"Y de repente un remolino crece"
Comencé a echar de menos Solienses al día siguiente de cerrarlo. "A Solienses ya lo echamos todos de menos", me contestó un amigo cuando se lo confesé. A relativizar el sentido de ese "todos" no contribuyó otro al advertirme: "Sin Solienses parece que no hay comarca". Sé muy bien el valor de estas y otras admoniciones semejantes y el irresistible contenido de halago y vanidad que reside en ellas, pero como hojarascas de encinar revolotean sin pausa desde entonces y hay momentos que resulta imposible huir de la nostalgia, que ataca como fiebre otoñal. La nostalgia principal es la mía propia, no la de los demás. Sé que el cierre de aquella etapa era inevitable, dado el grado de resonancia que cualquier cosa escrita en Solienses había llegado a alcanzar y los peligros que tal vez ya acechaban. Era una responsabilidad que yo no quería mantener, y no sé si podía. Había que dar un frenazo, disolver las cadenas, los vicios adquiridos, las servidumbres, para no caer en el error fatal de aferrarse en demasía a unos logros engañosos siempre inseguros, inciertos. Y como forma radical de vencer el riesgo de creerse demasiado importante.Ahora, de repente, vacunado suficientemente, ansioso de aventuras, he sentido otra vez la necesidad de expresarme, si no con la asiduidad de antes, si no con tantos frentes, si no con la voluntad imposible de abarcarlo todo, sí al menos con el humilde ánimo del encuentro ocasional o con la dulce cordialidad de una cita inesperada. Al fin y al cabo, Solienses es mi casa y qué descortesía dejarla ya en la cómoda penumbra de la indolencia, cuando ahí fuera bullen ansiosas tantas cosas por declarar.
5 comentarios :
Hola Antonio: me alegro de que hayas vuelto a la red con Solienses, ya echaba de menos esta página. Mucha suerte en tu nueva etapa.
Antonio me alegro que de nuevo estes en la red. sin Solienses la cultura de nuestra tierra en el día a día estaba banstante vacia. Gracias por entretenernos de nuevo y suerte en tu nueva singladura en la red.
Antonio;gracias por todo lo hecho y por lo que harás tios íntegros como tú es lo que necesita esta comarca.SUERTE.
Nos alegramos de tu vuelta. Saludos
Desde una cierta distancia, la nostalgia siempre es mayor. Paseando la flecha del ratón por la pantalla de mi ordenador he querido rejuvenecer las páginas que estaban a punto de desaparecer, víctimas del desuso. Y ahí ha aparecido Solienses como un soplo de viento fresco y húmedo tras un verano sofocante, presagio de una buena sementera. No sabría a ciencia cierta a quien atribuir tanta fortuna; quizás a los hados del mundo clásico entre los que su autor se desenvuelve. Pero lo cierto es que Solienses es para mí una ventana abierta a la que te puedes asomar para sentir el palpitar de Los Pedroches, con unas reglas muy claras: siempre puedes opinar y ser vapuleado por ello; y esa es para mí la esencia de la libertad de expresión. Así lo veo y así lo escribo. Me felicito y os felicito a todos los seguidores.
Publicar un comentario