozoblanco y Bartolomé Madrid en Añora. Si hubieran querido, las habrían paralizado, pues con otras medidas que también estaban proyectadas y no les interesaban lo hicieron, es decir, las paralizaron. Así que ningún alcalde puede decir que se siente obligado a hacer algo que venía de atrás, cuando quieren y le interesa lo cambian y cuando no le interesa no.
Yo me pongo en lugar de los afectados de la expropiación de la calle Noria, y me hierve la sangre, aunque si me tocase tendría que hacer lo que han tenido que hacer los afectados, joderse. (Perdón no me sale otra palabra más apropiada) Pero en mí pueblo las cosas son así, y la culpa no es sólo de los políticos de turno, el empobrecimiento social es exagerado. Las únicas redes sociales están tejidas entorno al púlpito. Y quien se mueve no sale en la foto.
Es que hay gente que necesita, de un "Todopoderoso" terrenal que proteja sus intereses, les llene el pesebre y los guíe por el camino del “borreguismo”. Si no, se ven perdidos y desorientados.
No hay nada que tenga más valor, que la libertad de pensamiento y elección y el orgullo de poder decir, que todo lo que eres y tienes, lo has conseguido "solito" con tu trabajo y esfuerzo, sin favoritismos ni engaños.
La esquina de la Casa de la Cultura de Añora, quedará como claro ejemplo gráfico de la equidad de la Administración Municipal, y de que la historia no cambia tanto: enfrente el Poder Municipal, y a los lados los distintos administrados.
Yo sugiero que a ese cruce de calles le llamen: Plaza de la Equidad Municipal, como muestra del despotismo reinante.
Sr Santa Cruz(Antonio Merino), antes de escribir nada, informese usted de las cosas, q Miguel Calero estaba de acuerdo y asi lo firmo en su dia, y el cortijo de (Domingo Bejarano) alias Dominguito lleva hay toda la vida de Dios.
Que mala es la envidia de estos pobres socialistas de Añora.
Tan listos y tan cultos como sois podiais enteraros antes de las cosas, no teneis ni idea.
Ahora a una servidumbre de un cortijo, en una propiedad privada, tampoco se puede pasar, porque según ciertas personas, el CHALET DE DOMINGUITO se come el camino. Para los que no se informan de nada y parecen de la prensa rosa de Añora, deberian mirar el catastro e informarse de que el camino no es eso, sino simplemente un paso para entrar al Cortijo, que no Chalet, del dueño! ¿¿¿¿Hay alguien que se muera de la envidia????
Yo no sé de qué va la cosa, pero el "cortijo" ese no tiene mucha pinta de arquitectura tradicional. ¿Asi son los cortijos noriegos?
Publicar un comentario